Los islamistas quieren repetir su éxito de Irán sacando tajada del descontento popular para alzarse con el poder. La experiencia de Túnez caracteriza el reconocimiento de un patrón que podría repetirse en otros sitios. Su cúpula militar llegó a la conclusión al parecer allí de que su hombre fuerte se había vuelto demasiado caro de sostener en el poder, de manera que se lo quitó de encima.
Desde que dejó de ser una monarquía que en Egipto mandan los militares. Nada hasta ahora indica que esto vaya a cambiar en un futuro cercano.
Desde que dejó de ser una monarquía que en Egipto mandan los militares. Nada hasta ahora indica que esto vaya a cambiar en un futuro cercano.

Por Daniel Pipes
Mientras el tan predicho momento de crisis y rebelión popular en Egipto reverbera entre los gobiernos de todo Oriente Medio, Irán se posiciona más que nunca como centro de la región. Sus gobernantes islamistas ya se ven dominando la zona. Pero las revoluciones son difíciles de sofocar y predigo que los islamistas no lograrán un avance sustancial en Oriente Medio en general y Teherán no emergerá como árbitro clave. Algunos puntos de vista tras esta conclusión:
Ecos de la revolución iraní: Al hacerse con el poder en 1979, el ayatolá Jomeini pretendió contagiar la sublevación islamista a otros países pero fracasó en casi todos los casos. Hubieron de transcurrir tres décadas, nada menos, antes de que la inmolación de un comerciante de un desconocido municipio de Túnez prendiera la detonación que aspiraba a provocar Jomeini y que las autoridades iraníes aún buscan.
Parte de la guerra fría de Oriente Medio: Oriente Próximo lleva décadas dividido en dos grandes bloques sumidos en una guerra fría regional por la influencia. El Bloque de Oposición bajo liderazgo iraní incluye a Turquía, Siria, Gaza y Qatar. El Bloque del Estatus Quo encabezado por los saudíes abarca Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Cisjordania, Jordania, Yemen y los emiratos del Golfo Pérsico. Observe que el Líbano está pasando en la actualidad al Bloque de Oposición desde el grupo del Estatus Quo, y que la agitación social se está registrando exclusivamente en países del Bloque del Estatus Quo.
La peculiar situación de Israel: Los líderes israelíes guardan silencio sepulcral y su práctica irrelevancia subraya la centralidad iraní. Aunque Israel tiene mucho que temer de los avances iraníes, éstos ponen de relieve en la misma medida al estado judío como isla de estabilidad y único aliado fiable de Occidente en Oriente Medio.
Ausencia de ideología: Los ganchos y las teorías conspirativas que dominan el discurso público en Oriente Próximo brillan casi totalmente por su ausencia entre las multitudes congregadas en los exteriores de las instancias públicas que exigen el final del estancamiento económico, de la arbitrariedad, la corrupción, la tiranía y las torturas.
Ejército frente a mezquita: Los recientes acontecimientos confirman que los dos poderes de siempre, las fuerzas armadas y los islamistas, dominan alrededor de una veintena de países de Oriente Medio: el ejército despliega la fuerza bruta y los islamistas ofrecen la visión. Hay excepciones -- una izquierda vibrante en Turquía, las facciones étnicas del Líbano e Irak, la democracia de Israel, el control islamista en Irán -- pero este patrón se cumple ampliamente.
Irak: País más volátil de la región, Irak ha estado ausente visiblemente de las manifestaciones porque su población no se enfrenta a una autocracia asentada durante décadas.
¿Un golpe militar? Los islamistas quieren repetir su éxito de Irán sacando tajada del descontento popular para alzarse con el poder. La experiencia de Túnez caracteriza el reconocimiento de un patrón que podría repetirse en otros sitios. Su cúpula militar llegó a la conclusión al parecer allí de que su hombre fuerte, Zine El Abidine Ben Alí, se había vuelto demasiado caro de sostener -- sobre todo con la extravagante corrupción de la familia de su mujer -- en el poder, de manera que se lo quitó de encima y, por si acaso, solicitó una orden internacional de detención contra su familia y él.
Hecho eso, casi toda la vieja guardia permanece intacta en el gobierno, habiendo reemplazado a Ben Alí como árbitro del poder en el país aparentemente el militar de mayor rango, el jefe del Estado Mayor Rachid Ammar. La vieja guardia espera que hacer ajustes en el sistema y reconocer más derechos civiles y políticos baste para permanecer en el poder. Si esta táctica triunfa, la aparente revolución de mediados de enero acabará como simple golpe de estado.
Este escenario puede repetirse en otros sitios, sobre todo en Egipto, donde los militares llevan dominando la administración desde 1952 y pretenden mantener su poder sobre la Hermandad Musulmana que han censurado desde 1954. El nombramiento de Omar Suleimán por parte del gobernante Hosni Mubarak corta por lo sano las pretensiones dinásticas de la familia Mubarak y plantea la perspectiva de que Mubarak presente su dimisión en favor del gobierno militar directo.
Más en general, apuesto por el modelo con más continuidad que cambio surgido por el momento en Túnez. El gobierno estricto cederá algo en Egipto y en otros sitios pero los militares seguirán siendo el referente último.
La política de Estados Unidos: El gobierno estadounidense tiene un papel vital a la hora de ayudar a los estados de Oriente Medio a transitar de la tiranía a la participación política sin que los islamistas secuestren el proceso. George W. Bush tuvo la idea correcta en 2003 al hacer un llamamiento a la democracia pero echó a perder esta iniciativa al exigir resultados instantáneos. Barack Obama volvió inicialmente a la vieja política fracasada de cortejar a tiranos; ahora se está alineando miopemente con los islamistas contra Mubarak. Debería de emular a Bush pero haciendo un trabajo práctico mejor, entendiendo que la democratización es un proceso de décadas que exige inculcar ideas anti-intuitivas relativas a los comicios democráticos, la libertad de expresión o el estado de derecho.
Democracia, autocracia, dictadura o totalitarismo?
La oposición esta “hundida hasta los hombros” en un mar de contradicciones
Marcos Pérez Jiménez, dictador de Venezuela

Marcos Pérez Jiménez, dictador de Venezuela
Por Orlando Ochoa Terán
“La autocracia es lo mismo que una dictadura pero el término es usado con frecuencia para transmitir algo menos siniestro que lo que implica una “dictadura”. Comparative Politics -Gregory Mahler, politólogo e investigador.
Si la regla de oro para diseñar una estrategia vencedora en una confrontación es conocer al enemigo, como sostenía el célebre estratega chino Sun Tzu, la oposición venezolana está muy lejos del triunfo en las elecciones de 2012. Lo elemental sería, en seguimiento de esta máxima, por lo menos definir la naturaleza del régimen. En este sentido la oposición esta “hundida hasta los hombros” en un mar de contradicciones.
En otras ocasiones para poner de relieve estas confusiones hemos acudido al principio de la contradicción. En lógica, si hay dos juicios, uno de los cuales afirma y el otro niega la misma cosa, no es posible que ambos sean verdaderos. Sin embargo, en la oposición venezolana eso parece posible.
Isabel Carmona, presidenta de Acción Democrática en declaraciones a El Tiempo de Bogotá, llamó a Chávez “autócrata y dictador”. Contemporáneamente, el secretario general de AD, Henry Ramos Allup, sostenía que mientras el sector opositor se mantenga unido logrará derrotar a Chávez con “la mayor facilidad”. Pedro Nikken, un esclarecido abogado, experto en derechos humanos y ex presidente de la CIDH, en una entrevista con Roberto Giusti, afirmó que Venezuela no calificaba como una dictadura, pero añadió, “no es una democracia”. Un año antes había afirmado: “esto no es una dictadura, esto es una democracia con tendencias autoritarias”.
Anticipándose correctamente a los métodos que emplearía el gobierno bolivariano contra sus adversarios (¿enemigos?) en las elecciones parlamentarias, Teodoro Petkoff le declaró a Cristina Marcano en enero de 2010 que el presidente Chávez iba a “apelar a todos los recursos, legítimos e ilegítimos, empezando por el desmesurado uso de la violencia”. En otra ocasión aseguró que “en nuestro país, todos los poderes públicos están cerradamente metidos en el puño del Presidente y todos obedecen ciegamente sus órdenes y caprichos…”. Sobre el CNE ha dicho que “no merece la más mínima confianza” pero, esta semana concluyó que “Chávez será limpiamente derrotado en 2012”.
Es imposible reseñar otras declaraciones opositoras de este mismo tenor porque son innumerables. En la arena opositora existe un nuevo glosario político que habla de “camino hacia el totalitarismo”, “dictadura light” “dictadura blanda””, “pretotalitarismo”, “autoritarismo”, “militarismo”, “personalismo” y “mesianismo” entre otros.
Claridad bolivariana
Del lado del gobierno, por el contrario, no existe confusión. La presidenta del Tribunal Supremo de Justicia sentenció que la “separación de poderes” es un concepto "burgués", que atenta contra la “unidad” del Estado. En caso de que alguien no haya comprendido, el general Rangel Silva se encargó de precisar que las fuerzas armadas no aceptarían una derrota del presidente Chávez.
La señora Morales tiene razón. Para la teoría política el totalitarismo es un sistema político en el cual el Estado es controlado por una persona, una facción o una clase, caracterizada por una ideología impuesta a todos los aspectos de la vida pública y privada. La autocracia es una forma de gobierno en el cual una persona ejerce un poder sin límite.
El vocablo totalitarismo lo acuñó en 1923 Giovanni Amendola y lo desarrolló el filósofo y teórico del fascismo, Giovanni Gentile. La connotación ideológica es clave porque define al Estado y su poder e influencia sobre la mayoría de los ciudadanos.
El profesor Paul C. Sondrol, de la Universidad de Colorado, al comparar ambos conceptos le atribuye al totalitarismo altos componentes de carisma, una ideología oficial, limitado pluralismo, legitimidad y una concepción funcional del líder. Para Sondrol, las autocracias ofrecen más espacio a la vida privada, carecen de ideología y de movilización popular para sus fines, toleran cierto pluralismo en la organización social y ejercen el poder dentro de límites relativamente predecibles. También para Hanna Arend (The Origins of Totalitarianism) su fuente es una ideología que proporciona una confortable pero simple respuesta a los misterios del pasado, del presente y del futuro.
Pero no toda la oposición sufre de esta “confusión”. Oswaldo Álvarez Paz, Raúl Isaías Baduel y Peña Esclusa, para mencionar sólo tres, han sido claros y coherentes en definir la naturaleza del régimen bolivariano.
¿Es coincidencia que Oswaldo haya pagado tiempo en prisión y los otros dos aún permanecen entre rejas?
Urgen PRI y PRD cambiar estrategias
Urgen PRI y PRD cambiar estrategias ante fracaso en BCS
El partido tricolor reconoce que es más difícil vencer ante coaliciones; en el sol azteca consideran urgente la salida de Ortega
Marina Núñez
Jiménez Macías reveló que al interior del PRI existe el reconocimiento de que es más difícil vencer la votación de dos o más partidos cuando van en coalición.
No obstante rechazó que dos derrotas al hilo en este año para el priismo – en Guerrero y Baja California Sur- afecte sus expectativas frente al resto de las elecciones que se realizaran este año y las presidenciales en 2012.
Por su parte, el senador aún perteneciente al grupo parlamentario del PRD, Tomás Torres, afirmó que esta derrota para el sol azteca, luego de gobernar por 12 años, representa la urgencia de que Jesús Ortega abandone la dirigencia nacional perredista.
El senador por Zacatecas, subrayó que donde ha ganado el PRD no lo ha hecho por sí solo sino en alianza o con candidatos que no son suyos, por ello sentenció que así como va, el sol azteca, no tiene un escenario promisorio en 2012.
En tanto, el PAN aseveró a través de su senador e integrante del Comité Político Nacional, Rubén Camarillo, que Baja California Sur demuestra que la historia electoral en México no está escrita.
Finalmente, Camarillo Ortega afirmó que Baja California Sur abre muy buenas expectativas para su partido frente a las elecciones por venir pero sobre todo para las del estado de México.
Balacera se escribe con be
Balacera se escribe con be
Por: Pablo Ordaz
Según el historiador griego Heródoto, que vivió entre el 484 y el 426 antes de Cristo, los antiguos reyes persas tenían la curiosa costumbre de cargarse a los portadores de malas noticias. Al parecer de ahí viene la expresión “matar al mensajero”, actividad que políticos y asociados practican con regular frecuencia, independientemente de su pasaporte o adscripción política. Si algo no les gusta, la culpa es del mensajero. El último que ha sucumbido a tan veterana tentación ha sido el embajador de México en Estados Unidos. Arturo Sarukhan ha dicho que la culpa de la mala imagen de México en el extranjero es…
Lo han acertado: la culpa es de los periodistas. Ni del cartel del Golfo ni de los Zetas, ni siquiera de capos con apodos tan llamativos como La Barbie o Tony Tormenta. Tampoco del Chapo Guzmán, el narcotraficante más famoso de México y uno de los hombres más ricos del mundo, ni de los más de 10.000 muertos que se ha cobrado la guerra de Felipe Calderón desde principios de año. Nada de eso. Según el embajador Sarukhan, la mala imagen se debe a que la prensa –y en especial la prensa internacional—pone demasiado énfasis en difundir malas noticias sobre México. Así que hoy, por hacerle caso al embajador convertido en redactor jefe, vamos a cambiar de asunto. No vamos a publicar un vídeo de los tiroteos habituales en Tamaulipas, ni vamos a detenernos en lo que la edición digital del periódico mexicano El Universal llevaba en la portada en el momento de redactar este blog: “Siete muertos por balacera en Nayarit. Ejecutan a seis en Acapulco. Cinco muertos deja ataque a un antro de Acapulco. Hallan otra narcofosa con los dos turistas que faltaban de los 20 asesinados en Acapulco...”. No. Hoy vamos a hacerle caso a Sarukhan. Así que he buscado con ahínco alguna imagen amable y he encontrado esta de la agencia France Press. En ella se ve a un grupo de chavales de uniforme jugando en el patio de su escuela. Todos tienen sus manos en la nuca. Algunos sonríen. Pero, ¿qué juego es ese?
El periódico Reforma, que el sábado publicó la fotografía en la portada de su edición impresa, lo explica muy bien: “En las escuelas de Acapulco, además de impartirse español, matemáticas y otras asignaturas, también aprenden a protegerse de la inseguridad. Estudiantes de la primaria Felipe Carrillo Puerto (en la foto) participaron ayer en el simulacro de una balacera. Protección Civil ofrece estos entrenamientos a estudiantes, padres y profesores de planteles públicos y privados”.
Ojalá la situación de México fuese un invento, o una exageración, de la prensa extranjera. Ojalá los juegos no fuesen a vida o muerte.
Esta mexicana no se rinde
Esta mexicana no se rinde
Por: Pablo Ordaz
Esta mujer no se rinde. Esta mujer no sonríe. Esta mujer no exhibe el porte altivo de aquel narcotraficante apodado La Barbie ni de su amigo El JJ, detenidos por la Policía Federal y presentados ante la opinión pública vestidos con la misma ropa cara de marca, como si ese fuera el uniforme del éxito rápido y seguro, la vieja y poderosa atracción del “vive rápido, muere joven y haz un cadáver bonito”. A esta mujer ninguna autoridad competente le ha preparado un luminoso escenario como hizo hace tan solo unos días con El JJ, presentado junto a su guapísima novia, una reina de la belleza colombiana, y delante de un pequeño pero muy poderoso arsenal de armas nuevas y relucientes. Ni tampoco los principales medios de comunicación mexicanos le han concedido a esta mujer –y sí a La Barbie, y sí a EL JJ-- espacios en horarios de máxima audiencia, entrevistas con periodistas famosos. Esta mujer –María Santos Gorrostieta—no tiene nada que ver con ellos. Aunque sí con sus balas.
El 15 de octubre de 2009, esta mujer, alcaldesa del pequeño municipio de Tiquicheo, en el Estado de Michoacán, sufrió el ataque de varios hombres armados con rifles de asalto y granadas de fragmentación. No consiguieron matarla, pero sí a su marido y padre de sus tres hijos, José Sánchez Chávez. En cuanto se curó de sus heridas, sin alharacas mediáticas ni palabras grandilocuentes, María Santos regresó a sus labores como alcaldesa. Solo tres meses después, volvió a ser atacada, esta vez a la salida de un acto en la Tierra Caliente del Estado de Guerrero. La camioneta Ford Lobo que conducía su hermano, Benigno Gorrostieta, recibió 30 balazos. Tres de ellos hicieron blanco en el cuerpo de María Santos. En el tórax. En la pierna. En el abdomen.
Estuvo a punto de morir, pero –una vez más— María Santos Gorrostieta se recuperó de sus heridas y volvió al trabajo. No sin antes llamar a un fotógrafo, remangarse la blusa y enseñar su cuerpo roto, su dignidad intacta. Mejor plomo que plata. Mejor morir con la cabeza alta que vivir de rodillas ante los sicarios del crimen organizado. Ahora, un año después del segundo ataque, sintiéndose abandonada por los jefes del PRI, incomprendida por quienes la rodean, acaba de recordar su determinación de seguir adelante: “No es posible que yo claudique cuando tengo tres hijos, a los cuales tengo que educar con el ejemplo…”.
¿Las heroicas heridas de María Santos, una mexicana que no se rinde? ¿O la ropa cara de la Barbie, comprada a base de la extorsión, el secuestro y el asesinato? México 2011. Esa es la cuestión.
México, seguridad y transición ética
TRIBUNA: JOAQUÍN VILLALOBOS
México, seguridad y transición ética
JOAQUÍN VILLALOBOS
El crimen organizado ha sido golpeado como nunca en la historia de México, sin embargo, algunos piensan que enfrentar a estos criminales es "alborotar un avispero". Consideran que sería más efectivo negociar con los delincuentes, o creen posible una estrategia sin sacrificios. Esto, para lidiar con criminales que poseen miles de millones de dólares, territorios, cultura propia, miles de bandidos armados y una extensa base social resultado de la intimidación y el dinero. Como me dijo una vez el obispo mártir salvadoreño, monseñor Romero, refiriéndose a esfuerzos inevitables: "No se puede limpiar una cloaca sin tener que soportar el mal olor".
- Capital:
- Ciudad de México.
- Gobierno:
- República Federal.
- Población:
- 109,955,400 (est. 2008)
México
A FONDO
Se necesita más cultura de legalidad, más inteligencia y menos viveza, más civismo y menos cinismo
Se dice que sería mejor legalizar las drogas, pero, si no fue posible legalizar la marihuana en California, el Estado más hippy del mundo, pretender consensos para legalizar todas las drogas en todo el mundo es por ahora utópico, aunque sea deseable. Es menos difícil reducir el poder de los criminales, fortalecer las instituciones y combatir la complicidad social con el delito. Negocios ilícitos van a seguir existiendo. Si no se puede acabar con el virus, hay que fortalecer las defensas.
Durante años México fue un país seguro con policías corruptas, eran parte del folclor. La seguridad descansaba en el control social del viejo régimen político. El crimen organizado era un problema local, estático y de poca monta que administraban las policías; ahora el crimen organizado es un problema global, expansivo y de grandes proporciones. Hace 10 años no existía crimen organizado en Guatemala, ahora domina ese país. La ruta de la droga hacia Estados Unidos cambió del Caribe hacia Centroamérica y México. En Estados Unidos se levantó la prohibición a la venta de armas automáticas. Los carteles mexicanos pudieron así enriquecerse, armarse y comprarse a las policías locales. Como un anuncio de la violencia que venía, los policías comenzaron a aparecer sistemáticamente involucrados en secuestros y asaltos. Los zetas, militares pertenecientes a la unidad de combate al narcotráfico, terminaron convertidos en un cartel. Los 35.000 muertos son proporcionales al vacío de autoridad provocado por 20.000 policías depurados por corrupción. Recuperar instituciones de seguridad en manos de delincuentes no es igual que despedir burócratas, estos matan para defender su posición.
Hay crimen organizado cuando el Estado es cooptado por delincuentes y esto ocurre al convivir con criminales que terminan de patrones de policías y militares. Colombia convivió con "paramilitares, carteles y narcoguerrillas y terminó en una guerra que ha dejado más de 200.000 muertos. En Guatemala la seguridad privada tiene tres veces más hombres que la policía y el Ejército juntos, y vive bajo un violento régimen feudal de carteles, Estado y ejércitos privados de empresarios. El crimen organizado no es un herpes, es un sida. La pérdida del monopolio de la fuerza por el Estado deriva invariablemente en violencia.
En México, la corrupción resolvía problemas funcionales y distribuía rentas en toda la pirámide social. Mientras en Latinoamérica los sindicalistas eran asesinados, en México se volvieron ricos y poderosos. El Estado derramaba dinero a muchos sectores y cooptar antes que reprimir era la norma. La cultura mexicana habla de esto cuando dice: "vivir fuera del presupuesto es vivir en el error"; "un político pobre, es un pobre político"; "el que no transa no avanza"; "policía que quiere llegar a viejo, debe hacerse el pendejo", etcétera.
El crimen organizado no era considerado malo, sino inevitable. Ahora se culpa de la violencia a las operaciones de las fuerzas federales y no a la descomposición moral y social precedentes en policías y comunidades. Es la crisis del anterior modelo de "administración del delito" y la pérdida de funcionalidad de los viejos antivalores el problema principal. México necesita cultura de legalidad; requiere más inteligencia y menos viveza; más civismo y menos cinismo; solo así podrá construir una barrera moral entre sociedad y delito. Si ahora transa no avanza. Los colombianos descubrieron quiénes eran los malos cuando la violencia les llegó a todos; antes de eso los traquetos, como llamaban a los narcos, eran personajes muy populares.
Mientras algunos capos son tratados como estrellas mediáticas, no hay en México reconocimiento social a los policías y militares que cumplen su deber, cuando es el respeto de la sociedad lo que los dispone a aceptar sacrificios y les ayuda a que descubran que la honestidad es un valor rentable. En El Salvador y Nicaragua ni las policías, ni los ejércitos han podido ser cooptados por el crimen organizado, a pesar de tener menores salarios que en México. Su doctrina y ética fueron reformadas por las guerras civiles y algo similar ha ocurrido en Colombia, donde ahora se define al policía como "un ciudadano formador de ciudadanos". El policía abusivo, ignorante y corrupto, termina convertido en delincuente en cualquier país. Para controlar la violencia y mejorar la eficacia es indispensable ahora la reconstrucción y transformación ética de las instituciones de seguridad. Lograr esa reconstrucción es el reto para políticos, académicos, empresarios y toda la sociedad. Ese es el centro del debate, no las propuestas veladas de negociación con delincuentes, o la búsqueda de caminos fáciles para resolver un problema tan difícil.
Joaquín Villalobos fue guerrillero salvadoreño y es consultor para la resolución de conflictos internacionales.
Secretaria y amante de Néstor Kirchner
Secretaria y amante de Néstor Kirchner
La ayudante del político fallecido revela que mantuvieron una larga relación
EL PAÍS
Las revelaciones de Elizabeth Miriam Quiroga, la que fue secretaria de Néstor Kirchner, sobre su supuesta relación con el fallecido expresidente, han sacudido a la clase política argentina.
Quiroga, que trabajó con Kirchner desde los años noventa hasta su muerte, ocurrida el pasado 27 de octubre, ha revelado a la revista Noticias que fue amante del exmandatario.
La secretaria decidió hablar sobre su supuesta relación con Kirchner después de que el 5 de enero fuera despedida de su cargo como directora del Centro de Documentación Presidencial. Ella cree que detrás de todo está la actual presidenta, viuda de Kirchner. Según la revista, Quiroga conoció a Kirchner en los años noventa, cuando él era gobernador de la provincia de Santa Cruz y se trasladó después a Buenos Aires, cuando asumió la presidencia de Argentina, en 2003. "Es vox pópuli que era la amante de Kirchner", confiesa Quiroga en la entrevista publicada por Noticias. "Teníamos una unión muy fuerte. Dejé todo para venirme con él desde el sur".
Elizabeth Miriam Quiroga niega que Kirchner sea el padre de su hija de 11 años y aprovecha la entrevista para cargar contra antiguos colaboradores del expresidente.
¿Quién da más por México?
R I C A R D O V A L E N Z U E L A |
Reflexiones libertarias |
¿Quién da más por México? |
A principios del Siglo 19 Simón Bolívar, agotado en su lucha para liberar el continente sur americano, pronunciaba palabras de sabio significado que a sus habitantes les parecía criptografía ancestral: "En tanto que nuestros compatriotas no adquieran las virtudes políticas que distinguen a nuestros hermanos del norte, los sistemas enteramente populares, lejos de sernos favorables, temo mucho que vengan a ser nuestra ruina." A medida que arribamos al final de la década panista, arrecian las maniobras marrulleras para la toma de esa fortaleza que es la presidencia de México. Después que, durante casi dos siglos de vida independiente, nos arrullaran con una larga constelación de gobiernos todos con un común denominador; la tiranía y autocracia, finalmente se nos servía ese milagroso manjar ahora tan de moda: la democracia. Si descifráramos el mensaje de Bolívar, nos daríamos cuenta que al hablar de los hermanos del norte no se refería precisamente a los mexicanos, sino a esa nueva nación que en esos momentos cambiaba el rumbo de la historia; los EU. Nos daríamos cuenta que los llamaba "nuestros hermanos" definiendo de esa forma no sólo su gran admiración por el nuevo país, sino fraternidad hacia su pueblo en contraste con ese deporte tan popular hoy día en América Latina, el odiar a los gringos y culparlos de todo. Ha sido tan popular el pasatiempo que no nos ha permitido descifrar el contenido más importante del mensaje: "En tanto no adquieran las virtudes políticas que distinguen a nuestros hermanos del norte." Cuando el libertador pronunciara tan sabia frase, las otrora colonias inglesas que se convertirían en los EU se envolvían en un recio e interesante debate para definir su futuro político. Ya en 1781 habían confeccionado lo que llamaron Artículos de la Confederación, a través de los cuales dibujaban la ruta hacia lo que luego sería su Constitución. Los enfrentamientos eran entre los federalistas y los nacionalistas. Los primeros, con la bandera de la soberanía de los estados, promovían la preservación de ese orden natural de libertad. Los segundos, exigiendo un fuerte gobierno central, finalmente usurparían una serie de funciones de esos estados. Pero ambos bandos coincidían en que la nueva organización política no sería una democracia, sino una República. El argumento más importante para subyugar la democracia lo exponía Madison, al afirmar que la tiranía de las mayorías podía desembocar en instrumentos aun más diabólicos que las monarquías. El sufragio sería una herramienta, más no su religión y nunca sería mencionada la democracia en sus actas de nacimiento. Los nuevos norteamericanos se inspiraban en las palabras del parlamentario Charles Fox: "Yo no presto atención a las presiones de la gente; nuestro deber es hacer lo propio y justo, no lo fácil de concertar. La responsabilidad de ellos es elegirnos, la nuestra es actuar constitucionalmente y mantener la independencia del Parlamento." Lo que Adam Smith definía como el motor que movía los mercados en una economía libre; ambición personal, Madison la identificaba como el gran peligro en el campo de la política, por lo cual, había que establecer controles contra la concentración de poder. Luego de largas discusiones se llegaba a una concertación que le daba vida a una Constitución híbrida, pero con un importante mecanismo, la distribución de poderes en las tres ramas de gobierno. Sin embargo, en la guerra civil entre los estados nacionalistas del norte y los liberales confederados del sur, más que la institución de la esclavitud, lo que se jugaban era el rico federalismo que originalmente le diera vida a la gran nación y ahora en esa guerra se perdía. Nuestra Constitución proclama el derecho de todo mexicano de votar y ser votado. Eso significa que cualquiera puede convertirse en gobernador, miembro del Congreso, Presidente. Como resultado de esta apertura a la competencia política, la resistencia a los actos opresivos de los gobiernos desapareció, la base moral de la estructura social se agrietó y emergieron los delincuentes en la cúspide de la pirámide. La competencia en la producción de bienes es esencial, pero la competencia en la producción de males, es invitación al desastre. Libre competencia en asesinatos, robos, asaltos, es una aberración. Sin embargo, eso es precisamente lo que se ha instituido abriendo la competencia política; la democracia. En la política mexicana de hace unos años la virtud esencial requerida del aspirante era despojarse de su dignidad, mentir, traicionar y atinarle con un buen padrino. Pero hoy día, estrenando nuestra flamante democracia, se requiere ser un "animal político." Carisma, oratoria, buena presentación, gran comunicador y, especialmente, ser un gran actor cuando, asumiendo el papel de redentor, prometa resolver los problemas de todos los mexicanos: Trabajo, educación, vivienda, salud, subsidios, protección a los oligopolios y monopolios...felicidad para todos, pues ahora los votos si cuentan. Pero como hay muy pocos aspirantes que porten tales cualidades, esos talentosos políticos sin escrúpulos compiten con gran ventaja sobre aquellos que no las tienen. Ello promueve la cultivación de habilidades como la mentira, la demagogia, el oportunismo, la corrupción, hipocresía. De esa forma el servicio público se convierte en campo vedado para quienes no las adquieran y ello, se traduce en que exclusivamente esa clase de hombres escalen las cumbres del poder tanto en la política como el círculo de negocios estatistas. Así los estándares de ética, la moral y el buen gobierno con los verdaderos mercados libres, se conviertan en sueños irrealizables. La competencia política en México nos sirvió el a un AMLO en la tarima nacional, gobernadores hermosos y caricaturas como Noroña. Pero los clientes en este mercado ya no son motivados solamente por el cambio. Desgraciadamente hemos abusado del nuevo juguete; la democracia, para olvidarnos que también somos una república y, como sucede en el DF, ahora reina la tiranía de las masas a base de los acuerdos colectivos envueltos en demagogia, siempre pendientes de las exigencias de las masas cuando salen a protestar, se amotinan, asaltan instituciones como el congreso, cierran carreteras o desfilan con machetes. Los nuevos populistas contra quienes nos prevenía Bolívar, ante esas "exigencias del mercado" reviven la parodia de Bastiat cuando, ahora refinando su demagógico mensaje, ofrecen felicidad perpetua, capital para todos los proyectos, medicina para los enfermos, consuelo para los tristes, diversión para los aburridos, leche para los niños y vino para los ancianos.... ¿quien da más? Pues eso es lo que cuesta la presidencia, la habilidad del gran demagogo cuando afirma: "me importa más el hambre del País". |
Para completar la Corte
MI G U E L Á N G E L G R A N A D O S C H A P A |
Para completar la Corte |
El 2 de febrero presentó el Presidente Calderón una nueva terna para que el Senado de la República designe al Ministro de la Corte que sustituya a don José de Jesús Gudiño Pelayo |
Con la lentitud proverbial, "las cosas en Palacio van despacio", el 2 de febrero presentó el Presidente Calderón una nueva terna para que el Senado de la República designe al Ministro de la Corte que sustituya a don José de Jesús Gudiño Pelayo, fallecido el 19 de septiembre pasado. Más de dos meses después de producida su vacante, el Ejecutivo envió a los senadores una terna compuesta por magistradas, ninguna de las cuales obtuvo la votación precisa, dos tercios de los miembros presentes, para ser elegida. Por una de ellas, Lilia Mónica López Benítez, sufragaron en la segunda ronda 74 senadores, sólo ocho menos del número exigible en ese momento, que era de 82. Los miembros del grupo panista, que tenían instrucción o habían acordado nombrar a otra candidata, se empecinaron en designarla, lo que fue imposible con sus 48 votos. Conforme a la Constitución, la terna fue devuelta para que la Presidencia enviara otra, lo que sólo ocurrió al comenzar el periodo de sesiones ordinarias. Por elegancia, por reconocer el grado de asentimiento que la magistrada López Benítez había obtenido, era de esperarse que estuviera incluida en la nueva terna, como ocurrió antes con la Ministra Margarita Luna Ramos, que en su primera presentación ante el Senado no alcanzó la mayoría exigida pero sí un apoyo significativo, razón por la cual quedó incluida en la segunda terna a partir de la cual se la eligió. Calderón prefirió enviar otra terna por completo diferente. Fue forjada con el criterio, probablemente exigido o por lo menos acordado con la Corte, de que se diera a escoger al Senado entre miembros de la carrera judicial. Desapareció el criterio de género invocado antes y los tres nuevos candidatos son magistrados, con lo que permanecerán en el pleno sólo dos mujeres. Uno de los tres candidatos, Jorge Mario Pardo Rebolledo, lo fue antes ya, en noviembre de 2009, pero entonces obtuvo sólo 12 votos contra 91 que favorecieron a Luis María Aguilar. Tres años antes se había frustrado otro intento de promoción de Pardo Rebolledo. Tocaba a la Corte el turno de nombrar a un miembro del Consejo de la Judicatura Federal, y no obstante que Pardo Rebolledo llegó a tener más votos que otros aspirantes, en la ronda de votación definitiva el nombramiento recayó en el magistrado César Esquinca, director entonces del instituto de formación de los funcionarios judiciales. Pardo Rebolledo, nacido en Veracruz, se graduó en la Escuela Libre de Derecho, en 1975. Su tesis se refirió al papel que la Suprema Corte, su futuro centro de trabajo si el Senado lo elige, jugaba en una etapa de la legislación electoral para desahogar el recurso de reclamación. Luego de una etapa de litigante en el despacho Cortés de la Huerta, ingresó en la carrera judicial desde abajo, como actuario y como secretario de juzgado. Después de ser secretario de estudio y cuenta en la Corte misma, fue designado juez de distrito y a partir de 1997 ascendió a magistrado. En ese papel sobresalió en varios casos, como el de Othón Cortés, acusado por la Procuraduría General de la República (en tiempos de Antonio Lozano, bajo el Presidente Zedillo) de haber hecho "el segundo disparo" que conforme a una de las varias teorías armadas para investigar el asesinato de Luis Donaldo Colosio lo ultimó luego del ataque inicial a cargo de Mario Aburto. En la apelación, el magistrado dejó en libertad a Cortés. Pardo Rebolledo fue escogido, tiempo más tarde, para investigar las violaciones graves a las garantías individuales en el caso de San Salvador Atenco. En su informe, rendido con su compañero Alejandro González Bernabé, hallaron que se produjo entonces un uso desproporcionado de la fuerza pública, pero el pleno no llegó a fincar responsabilidades a quienes ordenaron tal despliegue. Alberto Pérez Dayán estudió derecho en la Universidad La Salle y se doctoró en la Universidad nacional, es el único en la terna que alcanzó ese grado. Es profesor en la UNAM y ha escrito un libro muy solicitado: La ley de amparo y su jurisprudencia, que ha sido reeditado 13 veces. Comenzó su carrera en el poder judicial federal como secretario de un tribunal colegiado y luego de ser secretario de estudio y cuenta en la Corte, se le nombró juez de distrito. En febrero de 1998 fue ascendido a magistrado. En 2001 al tribunal de que era presidente, el séptimo en materia administrativa en el DF, le correspondió conocer una porción del entonces incipiente problema judicial que conduciría al desafuero de Andrés Manuel López Obrador. Un juez federal encontró que de nueve personas señaladas por haber violado una suspensión de amparo (entre ellas el secretario de gobierno, quien jurídica y materialmente era el responsable) sólo el Jefe de Gobierno del DF debía ser imputado, no obstante que no había tenido participación alguna en la presunta violación al mandamiento judicial. Dos de los tres magistrados votaron por confirmar la absurda sentencia del juez, pero Pérez Dayán opinó en sentido contrario, en una muestra de valiosa independencia judicial. Jorge Higuera Corona se graduó en la UNAM y allí mismo estudió el doctorado. De los tres miembros de la terna es quien más ha escrito. Se ha especializado en temas de ética judicial con un notable fundamento filosófico. Inició su carrera judicial en 1980 y por oposición alcanzó primero el cargo de secretario de estudio y cuenta y luego la magistratura, en 1997. Ahora integra el primer Tribunal colegiado del sexto circuito, con sede en Puebla. |
En México se aprehende sin pruebas y se juzga sin testigos
D E N I S E D R E S S E R |
Presunto Culpable |
En México se aprehende sin pruebas y se juzga sin testigos |
"Fuiste tú". "No te hagas pendejo". "No te explico nada cabrón". "Ya te agarré; ya te chingaste". Palabras rutinarias que pronuncia cualquier policía judicial a la hora de arrestar a cualquier mexicano común y corriente. Palabras que corren en contra de ese principio fundamental del Estado de derecho que es la presunción de inocencia. Palabras que revelan un sistema policial y penal dedicado a encarcelar inocentes, fabricar culpables, maquilar injusticias. Evidenciado en el estrujante documental de dos abogados con cámara, Roberto Hernández y Layda Negrete, que en "Presunto Culpable" retratan la podredumbre de los policías, la incompetencia de los ministerios públicos, la sinrazón de los jueces, la arbitrariedad del arresto. En México se aprehende sin pruebas y se juzga sin testigos. En México se condena aunque existan dudas razonables sobre la culpabilidad y razones para cuestionarla. En México una persona inocente se ve obligada a demostrar que lo es. Como le ocurre a José Antonio Zúñiga Rodríguez en el 2005. Acusado de homicidio calificado. Arrestado a pesar de que había testigos que lo situaban en otro lugar en el momento de los hechos. Condenado a 20 años de cárcel en el Reclusorio Oriente, a pesar de que la prueba realizada para ver si había disparado un arma había resultado negativa. Encontrado culpable en un proceso repleto de irregularidades, incluyendo la falsa cédula profesional de su abogado defensor. Encerrado en una celda con otros 20 reos, rodeado de cucarachas, durmiendo en el piso de concreto, muerto de frío, de miedo, de incertidumbre. Víctima de un sistema legal en el cual 93 por ciento de los presos nunca vieron una orden de aprehensión. Víctima de un sistema carcelario donde languidecen millones de mexicanos cuyos derechos han sido atropellados, porque ni siquiera saben que los tienen. "En la cárcel eres nadie", dice José Antonio Zúñiga. Pero es un hombre de carne y hueso para dos valientes abogados que creen en su inocencia y están dispuestos a luchar para comprobarla. En la pantalla plasman escenas que todo mexicano debe ver; narran una historia que todo mexicano debe conocer; condenan a un sistema judicial que todo mexicano debe rechazar. Torceduras trágicas como el testimonio acusatorio del único testigo quien acepta, en la reposición del procedimiento que los abogados logran conseguir, que no vio el disparo. Entrevistas enervantes como aquella en la cual el testigo admite que no sabía el nombre del acusado y sólo lo dio después de que le fue proporcionado por policías. Escenas kafkianas que captan a esos mismos policías judiciales responsables de la detención mintiendo, rehuyendo, manipulando, diciendo que "no recuerdan" el arresto. Y finalmente la voz de un policía anónimo reconociendo que a los "delincuentes" con frecuencia les inventan "delitos". Y de allí el imperativo de hacer las preguntas clave para entender el sistema de justicia en México. ¿Por qué la policía no investiga? ¿Cómo es que la policía puede inventar pruebas o desconocerlas o borrarlas? ¿Por qué nadie puede cuestionar el expediente después de que ha sido integrado por la Procuraduría? Cómo hemos permitido el surgimiento de un sistema en el cual una persona puede ser declarada culpable con base en la integración de un expediente, y sin haber visto jamás a un juez? ¿Por qué es posible detener a alguien sin pruebas, sin huellas, sin evidencia? ¿Cómo es que la presunción de inocencia ha sido reemplazada por la presunción de culpabilidad? Y precisamente por ello, 95 por ciento de las sentencias emitidas por los jueces, que nunca vieron o escucharon al acusado, son condenatorias. Por ello, 92 por ciento de las condenas en México no están basadas en evidencia física. Por ello, nuestro sistema de justicia es como una lotería en la que el "premio" puede ser un arresto arbitrario, una condena inexplicable, un encarcelamiento injustificado. La justicia institucionalizada, plenamente avalada por un juez resguardado dentro de un túnel de papel. Para los cientos de miles de mexicanos detenidos, los principios fundamentales del debido proceso y la presunción de inocencia no se aplican. La encarcelación se convierte en un castigo aún antes de la convicción. El mito del presunto inocente es reemplazado por la realidad del presunto culpable. Y si después de 804 días en prisión, José Antonio Zúñiga es declarado "absuelto", se debe al arduo trabajo de quienes realizaron un documental para probarlo. De quienes, como Roberto Hernández y Layda Negrete, exigen que sea posible videograbar todos los reconocimientos de personas, todos los juicios, todos los interrogatorios. De quienes insisten en que el presunto inocente tiene derecho a que el juez esté presente en el juicio, y que ese juicio sea oral. De quienes piden que envíes la palabra "Justicia" en un mensaje al 62362. De quienes saben que tú también, lector o lectora, debes saber el significado de un derecho legal consagrado en la frase en Latín: "Ei incumbit probatio qui dicit, non qui negat". La prueba del delito reside en quien acusa, no en quien niega. |
Sacando tajada de la polémica social
Rick Santorum, quien fuera el Republicano más conservador del Senado, planea postularse en las próximas primarias presidenciales de su partido. Si para las elecciones de 2012 el desempleo sigue por encima del 9%, casi cualquier Republicano puede ganar, inclusive Santorum.

Por George Will
En 1994, cuando Rick Santorum era un congresista de Pennsylvania en su segunda legislatura a la espera de ocupar un escaño en el Senado, un columnista le preguntó cómo pensaba ganar. "Las armas", respondió serenamente. Las legiones de aficionados a la caza del ciervo de Pennsylvania no utilizan armas de asalto, que el Presidente Bill Clinton trataba de prohibir, pero los cazadores que desconfiaban de esto, como del plan de reforma sanitaria de la mujer de Clinton, plasmaron un patrón de ataques a la libertad.
Santorum, de 36 años de edad por entonces, ganó por 87.210 votos -- ¿87.210 cazadores? -- de los 3.384.172 depositados, convirtiéndose en el primer senador conservador electo por Pennsylvania desde 1952. "Nunca", dice hoy, "subestime el poder de la polémica social".
Probablemente vuelva a poner a prueba ese poder -- y la teoría, que él rechaza, de que la inquietud económica ha marginado esas cuestiones -- postulándose a la candidatura presidencial de los Republicanos en 2012.
Santorum tenía una de las actas de votación más conservadoras del Senado y fue moderador plenario de la legislación más importante de la década de los 90, la reforma social de 1996, que Clinton vetó dos veces antes de aprobar. En el año 2000, Santorum se hizo con una segunda legislatura con el 52% del voto, y salió elegido tercer líder Republicano del Congreso por orden de importancia. En 2006, un año triste para los Republicanos, perdió 59 a 41.
¿Cómo puede presentarse a presidente, habiendo perdido sus últimas elecciones? ¿No es una fuerza política agotada? Bueno, ¿estaba acabado Richard Nixon tras perder la carrera a la gobernación de California en 1962?
Santorum ha realizado nueve visitas a New Hampshire, donde ha contratado al secretario de su comité de acción política estatal y a un director estatal, y vuelve enseguida. Ha estado otras tantas veces en otros dos de los primeros estados en elegir compromisarios, Iowa y Carolina del Sur, y tiene programadas otras dos visitas a esos estados.
Siete motivos de que no se haya comprometido a presentarse son sus hijos, de edades comprendidas entre los 19 y los dos años. Los Santorum se toman muy en serio la educación de sus hijos: Todos menos el más joven han recibido su educación parcialmente en casa. La más joven, Bella, es discapacitada de gravedad a causa del síndrome de Edwards, un cuadro clínico provocado por un defecto genético que impide que más del 90% de sus portadores cumpla sus primeros años.
A tenor de su apuesta presidencial, dice, "Mi esposa está cuerda, de manera que no quiere que haga esto". Pero tanto ella como él son detractores apasionados del aborto, y personas dedicadas a tratar de reformar la cultura abortista actual cada vez más cómoda con la idea de considerar prescindibles las vidas incómodas, incluyendo las de las personas como Bella.
Santorum participa de cuatro a seis veces a la semana en los canales Fox News y Fox Business, que son vistos - sobre todo el primero - por gran parte del electorado Republicano con voto en la elección de compromisarios. Y durante tres horas cada viernes ejerce de anfitrión en el programa radiofónico de William Bennett emitido a nivel nacional, que también tiene una audiencia mayoritariamente conservadora.
Santorum no pasa por alto las cuestiones económicas, pero como especialista implacable en ética, las reformula como cuestiones sociales: "¿Qué es el socialismo de corte europeo sino monarquía moderna que 'se ocupa' de la gente?" Por supuesto, tiene razón en que la crisis de deuda de América es, en el fondo, sintomática del fracaso del autocontrol, un defecto moral fundamental.
El primer acto del proceso de candidatura, los comités Republicanos de Iowa, es según Santorum un acontecimiento dividido. Una parte se refiere a los cristianos evangélicos y renacidos, que suponen el 60% de los participantes en los comités. La otra parte abarca a todos los temas. Ésta es la razón de que Mike Huckabee ganara en Iowa en 2008, y de que en 1988 Pat Robertson acabara en un segundo puesto sólido frente a Bob Dole y por delante de George H.W. Bush.
Tres personas que podrían haberse postulado, aunque todavía se pueden postular, para competir junto a Santorum por el fervor de los votantes con la polémica social incluyen al Congresista de Indiana Mike Pence, que ha decidido no presentarse. Y a Huckabee, que está desempeñando una buena labor como colaborador en Fox News. Y Sarah Palin, otra lumbrera de la Fox, es la que más tiene que perder económicamente por presentarse. Santorum cree que "la izquierda trata de provocarla para que se presente" esperando que obtenga malos resultados entre los votantes independientes que deciden la mayoría de las elecciones.
Tim Pawlenty, ex gobernador de Minnesota, estado que linda con Iowa, se está empleando a fondo y ha publicado un libro de fuerte temática religiosa, pero Santorum duda que Pawlenty cumpla el requisito de la pasión necesario para conectar con "los valores del electorado". Esa es la teoría Santorum.
Aquí tiene otra: Si el desempleo sigue por encima del 9% en 2012, casi cualquier Republicano puede ganar, y si se registra una recuperación sólida el partido hará mejor eligiendo candidato a alguien capaz de movilizar a su electorado.
Eso es sólo una teoría, pero esto es un hecho: Los social conservadores representan buena parte de ese electorado, se sienten abandonados y buscan a alguien como Santorum.
Hacia un «aterrizaje suave» en Egipto
El despertar egipcio conlleva promesa y esperanza y por supuesto merece nuestro apoyo. Pero sólo un ingenuo puede creer que es inevitable un resultado democrático. Y sólo un optimista a ultranza puede creer que todavía es el resultado más probable.
Quienes inician una revolución popular rara vez son quienes triunfan al final
Por Charles Krauthammer

¿A quién no le gusta una buena revolución democrática? ¿Quién no se siente conmovido por la renuncia al miedo y la aspiración a recuperar la dignidad en las calles de El Cairo y Alejandría?
La euforia mundial que ha recibido al levantamiento egipcio es comprensible. Todas las revoluciones son extasiantes los primeros días. El idilio se podría perdonar si esto fuera el París de 1789. Pero no lo es. En los 222 años transcurridos en el intervalo, hemos aprendido cómo pueden acabar estas cosas.
El despertar egipcio conlleva promesa y esperanza y por supuesto merece nuestro apoyo. Pero sólo un ingenuo puede creer que es inevitable un resultado democrático. Y sólo un optimista a ultranza puede creer que todavía es el resultado más probable.
Sí, la revolución egipcia disfruta de amplio apoyo entre la ciudadanía. Pero también fue el caso de las revoluciones francesa y rusa y de la iraní. Realmente en Irán, la revolución solo triunfó -- el shah tenía en contra a los mulás desde hacía tiempo -- cuando los comerciantes, las amas de casa, los estudiantes y los seculares se unieron para deponerlo.
¿Y quién acabó llevando las riendas? El elemento más disciplinado, despiadado e ideológicamente comprometido -- los radicales islamistas.
Es el motivo de que nuestro interés moral y estratégico primordial en Egipto sea la democracia real en la que el poder no se delega en aquellos creyentes en los comicios democráticos representativos con independencia del resultado. Ese será el destino de Egipto en caso de que impere la Hermandad Musulmana. Ese fue el destino de Gaza, bajo el brutal yugo de Hamás hoy, la rama palestina de la Hermandad Musulmana (véase el artículo 2 de los estatutos de Hamás).
Nos cuentan los sagaces analistas occidentales que no hay que preocuparse por la Hermandad porque probablemente sólo representa al 30% de los votos. ¿Esto es motivo de tranquilidad? En un país en el que la oposición democrática secular es débil y está dividida tras décadas de persecución, cualquier partido islamista que representa la tercera parte del voto va a gobernar el país.
Elecciones habrá. El principal objetivo estadounidense es orientar un periodo de transición que dé a los demócratas seculares una oportunidad.
La dinastía Mubarak es historia. Tiene 82 años de edad, es denigrado de forma generalizada y no se presenta a la reelección. La única cuestión es quién va a llenar el vacío. Existen dos posibilidades principales: un gobierno provisional formado por fuerzas de la oposición, encabezado probablemente por Mohamed ElBaradei, o un gobierno interino dirigido por militares.
ElBaradei sería un desastre. Como director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, hizo más que nadie por hacer posible una bomba nuclear iraní, encubriendo durante años a los mulás. (Tan pronto como abandonó el cargo, la IAEA difundía un informe notablemente duro y sin medias tintas acerca del programa).
Peor aún, ElBaradei se ha aliado con la Hermandad Musulmana. Una alianza de esta naturaleza es grotescamente desigual. La Hermandad tiene la organización, la disciplina y el apoyo amplio. En 2005, obtuvo aproximadamente el 20% de los escaños parlamentarios. ElBaradei no tiene electorado propio, no tiene apoyos políticos, y no tiene experiencia política en absoluto dentro de Egipto.
Lleva décadas viviendo en el extranjero. Tiene aún menos arraigo de residente en Egipto que Rahm Emanuel en Chicago. Un caballero sin electorado aliado de un partido político muy organizado y poderoso no es sino un hombre de paja y un portavoz de fachada, un tonto útil del que la Hermandad prescindirá en cuanto deje de tener necesidad de una cara cosmopolita.
El ejército egipcio, por contra, es la institución más estable e importante en el seno del país. Es de corte occidental y desconfía con razón de la Hermandad. Y es ampliamente respetado, llevando el prestigio del "Movimiento de Oficiales Libres" de 1952 que derrocó a la monarquía y de la Guerra de Octubre de 1973 que restauró el orgullo de Egipto junto con el Sinaí.
El ejército es el mejor vehículo para guiar al país hasta unos comicios electorales libres los próximos meses. Si lo hace con Mubarak en la cúpula o con el Vicepresidente Omar Suleimán, o tal vez con algún tecnócrata que no despierte las iras de los manifestantes, no es asunto nuestro. Si el ejército calcula que sacrificar a Mubarak (a través del exilio) satisfará a la oposición y pondrá fin a la agitación, que así sea.
El objetivo preferente es abrir un periodo de estabilidad durante el cual los seculares y el resto de elementos democráticos de la sociedad civil se puedan organizar de cara a las próximas elecciones y prevalecer. ElBaradei es una amenaza. Mubarak se marchará de una forma u otra. La clave es el ejército. Estados Unidos debería decir muy poco en público y hacer todo lo posible a través de los canales no habituales para ayudar en el parto militar de -- y después proteger -- lo que todavía es una posibilidad remota: la democracia egipcia.
México: Cifras de la guerra
México: Cifras de la guerra
por Sergio Sarmiento
Sergio Sarmiento es articulista de Reforma y comentarista de TV Azteca.
En esta ocasión la cifra oficial fue bastante peor que las estimaciones que habían hecho los medios de comunicación. Los conteos realizados de forma privada señalaban que en 2010 se habían registrado entre 11.500 y 12.000 ejecuciones.
Alejandro Poiré, vocero del gobierno federal en materia de seguridad pública, dio a conocer, sin embargo, una cifra mucho más elevada en la reunión de los Diálogos para la Seguridad del 12 de enero. La cifra que reveló fue de 15.273 homicidios dolosos vinculados con el crimen organizado tan solo en 2010. El total del sexenio, según este mismo funcionario, alcanzó las 34.612 muertes.
Estas cifras rebasan cualquier parámetro razonable. El número de muertes que se registran en muchos países que supuestamente están en guerra son muy inferiores. De hecho, podemos hablar de que México se encuentra involucrado formalmente en un conflicto civil.
El número de muertes se ha casi duplicado en el último año y se ha quintuplicado desde el inicio del actual gobierno. De nada ha servido que en la presente administración se haya duplicado el dinero que el gobierno invierte en temas de seguridad.
No podemos decir que todas estas muertes son directamente producto de la guerra del gobierno contra el narcotráfico. Hay muchas razones que están llevando a los criminales a ejecutar a sus rivales o a gente inocente. Sin embargo, la mayor parte de la violencia del crimen organizado parece estar relacionada con los cárteles de la droga y en particular con los distintos grupos que se pelean el control de los territorios y las rutas de exportación en nuestro país.
Lo curioso del caso es que esta enorme mortandad se está registrando como parte de un esfuerzo por detener el tráfico de unos productos, el 80 por ciento de los cuales es marihuana, que producen una mortandad mucho menor. De hecho, ni en México ni en EE.UU. se ha registrado una sola muerte por consumo de marihuana. Al parecer el gobierno de México, en parte por presión de las autoridades estadounidenses, ha optado por una solución que resulta mucho más dañina que el problema original.
La solución no radica en desmantelar las acciones contra el narcotráfico o contra el crimen organizado del gobierno mexicano. Pero se trata de reenfocarlas.
Por una parte, en el caso de las drogas, cuyo consumo ha seguido aumentando en EE.UU. y en México, el esfuerzo debe enfocarse a programas educativos en vez de policiales. Ya hemos visto que la gente no va a dejar de usar drogas por la amenaza de que se le meterá en la cárcel. Lo que tiene que hacer la autoridad es utilizar los recursos que hoy emplea en una actividad policial que ha resultado ineficaz para mejorar los programas de educación que convenzan a los jóvenes de no utilizar drogas.
El esfuerzo de la policía debe concentrarse, mientras tanto, en combatir los delitos con víctima, que son los que realmente agravian a la sociedad. Entre estos se cuentan, por supuesto, los homicidios dolosos, pero también los secuestros que se han vuelto cada vez más frecuentes en nuestro país.
A lo que no podemos cerrar los ojos es a la gravedad de una situación en la que se registran más de 15.000 ejecuciones en un solo año o 34.000 en apenas cuatro años de un gobierno.
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