RESISTENCIA DESDE EL NUEVO PARLAMENTO EN VENEZUELA Con una demostración más de su talante dictatorial, Chávez volvió a desconocer la voluntad popular, al confiscarle un triunfo electoral a la oposición | ||
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Por Mercedes Montero
El 26 de septiembre 2010, se llevaron a cabo las Elecciones Parlamentarias en Venezuela. Una vez más las condiciones electorales que constituyen nuestros derechos políticos fueron confiscadas por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) y lamentablemente aceptadas por la oposición sin reclamo alguno. Contra viento y marea, la oposición sacó mayor número de votos que el oficialismo, demostrando que el gobierno ha perdido la mayoría, de la que tanto se vanagloriaba; así como también la mayoría calificada que le permitiera manejar la Asamblea Nacional a su antojo.
Sin embargo debido a los cambios en los circuitos electorales, que fueron diseñados para que beneficiaran a los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, partido de gobierno), este no solo obtuvo más curules en la Asamblea Nacional, sino que también se dio al traste con los principios de proporcionalidad y representatividad fundamentales en un sistema electoral justo y democrático.
Con una demostración más de su talante dictatorial, Chávez volvió a desconocer la voluntad popular, al confiscarle un triunfo electoral a la oposición, tal y como lo hizo con el Referendo Abrogatorio de la Enmienda Constitucional, y cuando sustrajo las competencias a los gobernadores y alcaldes de oposición que salieron electos por voto popular en las Elecciones Regionales del 2008, a fin de anularles las posibilidades de llevar a cabo una buena gestión, lo cual NO ha podido lograr a pesar de la mezquindad a la que condena a su propio pueblo, que a final de cuentas es a quien está castigando.
En esta oportunidad se hace necesario destacar las confiscaciones de aquel que no parece haber entendido el concepto de democracia participativa, de la que tanto cacarea, pero ha pisoteado con unas acciones que contradicen su discurso.
1- Al darse cuenta de su pérdida de poder, decidió radicalizar su revolución, que no es otra cosa que el castro comunismo que los venezolanos no queremos, e hizo aprobar sin discusión, ni análisis, simplemente los diputados se limitaban a aprobar alzando la mano y en tiempo record 27 leyes confiscatorias de derechos ciudadanos fundamentales en el período comprendido entre Octubre 2010 y 5 de enero 2011, cuando la nueva Asamblea Nacional asuma su gestión.
2- Con la excusa de los estragos causados por las lluvias solicitó una Ley Habilitante (la 4ta desde que está en el gobierno) que le permitiera legislar por un período de un año. La Asamblea Nacional obediente al mandatario, le concedió graciosamente no 12 sino 18 meses para legislar a su libre albedrío. Con esta acción y la anterior confiscó el trabajo de los nuevos diputados y tiró en el pipote de la basura a la democracia participativa y protagónica con la que se hace propaganda internacionalmente.
3- Fue aprobada una Ley conocida como “anti talanquera”, con la cual se prohíbe y se penaliza con inhabilitación a aquellos diputados que por convicción cambien de forma de pensar y voten por propuestas contrarias a las del partido por el cual fueron votados en las elecciones. Es decir quedan prohibidas las libertades de pensamiento, expresión, opinión y elección.
4- La Asamblea actual votó un nuevo Reglamento Interno que limita la participación de los diputados en las discusiones parlamentarias. Se eliminan las sesiones plenarias, es decir se les coloca una mordaza a los diputados.
5- Los presos políticos que salieron electos diputados por votación popular están siendo sometidos a juicios expresos, para poder inhabilitarlos políticamente y quitarles la inmunidad parlamentaria. En cuanto a José Sánchez "Mazuco" en un juicio sin precedentes, el día 22 de diciembre a las 12.35 de la madrugada entre oscuridad y tiniebla, tras un juicio político lleno de irregularidades y vicios constitucionales y procesales sin precedente en la historia judicial venezolana fue “brutalmente condenado a 19 años de prisión”. En el caso de Biagio Pilieri, una medida judicial negó su traslado a Caracas para asistir a juramentación en la AN.
6- Por último los diputados del oficialismo le comunicarán y consultarán con Chávez todo lo que sea sometido a discusión en la Asamblea Nacional. ¿Independencia de poderes? ¿Dónde? ¿En Venezuela?
Diputados electos asumen nuevo parlamento en Venezuela este miércoles 5 de enero de 2010. Afortunadamente los diputados de la oposición parecen estar decididos a luchar por la democracia, en defensa de la pluralidad, a cumplir con el mandato popular de lograr leyes justas y revocar aquellas con las que se han confiscado los derechos de los venezolanos.
EL GOBIERNO DE BOLIVIA DECIDIO ENCARAR LA REALIDAD
EL GOBIERNO DE BOLIVIA DECIDIO ENCARAR LA REALIDAD Al gobierno Plurinacional, Pluricultural, Monárquico, Multiétnico, Multifacético, y Multiridículo de Evo Morales, se le acabó la plata para derrochar. Al célebre estadista altiplánico le demoró cuatro años encarar la cruda realidad. | ||
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JOSE BRECHNER
Al gobierno Plurinacional, Pluricultural, Monárquico, Multiétnico, Multifacético, y Multiridículo de Evo Morales, se le acabó la plata para derrochar. Al célebre estadista altiplánico le demoró cuatro años encarar la cruda realidad.
Después de llenarse los bolsillos contrabandeando combustibles al Perú y países aledaños, Morales no puede seguir manteniendo el precio ficticio de la gasolina que congeló desde que nacionalizó las refinerías.
El magnánimo socialista no tiene cómo cubrir sus gastos porque, entre otras cosas, Brasil -principal comprador de la cocaína boliviana- se puso duro con el narcotráfico, que era la fuente de ingreso adicional de los burócratas indigenistas.
Lula después de sus largos años de presidente en los que permitió que en las favelas no exista la ley y que la droga sea el principal medio de sustento, decidió hacer buena letra apenas aseguró la continuidad del Partido de los Trabajadores en el gobierno.
En su último acto sonoro atacó violentamente algunas poblaciones marginales y se hizo ver ante el mundo como legalista. Ya no podía esconder la evidencia de las denuncias que recibió por su indiferencia al crimen o su complicidad con los narcos.
En el Brasil la mafia se está volviendo más grande y fuerte que el estado. Y cualquiera que es más grande que el más grande en o país mais grande do mundo, o por lo menos de Sudamérica, es peligrosísimo. Algo parecido está sucediendo en México y en menor escala en la Argentina.
El gobierno de La Paz no tiene ese problema, sigue siendo el mayor productor y exportador de la cocaína boliviana. Con él compiten decenas de miles de pequeños narcotraficantes independientes que no tienen la organización de los temibles carteles, de manera que no son una amenaza para Morales.
No obstante la seguidilla de problemas que se le vienen encima lo pondrá en el inevitable lugar que les toca a los progres cuando ven que sus subsidios no pueden hacer que el mundo sea barato y que la inflación no exista.
El efecto multiplicador de la inflación que produce la suba de los combustibles, especialmente cuando suben de golpe 80%, es demoledor hasta para una economía como la de Suiza. Bolivia que está tan bien manejada como el país del queso, va a sentir el golpe con fuerza brutal.
Además de que no puede seguir con los demagógicos subsidios, a Bolivia se le está acabando el gas. En vez de albergar reservas para los próximos 25 años, como calcularon los lúcidos administradores socialistas, estas sólo durarán nueve más. Un error que se le pasa a cualquiera.
El Litio y los demás minerales que guarda el bendecido territorio está en manos “del pueblo”, no de quienes pueden explotarlo y generar ganancias. Está prohibido adquirir minas a menos que el comprador sea una cooperativa indígena.
No se trata de racismo es solamente “justicia social” a favor de los menos favorecidos, que como no tienen ni dinero, ni conocimiento, ni infraestructura para producir, pueden sentarse en sus montañas por siglos sin extraer un gramo de riqueza. Es la vieja tradición boliviana de veneración a la miseria.
Empezó la cuenta regresiva para el ecologista pirómano de bosques, el notable científico especialista en virilidad, el teólogo exégeta del animismo, el exitoso economista marxista-leninista, el distinguido diplomático mascador de coca, el profundo futbolista intelectual, prolífico orador e historiador: Dr. Honoris Causa Evo Morales. Su mentor Hugo el venezolano, está en las últimas, con una situación económica peor a la de él y no puede socorrerlo.
Tomando en cuenta que Morales pasó de vandálico piquetero al palacio de gobierno, se equilibró por mucho tiempo. Ahora se trata de pensar y trabajar, y de eso no entiende mucho. Por eso su vicepresidente empezó a tomar su puesto, reemplazándolo circunstancialmente. Desafortunadamente, en Bolivia el reemplazo circunstancial es más adictivo que la droga y más de uno se sentó en el asiento presidencial por unos minutos para no volverse a levantar.
Por cierto, ¿y el estallido social de 2010?
Por cierto, ¿y el estallido social de 2010?
Interludio
Román Revueltas Retes
Pues bien, ya pasó 2010 y quienes nos agitaban el espantajo de una nueva revuelta popular —bien arbitrariamente que lo hacían, además, porque eliminaban de un plumazo dos guerras civiles, la de Reforma y la Cristera, que ocurrieron en fechas intermedias— tendrán que esperar otros cien años a ver si se cumplen sus profecías catastrofistas. O sea, que en 1810 comenzó la revolución de independencia y que en 1910 se soliviantó Francisco Madero, pero que en 2010 no tuvimos mayores algaradas que las que organizaron los revoltosos del SME (y los alborotadores de siempre, esos de Antorcha Campesina y otras pandillas de parecido pelaje).
Pero el tema no deja de ser tremendamente atractivo para cantidad de escribidores: nos advierten, cada que pueden, de un “levantamiento social” que, sospecho, les provoca, desde ya, grandísima excitación y un alborozo apenas disimulado en tanto que la dicha sublevación vendría siendo una especie de castigo mayor que papá Gobierno —o, mejor dicho, el “sistema”— bien merece que le apliquen.
Hablar en nombre del “pueblo soberano” —ese buen pueblo de México tan sufridor, tan estoico, tan aguantador, tan noble, tan explotado, tan humillado y tan agraviado— es estar del lado bueno de la Historia pero si, encima, le atribuyes los poderes de un dios antiguo —vengativo y cruel— capaz de hacerse justicia a sangre y fuego, pues entonces ya no estás garrapateando una simple columna de opinión sino que funges de heraldo, de anunciador supremo, de emisario implacable ungido, justamente, por una colectividad de sacrificados justicieros. No es poca cosa. Imaginen ustedes el instante del pistoletazo de salida del estallido social y, en ese preciso momento, a alguno de los agoreros clamando: “Ya se los había dicho yo; estaban advertidos y avisados; ahora sufran las consecuencias”. Madre mía, qué exhibición de poder. Qué profundísima satisfacción, además.
Bueno, pues no hay que dar la batalla por perdida. Ya será para otra ocasión.
Los retos del Estado
Los retos del Estado
Día con día
Héctor Aguilar Camín
No hay publicación inteligente más contraria a la noción misma de un “gobierno grande” que The Economist. Pocas habrán informado mejor, sin embargo, y asumido con mayor presteza, el hecho de que la crisis financiera mundial de 2008, hija de la ausencia de gobierno en el banquete sin riendas del mercado, debía traer de nuevo a los gobiernos al rescate de sus inversionistas salvajes.
La revista no ve hacia el futuro otra solución que volver a echar de los negocios y de la economía precisamente al gran gobierno que ha salvado todo, si bien al precio de déficits monumentales que, en efecto, no se podrán pagar si la economía real, la economía de los mercados, no retoma su dinamismo y vuelve a caminar sola, sin subsidios.
La pregunta central de 2011, la polémica en curso de los economistas y los gobiernos, es si los subsidios han sido suficientes o hacen falta aún más para evitar una recaída.
De lo que nadie duda es de que los gobiernos grandes nacidos de esta crisis serán, todavía por un tiempo, desde luego todo 2011, instrumentos fundamentales no sólo para garantizar la estabilidad de la economía mundial, sino para emprender los nuevos rescates que hagan falta.
En su edición especial sobre “El mundo en 2011”, The Economist se pregunta por la capacidad de los estados modernos para hacer esa tarea. (Laza Kekic: “The estate of the state”). Al efecto, la revista recuerda su propio índice sobre la capacidad de los estados, la cual mide combinando doce indicadores: edad del estado en cuestión, su historia reciente de estabilidad, la seguridad de que gozan sus ciudadanos, sus niveles de corrupción, el tamaño de su economía informal, el estado de Derecho, la calidad de su burocracia, su control del territorio, el tamaño de la influencia externa, su grado de fragmentación étnica, la cohesión social y la confianza en las instituciones públicas.
De los 163 estados medidos en el índice, sólo 34 son juzgados como de alta capacidad; 38 resultan de capacidad moderada, 33 son considerados débiles y 58 como muy débiles.
México está entre los débiles. Argentina, Chile y Brasil, entre los moderados. Estados Unidos y toda Europa Occidental entre los de alta capacidad gubernativa, al igual que Australia, Sudáfrica y China.
La paradoja es que los mayores estados de alta capacidad gubernativa son los que desataron la crisis y muchos de los considerados de capacidad moderada o débil, como México y otros países latinoamericanos, como Argentina, Brasil, Perú o Chile, han salido más rápido y mejor librados de ella.
El mundo al revés: los estados más capaces de gobernabilidad política e institucional han resultado los más peligrosos económicamente para el mundo y para sí mismos. La sombra de la recaída sigue acechándolos y nadie puede decir que hayan acertado en la cura del desgobierno que permitió sus excesos.
¿De qué se ríen los legionarios?
¿De qué se ríen los legionarios?
El asalto a la razón
Carlos Marín
Algo muy grave debe suceder en Roma porque Benedicto XVI permite que la hoy septuagenaria Legión de Cristo siga tan vivita y coleando como cuando la regenteaba el monstruo que la fundó.
Instigado por el delegado pontificio (Velasio de Paolis), su director Álvaro Corcuera sólo ha prohibido a sus curas (13 de diciembre) la exhibición (pero nada más en público) de las fotografías de Marcial Maciel, o referirse a éste como “nuestro padre”.
Ayer, por primera vez en 70 años, los legionarios celebraron el aniversario sin la figura del depredador de quien ni sus hijos escaparon.
Para ser aceptadas por el Papa, a las órdenes se les reconoce una “inspiración divina”.
Le llaman “la experiencia de Dios en el fundador” (quien habría recibido un sublime don para “edificar a la Iglesia y evangelizar al mundo”).
Pero la Legión se reveló tan terrenal y vulgar como los crímenes de Maciel que, por carecer de sustento “divino”, lo único procedente es su desaparición.
¿Y sus miembros? Una de dos: asignarlos a otras congregaciones, o alentarlos a crear una en la que no haya rastro del violador.
Brasil presionaría a China sobre su política cambiaria
Brasil presionaría a China sobre su política cambiaria
Por John Lyons y Matthew Cowley
SÃO PAULO—Un sobrevalorado real podría estar convirtiendo a Brasil en un aliado de Estados Unidos en un asunto económico clave: presionar a China para que deje que su moneda se aprecie para solucionar los desequilibrios comerciales.
El nuevo ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Fernando Pimentel, señaló el lunes que la presidenta Dilma Rousseff, que asumió el mando el primero de enero, tiene la intención de incluir el tema de la debilidad del yuan en su agenda cuando viaje a Beijing en abril. Los funcionarios de EE.UU. desde hace mucho han acusado a China de mantener su divisa artificialmente débil para tener una injusta ventaja en el comercio internacional.
Brasil ha criticado a gobiernos que cree que han manipulado sus monedas, entre ellos Beijing. Hace poco, los funcionarios brasileños han dirigido sus comentarios más duros hacia EE.UU., que está imprimiendo dólares para hacer bajar las tasas de interés a largo plazo, mientras que no han criticado a China, un mercado cada vez más importante para un país rico en materias primas como Brasil. Sin embargo, la situación podría cambiar.
"Este es un tema que concierne no sólo a Brasil pero a todos los mercados emergentes", afirmó Pimentel ante periodistas en Brasilia.
Brasil ha coqueteado con ambas partes en la disputa cambiaria entre EE.UU. y China, a veces uniéndose a Washington en su crítica a Beijing y otras alineándose con Beijing para censurar la política monetaria estadounidense, la cual tanto el gobierno chino como el brasileño sostienen que pone a sus economías en desventaja.
Brasil tiene influencia económica en el conflicto. Hambriento de materias primas brasileñas como el hierro, China sobrepasó a EE.UU. hace poco como el mayor socio comercial de Brasil. A su vez, las empresas chinas están buscado acceso a las industrias brasileñas de rápido crecimiento, como la petrolera.
China ha intentado desestimar las críticas de Washington sobre el yuan como una queja infundada de un país industrializado rico, algo que no podrá hacer con Brasil.
"China podría ser más sensible a lo que otros grandes países emergentes piensen sobre su moneda", explica William Cline, un académico del Instituto Peterson para la Economía Internacional. "Esto socava su autoridad moral, cuando es Brasil quien lo critica en lugar de EE.UU."
El cambio de política pone de manifiesto la preocupación en el gobierno de Rousseff sobre la fortaleza del real, que se ha apreciado casi 35% desde comienzos de 2009. Una moneda fuerte perjudica a los exportadores y hace que a los fabricantes nacionales les cueste más competir con las importaciones más baratas de China.
Eswar Prasad, un experto que estuvo en el Fondo Monetario Internacional y ahora se encuentra en la Universidad de Cornell, dice que la división en el pensamiento brasileño refleja las diferencias entre los exportadores brasileños.
A los fabricantes brasileños, al igual que a los estadounidenses, les preocupa que un yuan infravalorado los haga menos competitivos a nivel internacional.
Los exportadores de commodities, no obstante, ven a China como un gigantesco mercado y no quieren disgustar a Beijing. En el último año, señala Prasad, el lobby de este sector ha ganado.
Por su parte, la nueva ministra de Planificación de Brasil, Miriam Belchior, dijo el lunes que el país también empezaría a abordar lo que los economistas afirman es una razón importante detrás de la fuerte apreciación del real: el creciente gasto del gobierno.
Incrementos anuales del gasto de alrededor de 20% han ayudado a impulsar el crecimiento económico.
En una conferencia de prensa, Belchior dijo que Brasil recortaría parte de los gastos planeados en el presupuesto de 2011 aprobado por el Congreso.
—Bob Davis, en Washington, contribuyó a este artículo.
El Banco Central de Chile intervendrá en el mercado de divisas
El Banco Central de Chile intervendrá en el mercado de divisas
Por Anthony Esposito
Dow Jones Newswires
SANTIAGO (Dow Jones)—El Banco Central de Chile emitirá instrumentos a corto plazo y usará facilidades por US$2.000 millones además de emitir US$10.000 millones en bonos en pesos y en unidades indexadas a la inflación para "esterilizar" su programa de compras de divisas por US$12.000 millones, informó el martes la autoridad monetaria.
En momentos en que el peso se negocia en un máximo de 32 meses frente al dólar y los exportadores exigen la intervención del mercado cambiario para frenar el fortalecimiento de la moneda local, que perjudica la competitividad de sus productos, el banco central anunció el lunes que aumentará en US$12.000 millones sus reservas en divisas durante 2011.
"La estructura de este plan ha sido diseñada con el objeto de suavizar los efectos que esta medida tendrá en los precios de los instrumentos del mercado de deuda", indicó el banco central en un comunicado.
Los efectos monetarios de la medida serán contrarrestados de manera de mantener "una provisión de liquidez en pesos en el mercado coherente con la tasa de política monetaria vigente, señaló el banco la sesión anterior.
El banco central renovó además, como de costumbre, US$1.000 millones en deuda que debía expirar este año.
Durante enero, "la compensación monetaria de las compras de divisas se hará exclusivamente con emisión de PDBC [instrumentos a corto plazo] y uso de facilidades o depósitos de liquidez", indicó la entidad.
Entre febrero y diciembre, el banco central continuará utilizando estos instrumentos además de emitir bonos denominados en pesos e indexados a la inflación.
La autoridad monetaria emitirá el equivalente a un total de 3,80 billones de pesos (US$7.800 millones) en bonos a dos, cinco, 10, 20 y 30 años denominados en unidades de foment, o UF, la unidad monetaria vinculada a la inflación de Chile. Cada UF equivale actualmente a 21.458,32 pesos.
El banco central emitirá además 230.000 millones de pesos en bonos denominados en pesos a dos años, 700.000 millones de pesos en bonos denominados en pesos a cinco años y 470.000 millones de pesos en bonos denominados en pesos a 10 años.
Los 'talibanes' del GDF
Los 'talibanes' del GDF
Martín Moreno
El calificativo endilgado a Marcelo Ebrard y a su gobierno de “talibanes laicistas” por parte de la Arquidiócesis de México, no pudo llegar en peor momento para el GDF que, aprovechando las horas muertas del amanecer del año nuevo, envió granaderos y fuerza pública para apoderarse de espacios defendidos por vecinos que se oponen a la construcción de la Supervía Poniente en el DF.
Horas después de este verdadero asalto de las fuerzas policiacas capitalinas a la zona de La Malinche en contra de grupos contrarios a la política urbana del GDF, la acusación enviada por la jerarquía de la Iglesia católica quedó como traje a la medida para el gobierno capitalino, al que acusó de ser encabezado por personajes “intolerantes a la crítica, fundamentalistas en sus principios morales, incapaces de aceptar el reto del diálogo con la racionalidad y el derecho”.
Y sí, el GDF demuestra un doble rasero con su desafortunada incursión policiaca a La Malinche: por un lado enseña el músculo para someter a aquellos inconformes a sus obras públicas, sin regatear en el uso de la fuerza policial, pero por otro lado exhibe su debilidad, incapacidad e ineficacia a la hora de hacerle justicia a los ciudadanos.
¿Por qué lo decimos?
Porque si el GDF demostrara la misma voluntad y capacidad a la que incurrió para apoderarse, por la fuerza, de los espacios defendidos por vecinos en La Malinche, para resolver los delitos en la Ciudad de México —como el secuestro, entre muchos otros—, seguramente la situación en el DF sería más halagüeña.
Allí está la incapacidad mostrada por la Procuraduría capitalina para resolver la desaparición de la estudiante de la UNAM, Adriana Morlett, ante la desesperación de su padre, Javier, quien ha tocado las puertas de la autoridad del DF y solamente ha recibido una respuesta: no podemos hacer nada.
A los ciudadanos inconformes, palo y represión.
A aquellos que exigen justicia, pretextos e indolencia.
Por eso la crítica de la Arquidiócesis de México, encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera, no pudo ser más oportuna y exacta para definir al gobierno de Ebrard: intolerante contra aquellos que se oponen a sus designios.
Para quienes desquician con marchas y plantones al DF cada vez que se les antoja, aliados del GDF —Panchos Villa, SME, taxistas—, hay protección policiaca y complacencia, mientras millones se vuelven locos en una ciudad cada vez más enferma.
¡Ah, pero para aquellos que se oponen a la Supervía y al Metrobús, hay represión, amenazas y hostigamiento!
Es cierto que el pleito entre la jerarquía católica y el GDF inició tras la aprobación de la unión legal entre personas del mismo sexo y la luz verde para que adopten menores, así como la despenalización del aborto y la renta de úteros. Son temas delicados que llevan a posturas irreconciliables entre un gobierno y la Arquidiócesis. Son asuntos que, a juicio de esta columna, deben ser decisión de carácter meramente personal y, por lo tanto, respetable.
El encontronazo era inevitable.
Pero es aquí donde el gobierno de Marcelo Ebrard cae en la intolerancia.
Por un lado, exige que se respete la decisión de aquellos que deciden sobre su propia vida y evoca a la libertad de pensamiento y palabra en el DF pero, cuando esa misma corriente de libertad le es contraria, entonces recurre a la fuerza policiaca para someter a los disidentes, como ocurrió con los vecinos en La Malinche, con los opositores al Metrobús y con todos aquellos que se oponen a los designios de Ebrard.
Y más allá de que el pleito con la Iglesia forme parte de los inevitables jaloneos rumbo a 2012, resulta también cierto que Marcelo Ebrard ha caído, a los ojos de todos, en la soberbia, en la intolerancia y acusa ya ese síndrome que a todos los políticos les da: el mareo de poder.
El falso izquierdista no acepta oposición. Pretende imponer su ley a costa de cualquier precio. Los vecinos de La Malinche merecían ser escuchados y respetada su postura mediante un diálogo civilizado, pero no ser reprimidos al amanecer del año nuevo y literalmente secuestrados en sus casas por granaderos.
Hoy, Ebrard navega en las aguas más peligrosas: las de la soberbia. Y podría ser esa soberbia la que lo lleve a caer desde la nube más alta, que son las caídas que más duelen.
Y mientras su soberbia lo exhibe, no parece darse cuenta de que, a lo lejos, Andrés Manuel López Obrador solamente espera el momento propicio para ubicar las cosas en su justa dimensión y ver pasar frente a sus ojos el cadáver de su rival, a quien ya le colgó la etiqueta de ser el “candidato de la mafia para 2012”.
Porque Marcelo debería saber ya que la candidatura presidencial será para AMLO.
ARCHIVO CONFIDENCIAL
* 2011: aumentos a gas, pan, tortilla, predial y más. Tráguense su roscota en el Zócalo, que ya se las cobramos por adelantado.
2011: ¿el año de las candidaturas?
2011: ¿el año de las candidaturas?
Leo Zuckermann
A finales de 1999, un semestre antes de la elección presidencial de 2000, ya estaban definidos los candidatos de cada partido: Francisco Labastida del PRI, Vicente Fox del PAN y Cuauhtémoc Cárdenas del PRD. Lo mismo ocurrió en 2005. Para diciembre de ese año ya sabíamos que los candidatos presidenciales iban a ser Roberto Madrazo del PRI, Felipe Calderón del PAN y Andrés Manuel López Obrador del PRD. ¿Será lo mismo este año? ¿A finales de 2011 quedarán definidos los candidatos presidenciales?
Tiendo a pensar que sí a pesar de los nuevos tiempos establecidos en la reforma electoral de 2007. Dicha reforma acortó los tiempos de las precampañas y campañas de la elección presidencial. De acuerdo al artículo 41 de la Constitución: “La duración de las campañas en el año de elecciones para Presidente de la República […] será de noventa días […] En ningún caso las precampañas excederán las dos terceras partes del tiempo previsto para las campañas electorales”.
El artículo 211 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) es más explícito sobre las precampañas: “Darán inicio en la tercera semana de diciembre del año previo al de la elección. No podrán durar más de sesenta días […] Las precampañas de todos los partidos deberán celebrarse dentro de los mismos plazos”.
La ley es supuestamente muy estricta con los actos anticipados de campaña. Ordena el artículo 211 Cofipe: “Los precandidatos a candidaturas a cargos de elección popular que participen en los procesos de selección interna convocados por cada partido no podrán realizar actividades de proselitismo o difusión de propaganda, por ningún medio, antes de la fecha de inicio de las precampañas; la violación a esta disposición se sancionará con la negativa de registro como precandidato”.
Se trata de una ley que nadie respeta. Hay precampañas pero, muy a la mexicana, se simula que no las hay. ¿Puede alguien negar que Santiago Creel, Enrique Peña Nieto, Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador ya estén en plena campaña rumbo a 2012? ¿Por qué no los descalifican por las actividades proselitistas que realizan cada fin de semana? La respuesta es sencilla: porque la ley está mal y todo el mundo —candidatos, partidos y autoridades— se hace de la vista gorda. Se trata de una norma que atenta contra la naturaleza de la política. Cualquier político tiene el derecho de hacer actividades proselitistas cuando lo considere pertinente para no rezagarse en una competencia.
Este año es precisamente lo que ocurrirá: las precampañas se intensificarán a pesar que la ley las prohíbe. ¿O usted piensa que llegaremos a la tercera semana de diciembre de este año sin que todavía se definan los candidatos presidenciales de cada uno de los partidos? ¿Serán los sesenta días de precampañas contemplados en la ley los definitivos para resolver las candidaturas?
Me cuesta trabajo imaginarlo. Yo creo que para diciembre de este año ya estarán definidos quiénes serán los candidatos presidenciales de por lo menos el PRI y el PRD. Estos partidos aprovecharán las dizque precampañas con el único propósito de fortalecer la imagen de los candidatos que seguro estarán en la boleta en julio de 2012. Así ha ocurrido en los procesos electorales estatales. El candidato ya está más que definido por el partido. Todo el mundo sabe quién es. Sin embargo, hacen dizque precampañas para aprovechar el dinero y los tiempos de radio y televisión para promocionarse. Al final del periodo de precampaña oficializan en una convención o asamblea el nombramiento del ungido. No hay sorpresas. Así creo que sucederá en el PRI (seguramente con Peña Nieto) y en el PRD (entre Ebrard o López Obrador).
Al único partido que a lo mejor veo haciendo una precampaña real de 60 días entre sus precandidatos es al PAN. Quizá. Ni siquiera me queda claro que así ocurrirá. Más bien creo que 2011, como 1999 y 2005, será el año definitorio de las candidaturas presidenciales. Y esto sin duda será el evento político nacional más importante de este año.
El pan y el circo de Marcelo
El pan y el circo de Marcelo
Está claro que “con la Iglesia ha topado” y que los católicos de profesión nunca le perdonarán los matrimonios entre personas del mismo sexo
Ricardo Alemán
Para nadie es novedad que Marcelo Ebrard está en plena campaña presidencial; que hace todo lo necesario para elevar su popularidad —con dinero público, claro—, su nivel de conocimiento y aceptación electoral.
Pero lo que no está claro para muchos otros es el origen, el tamaño y el talante de los adversarios que enfrenta el jefe de Gobierno, cuya imagen empieza a ser demolida desde dos extremos nada casuales, pero de potencia harto reconocida: la Iglesia católica y las organizaciones populares.
Está claro que Marcelo Ebrard “con la Iglesia ha topado” y que los católicos de profesión nunca le perdonarán los matrimonios entre personas del mismo sexo, la adopción por parte de parejas gay y la despenalización del aborto, entre muchos otros dizque agravios del GDF a los jerarcas de la denominación católica.
Lo curioso del asunto es que no está claro si la jerarquía católica reacciona por iniciativa propia —porque nunca utilizó la violencia verbal empleada ahora, y menos cuando intentaba detener las legislaciones motivo del supuesto agravio— o si alguna mano perversa, tras bambalinas, “mueve la cuna”. Y el tema resulta más curioso, por la extraordinaria ignorancia mostrada por los redactores del semanario Desde la Fe —órgano de difusión de la Arquidiócesis Primada—, quienes manipulan groseramente el concepto laico.
Dice el semanario que el gobierno de Ebrard y la Asamblea Legislativa son “talibanes laicistas”, por intentar imponer el laicismo como una religión. Esa es la interpretación de la jerarquía católica, para impugnar que el gobierno de Ebrard haya promovido la despenalización del aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo y que esos matrimonios pudieran adoptar, como parte de las libertades fundamentales de toda sociedad, más allá de credos y filosofías religiosas.
¿Pero qué es el laicismo? ¿Lo sabe la Arquidiócesis Primada? Parece que no. Según Guido Calogero, el laicismo “no es una filosofía o ideología política particular, sino el método de convivencia de todas las filosofías e ideologías posibles y el principio laico consiste en la regla de ‘no pretender poseer más verdad de la que cualquiera otro puede pretender poseer’”. El Estado mexicano y los tres órdenes de gobierno son laicos, por mandato constitucional. ¿Entonces quién es Talibán del laicismo?
Queda claro que una mano negra mece la cuna del semanario Desde la Fe, y que la intención es crear la imagen de que Marcelo Ebrard, en tanto gobernante y aventajado presidenciable de la izquierda, es lo más parecido al diablo. ¿Quién se beneficia de ese descrédito? ¿A quién le interesa demoler la imagen de Marcelo Ebrard..?
Pues a los mismos que han promovido curiosas organizaciones sociales contra la línea Bicentenario del Metro, contra las rutas alternas del Metrobús, y contra la Supervía a Santa Fe. No queremos decir que no exista malestar social contra esas obras y tampoco que no tienen razón vecinos de muchas de ellas que verán destruido su entorno social. Pero tampoco nadie puede ocultar que detrás de ese tipo de “organizaciones sociales” están profesionales de la protesta y la movilización, que se venden al mejor postor y que han estado en todas las “causas del México bueno”.
Y es que el tamaño del golpeteo contra Marcelo, de las campañas políticas y mediáticas contra sus aspiraciones presidenciales, es del tamaño del crecimiento del jefe de Gobierno en tanto aspirante presidencial. Y en el otro extremo es del tamaño del “pan y del circo” que ha montado Marcelo Ebrard para hacer crecer sus aspiraciones presidenciales. ¿Por qué pan y circo?
Porque de manera literal, Marcelo Ebrard ha recurrido al regalo de “pan y circo” a los capitalinos de escasos recursos. ¿Qué son, sino un circo populachero con fines de imagen, propaganda y aceptación electoral, los repetidos conciertos y espectáculos en Reforma y el Zócalo? ¿Qué es, sino el regalo de pan a los más pobres, la peregrina competencia de “la Rosca de Reyes más grande del mundo”? Marcelo Ebrard está en lo suyo, en la campaña propagandística rumbo a 2012, pero, claro, con dinero público. Por eso los recientes cambios en su gabinete, porque no cualquiera puede con el pan y el circo. Y por eso los embates en su contra. ¿Hasta cuándo la tregua con los católicos? Al tiempo.
EN EL CAMINO
Por cierto, lo de menos son las leperadas de la gente de Marcelo en Twitter. Lo revelador son los opinadores a sueldo. ¡La moderna izquierda, igual al viejo PRI!
Economía mexicana crea la mayor cantidad de empleos de los últimos 14 años
Economía mexicana crea la mayor cantidad de empleos de los últimos 14 años
Se alcanzó una cifra de 730 mil 348 nuevos empleos de cotizantes en el IMSS, explicaron los titulares de Hacienda y del Trabajo; de dicho número, el 70.1% corresponde a trabajadores permanentes del que ya se descontaron las bajas ocurridas

Así, explicaron que se alcanzó una cifra de 730 mil 348 nuevos empleos de cotizantes en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
De dicho número, el 70.1% corresponde a trabajadores permanentes del que ya se descontaron las bajas.
El secretario de Hacienda explicó que la recuperación de la economía mexicana, la segunda mayor de Latinoamérica después de la brasileña, en la primera parte de 2010 estuvo impulsada por la demanda externa y en la segunda por la demanda interna.
Muertos y resucitados
Ricardo Trotti
Muertos y resucitados
La muerte y sus connotaciones también jugaron un papel clave en la alteración de la popularidad de varios mandatarios que - además de llevarse a tres ex presidentes, el argentino Néstor Kirchner, el venezolano Carlos Andrés Pérez y el dominicano Salvador Blanco - quedaron registradas en frases curiosas.
El ecuatoriano Rafael Correa se consolidó con 73% de aprobación con su "mátenme si les da la gana" cuando mostró el pecho a los policías sublevados. El colombiano Juan Manuel Santos no tuvo mejor comienzo con "esta es mi bienvenida a las FARC", después de que la Fuerza Aérea le confirmó que había abatido al jefe militar guerrillero "Mono Jojoy". La flamante mandataria brasileña Dilma Rouseff, aseguró su pasaje a la Presidencia luego que se aseveró que como guerrillera "nunca disparó un tiro"; mientras el chileno Sebastián Piñera se afirmó en el cargo, convencido de que "los encontraremos vivos" debajo del "Campamento Esperanza".
Más allá de las frases, la resucitada política del año fue para Obama, después de haber admitido que perdió ese "toque especial" tras una derrota furibunda en las elecciones legislativas de noviembre que dejó su popularidad desmoronada y a los Demócratas en minoría en la Cámara de Diputados.
En junio, una encuesta de Wall Street Journal mostraba a Obama con un 45% de aprobación, golpeado por el derrame de petróleo en el Golfo, la crisis migratoria expandida por la ley antiinmigrante de Arizona y el desempleo por las nubes. Meses después, un sondeo de Gallup expuso otro descenso de simpatías por su apoyo a la construcción de una mezquita a dos cuadras de donde fueron derribadas las Torres Gemelas. Así, tumbo tras tumbo, el voto castigo era cosa anunciada.
Sin embargo, con reconocimiento de la derrota y trabajo bipartidista, Obama tuvo en estos días logros impresionantes. Rebajó los impuestos a la clase media, eliminó la ley que discriminaba a los militares homosexuales por expresar en público su preferencia sexual y consiguió que el Congreso aceptara renegociar con Rusia un tratado para limitar el número de ojivas nucleares.
No obstante su remontada de imagen, son muchos los escollos que deberá sortear para la reelección del 2012. La economía es el principal, aunque tampoco podrá desatender a la fuerza electoral hispana que lo continuará castigando en las urnas si no legaliza a más de once millones de indocumentados.
En Argentina, Cristina Kirchner también es otra personalidad política después de la muerte de su esposo. Si bien habrá que ver cómo influirán los hechos de violencia de estos días en Buenos Aires por la usurpación de terrenos, lo cierto es que a principios de diciembre, mediante anuncios sorpresivos de renegociación de deuda con el Grupo de París, la intención de voto a su favor superó con creces a sus rivales con un 44% camino a las elecciones de octubre próximo.
Sus opositores la daban por muerta, pero las simpatías por su duelo habrían influido a favor de su la percepción de su popularidad, que había tocado fondo con un 23% de aprobación a causa de acusaciones de enriquecimiento ilícito contra ella y su difunto marido.
Es que la buena imagen no siempre está atada a los hechos y frutos. De ahí el contraste entre la pobre imagen del peruano Alan García y la exitosa economía que construyó en el último lustro; o la del mexicano Felipe Calderón, cuyos logros son siempre opacados por los muertos que provoca el crimen organizado. Y a veces requiere prudencia, como se le aconseja al ex presidente brasileño Lula da Silva, que con 87% de aprobación al terminar su mandato, debería observar cómo se le desmoronó la altísima popularidad al ex mandatario colombiano Alvaro Uribe, tras complicaciones judiciales.
Este 2011, con elecciones presidenciales en Perú, Argentina, Guatemala y Nicaragua, tendremos muchas oportunidades para seguir observando cómo mueren y resucitan políticos y candidatos con los funestos y reverenciados índices de popularidad.
Carlos o el sueño americano
MarIo Vargas Llosa
Carlos o el sueño americano
Cuando yo era niño se hablaba en mi familia de un lejano tío que, una mañana soleada, dijo a su mujer que iba un momento a la Plaza de Armas de Arequipa a comprar el periódico. No volvió nunca más, y sólo muchos años más tarde se supo que había muerto en París. Cuando yo preguntaba a qué se había fugado ese tío a París, la abuelita Carmen y la Mamaé me respondían al unísono: "A qué iba a ser, ¡a corromperse!". Entre los miles de proyectos que se me han pasado por la cabeza figuró alguna vez el de tratar de averiguar la singular aventura de ese pariente prófugo y relatarla en un libro. Ahora que estuve en Chile descubrí que Alberto Fuguet había tenido la misma idea, con un tío también desaparecido, pero no en París sino en los Estados Unidos, y que él sí la había llevado a la práctica en un libro divertido, triste, posmoderno y audaz, que acabo de leer de un tirón: Missing (Una investigación). Se lo puede llamar una novela, porque este género es un cajón de sastre donde todo cabe, y porque Fuguet cuenta la historia de su desaparecido tío Carlos Fuguet, hermano de su padre, con técnicas y lenguaje novelescos, pero su libro es también muchas otras cosas y en eso reside su mayor atractivo: el testimonio de una búsqueda casi policial de un oscuro personaje extraviado en la oceánica sociedad norteamericana; la historia de una familia chilena de inmigrantes en California; una autobiografía parcial y la confesión de un escritor sobre los demonios personales que lo incitan a fantasear y la manera, entre racional, espontánea y casual, en que escribe sus libros. Pero Missing es sobre todo algo que, estoy seguro, su autor no se propuso nunca que fuera y que es, tal vez, su mayor logro: las ilusiones, éxitos y derrotas de los latinoamericanos que fugan a los Estados Unidos en pos del sueño americano. Dudo que algún historiador o sociólogo haya mostrado de manera tan vívida y persuasiva ese trance dramático del desarraigo de las familias de origen hispano de su suelo natal y su difícil implantación en su tierra de adopción, con éxitos agridulces, esfuerzos denodados, añoranza tenaz, y a veces, frustración y tragedias domésticas. El sueño americano es una realidad, sin duda, pero para una minoría, en tanto que para muchísimos otros es apenas un limbo mediocre, y para otra minoría, un infierno. El tío Carlos era un joven díscolo, rebelde, se llevaba muy mal con su padre, nunca encajó del todo en la familia, y un buen día delinquió, con un pequeño robo que lo mandó a la cárcel. Cuando salió, intentó por un tiempo reformar su vida, pero las disputas familiares y su perpetua insatisfacción con todo y con todos, lo llevó a apartarse de la parentela. Un buen día, ésta dejó de saber de él. Alberto Fuguet le tenía cariño y algo más: la fascinación que generan siempre las ovejas negras. Muchos años después de desaparecido aquel tío carnal, decidió buscarlo. Lo hizo y, sorprendentemente, lo encontró, sumido en la soledad más absoluta y ejerciendo un oscuro empleo en un hotelito de segunda o tercera clase, en las afueras de Denver. Tío y sobrino reanudan la vieja amistad, y en varios y espaciados encuentros en distintas ciudades y pueblos de Estados Unidos, aquél revela a éste su agitada y versátil existencia, su servicio en el ejército, sus mujeres transeúntes, sus trabajos itinerantes en albergues sórdidos y hotelitos de paso, la fechoría que lo devuelve a la cárcel, el desasosiego perpetuo del que nunca consigue librarse, su espasmódica carrera de bongosero en bandas musicales ínfimas, sus esfuerzos desesperados y siempre inútiles por dar un sentido a su vida y encontrar la paz interior. La historia del tío Carlos aparece en el libro en un largo y hechicero capítulo, como un monólogo en verso, una confesión que transpira verdad y tranquila resignación, la de un hombre vencido, que nunca se integró al medio en que fue transcurriendo su existencia, siempre en la periferia de todo, de las familias bien establecidas, de los empleos seguros, de los gringos y de los latinos, de la fortuna y la miseria, condenado a la mediocridad, a una suerte de extraterritorialidad compartida con miles de miles de otros como él, seres sin raíces ni referentes, viviendo en una especie de limbo al que sólo llegan residuos fugaces de la prosperidad y las oportunidades de que gozan los otros, descubriendo cada día, a cada paso que da sobre esas arenas movedizas que es para él la vida , lo esquivo y fugaz que puede ser también, para tantos, el sueño americano. ¿En qué falló el tío Carlos? Nunca fue un perezoso. Es verdad que no le gustaba estudiar y prefirió emplearse sin haber recibido instrucción superior alguna, lo que lo condenaba a vivir siempre dependiendo de empleos muy menores. Sin embargo, en algunas épocas se rompió el alma y llegó a aprender un oficio, el de la hotelería, en el que había empezado a progresar. Pero la falta de constancia hizo que abandonara siempre lo que tenía, y renunciara a lo que podía llegar a tener, en busca de un fantasma inaprensible que se le escurría cuando lo iba a tocar. No sabía qué buscaba, pero, gracias al libro de Fuguet, nosotros lo sabemos: era un rebelde y ni siquiera estaba enterado, un ser incapaz de resignarse a su suerte y al mismo tiempo víctima de una confusión que le impedía descubrir cómo y haciendo qué podía canalizar toda esa enorme energía y ansiedad que derrochaba en nimiedades. El tío Carlos no es un ser excepcional, sino el más común de los mortales, un muchacho al que las circunstancias hicieron perder sus raíces cuando era todavía un niño, y nadie le enseñó ni ayudó a reemplazarlas por otras, de modo que su vida transcurrió, como la de tantos millones de seres en el mundo de hoy, a los que las violencias políticas o religiosas, o las necesidades económicas, arrojan de sus países y llevan a peregrinar a sociedades a las que jamás se integran, aunque trabajen en ellas y vivan o malvivan allí el resto de sus vidas, como seres exóticos, excluidos o autoexcluidos de la suerte del común. La tristeza que embarga su historia resulta de que, a medida que vamos conociendo las peripecias cómicas, penosas o extravagantes que protagoniza, advertimos ciertas reservas de creatividad, de bondad, de inocencia, de generosidad, que había en él, y que nunca tuvo ocasión de aprovechar para construirse una vida mejor, porque el mundo en que vivió nunca se la dio. Es casi simbólico que el tío Carlos termine, ya sesentón y maltratado por los achaques, recibiendo una modesta pensión del seguro social, en un cuchitril de Las Vegas, la ciudad del azar y del dinero, las fortunas y las quiebras exorbitantes, solo como un hongo, y siguiendo un curso por correspondencia de Negocios y Administración de Empresas. El libro está construido con técnicas y métodos que varían de capítulo a capítulo y en los que el juego, el experimento, el humor, la insolencia, el desplante, ponen una nota risueña que contrasta con la materia de la historia, dolorosa y por momentos desgarradora. Es una combinación que funciona muy bien, porque exige del lector una atención alerta, para ir restableciendo la cronología real a partir de los saltos temporales constantes de la narración, y los respiros que las dudas y entusiasmos del propio narrador con su oficio y vocación, constantes a lo largo del libro, ofrecen de tanto en tanto, para desagraviar al lector de ese viaje por el fracaso, la sordidez, la rutina y la mediocridad que es el tronco central de la historia. Muchas partes del libro están escritas en un español mechado de anglicismos que, por instantes, parece a punto de convertirse en un spanglish, sin que ello llegue a ocurrir. Por el contrario, pasado un primer momento de desconcierto, este lenguaje, que no es, –claro está–, el de los hispanos de California, sino una recreación literaria del que muchos de ellos hablan, es de un encanto poético notable, una demostración de la formidable capacidad que tiene el español, en manos de un escribidor con talento, para metamorfosearse en tantas cosas sin perder su propia personalidad. Este estilo no es una caricatura ni un preciosismo formalista, es un estilo persuasivo y funcional, porque delata a través de su manera de hablar, lo que son quienes así se expresan, la inseguridad que los habita, el inconcluso mestizaje cultural y lingüístico que constituyen, los dos mundos que hay en ellos coexistiendo con aspereza y sin llegar a fundirse. En todos los libros de Alberto Fuguet que he leído hay siempre, junto con la historia que cuentan, una voluntad de innovar, tanto en la lengua como en la estructura narrativa. En Missing (Una investigación), es donde mejor lo ha conseguido.
Ruta correcta
Sergio Sarmiento
Ruta correcta
Felipe Calderón
No culpo al presidente Calderón por haber hecho un esfuerzo en su mensaje de Año Nuevo del 2 de enero para presentar una visión optimista de la lucha de su gobierno contra el crimen organizado. El primer elemento para tener éxito en una guerra es creer en la victoria. En nada habría ayudado a su causa el primer mandatario si hubiera ofrecido una apreciación más realista, más pesimista, de lo que está aconteciendo en nuestro país.
Sin embargo, no hay certeza de que estemos por la "ruta correcta". Tampoco de que "vamos a derrotar a los criminales" y a construir un "México seguro". Hasta este momento, de hecho, estamos perdiendo la partida sin que haya indicios de que podamos ver una mejoría en el corto o mediano plazos.
El gobierno del presidente Calderón ha aumentado de manera muy importante el dinero que dedica a la seguridad pública y a la procuración de justicia. Nunca habían tenido las instituciones nacionales en este campo tantos recursos como ahora. Con la incorporación del Ejército y la Marina a las labores de policía, por otra parte, se ha multiplicado el número de personas dedicado a estas labores.
Esta mayor inversión en dinero y gente ha redituado en más decomisos de droga, detenciones y muertes de narcotraficantes que nunca en la historia. En esto sí puede decir el gobierno que vamos por la ruta correcta. Pero como lo he señalado ya en varias ocasiones en este mismo espacio, el consumo de drogas sigue al alza en México y en los Estados Unidos mientras que los homicidios y las ejecuciones están aumentando a un ritmo vertiginoso. Según el ejecutómetro del periódico Reforma, en 2010 hubo 11,583 ejecuciones en el país, lo cual casi duplica las 6,587 del 2009 o quintuplica las 2,119 del 2006, último año del gobierno de Vicente Fox.
Cuando la gente expresa sus deseos de una mejoría en la situación de inseguridad no se refiere al dinero que se gasta en la lucha contra el narco o al número de capos muertos o a los decomisos de droga sino a una disminución en la violencia y en el número de delitos con víctima, como los secuestros. Hasta estos momentos no hay indicación de mejoría en ninguno de estos rubros. De hecho, la experiencia nos dice que entre mayor es el éxito en la detención o muerte de los grandes capos del narco, mayor es la violencia. Las luchas por el poder que dejan las ausencias de los líderes son la razón.
Es muy probable que se mantenga la situación de inseguridad que ha afectado a nuestro país en los últimos años. A lo mucho, me parece, podemos aspirar a que ya no sigan creciendo las ejecuciones, las cuales se encuentran en sus máximos históricos. Sin embargo, los números crecientes de secuestros y homicidios masivos, como son los casos de los indocumentados centroamericanos de Chahuites, Oaxaca, los cazadores guanajuatenses de Zacatecas, los turistas de Acapulco o los ilegales de San Fernando, Tamaulipas, no nos hacen albergar muchas esperanzas.
Entiendo que el presidente Calderón quiera ofrecer una expresión de esperanza en este año nuevo. Él ha apostado todo el poder de su gobierno al combate al narco y al crimen organizado. No hay otro tema al que le haya dedicado tanta atención y recursos frescos. Su legado histórico se verá ineludiblemente marcado por los resultados en este esfuerzo.
Los mexicanos, de hecho, quisiéramos que el presidente tuviera razón y que este 2011 ratificara que nos encontramos en la ruta correcta para construir un México de paz. Pero ante la experiencia de los últimos años, tenemos razones para ser pesimistas.
Optimismo. Si en el campo de la seguridad hay incertidumbre, en la economía hay confianza. Después de ganar 20 por ciento en pesos nominales, y 26 por ciento en dólares, en 2010, la Bolsa Mexicana de Valores empezó este 2011 con un nuevo salto y un nuevo récord histórico.
Ánimo herido
Federico Reyes Heroles
Ánimo herido
En el debe y el haber de una nación también hay un renglón dedicado al ánimo, al estado del alma nacional. En estas fechas de balances y propósitos el ánimo mexicano salió muy mal. Después de la violencia, el ánimo es hoy el problema más grave del país. Se dirá que el ánimo no puede andar bien cuando en los últimos cuarenta y ocho meses más de treinta mil mexicanos han muerto en confrontaciones diversas que sin embargo coinciden en algo: sangran la imagen de México, adentro y afuera. Se argumentará que lo primero es lograr la disminución -quizá no desaparición- de la nueva violencia para que el ánimo pueda recuperarse. Pero ese encadenamiento podría ser tramposo. Estamos derrotados porque no encontramos soluciones o es a la inversa, no encontramos soluciones porque estamos derrotados. La política es también cultivar el ánimo para lograr soluciones. Los mexicanos por fortuna no somos expertos en guerras. En un siglo -salvo el periodo 1942-45- hemos sido una nación sin episodios de guerra. La peor agresión exterior que hemos tenido -el hundimiento de dos buques petroleros el "Potrero del Llano" y el "Faja de Oro"- tuvo una distancia frente a la población general incomparable con un bombardeo en una ciudad. Muchos teóricos, con Émile Durkheim a la cabeza, han establecido que las agresiones externas tienden a cohesionar a las sociedades. En toda sociedad hay entonces una dosis de potencial cohesión que puede ser desatada en situaciones de emergencia. Eso es lo normal y sin embargo -por los resultados- eso no nos está ocurriendo, no en materia de seguridad. Para prueba está la incapacidad para lograr acuerdos legislativos tan urgentes como el mando único o la nueva ley de seguridad nacional y otras que ayudarían a que México tuviera mejores armas para la lucha. ¿Será que la agresión no es del todo externa? ¿Qué nos pasa? En esas situaciones de emergencia lo normal es que surjan líderes capaces de convocar a la sociedad a acuerdos de unidad frente al enemigo común, despertando así el potencial dormido. Hombres de excepción se vienen a la cabeza: Roosevelt, De Gaulle y por supuesto Churchill, gigantes que fueron capaces de inyectar a sus conciudadanos el ánimo necesario para resistir y encontrar las soluciones en medio del horror. Qué decir de Juárez. Pero más allá de los gigantes, los países tienen personajes que entienden las encrucijadas, crecen y asumen ese papel. Además de los héroes excepcionales que señalara Carlyle, siempre surgen liderazgos más terrenales. Pero ese tipo de liderazgo simple tampoco está entre nosotros. Una característica une a estos personajes: saben elevar sus miras. Quién podía poner en duda que Roosevelt se situó más allá de los intereses de los demócratas o republicanos. En qué pensaba Churchill cuando recorría el Londres bombardeado si no era en Gran Bretaña. Hoy en nuestro país, en plena emergencia, la prioridad es quién ganará el estado de México o cómo inflar a un candidato panista o en qué devendrá la tensión al interior del PRD. Este desfile de mezquindades no es asunto de un solo hombre, tampoco de un sector, los medios o de un partido. Lo grave es el carácter generalizado: no hay en el horizonte asomo de mínima grandeza. Eso también hiere al ánimo. Aquí estamos en un 2011 en el que habrá crecimiento económico, magro pero crecimiento; se generarán empleos, no los suficientes pero cientos de miles; la inflación estará controlada; las reservas crecerán; los ingresos petroleros serán más que suficientes para seguir drogando las finanzas públicas; la deuda está en niveles razonables lo mismo el nivel de déficit, en fin el panorama no es malo. Y sin embargo el ánimo está enfermo. Lo está porque la población descree de sus gobernantes, desconfía de su capacidad para establecer prioridades y actuar antes que nada a favor del interés común. El ánimo está quebrado por la fantástica facilidad de nuestros gobernantes para alejarse de cualquier sentido de urgencia. ¡Ni la brutal violencia pareciera suficiente para urgirlos a sentarse y llegar a acuerdos en la materia! ¿Qué esperar en otras áreas como energía, educación, salud o la propia vida política? Así mientras la señora Dilma Rousseff lanza una nueva iniciativa de reforma fiscal -y eso que la recaudación de Brasil es quizá el doble que la mexicana- y anuncia la intención de su gobierno de erradicar la pobreza extrema, en México la esperanza de una reforma laboral mediana se hunde en el pantano electoral. Eso es lo que desanima. La flamante presidenta de Brasil se compromete a la defensa del medio ambiente de uno de los países más extensos del orbe y nosotros somos incapaces de controlar la tala en el santuario de la mariposa monarca. Allá se habla de educación de calidad, de ciencia y tecnología mientras aquí esperamos a que la maestra le dé permiso a la SEP de avanzar en las evaluaciones. Por supuesto que la violencia sacude pero es la pequeñez la que nos hunde y hiere al alma.
El Presidente sabe que limpiamente no podría ganar
‘El Presidente sabe que limpiamente no podría ganar la elección de 2012′

El director del “Tal Cual”, Teodoro Petkoff, rechaza el actual sistema gubernamental y algunas acciones del Mandatario venezolano. Destaca, que el Presidente “sabe que limpiamente no podría ganar la elección de 2012 y de allí que esté tomando todas las medidas para crear un ambiente políticamente asfixiante”.
Esto es parte de lo que señala Petkoff:
El año 2010 terminó con Chacumbele abroquelándose tras una muralla de leyes, aprobadas a toda carrera por la moribunda Jaula de las Focas, que no hablan propiamente del Chávez sobrado y arrogante de años anteriores sino de uno que siente el piso moverse, que su respaldo popular se achica y se ve obligado a asumir una postura defensiva.
El bunker legislativo tras el cual Chacumbele pretende escudarse es la evidencia de que siente que para hacer avanzar el proyecto personalista que le es propio necesita acentuar todos los elementos que configuran un régimen dictatorial y, peor aún, algunos de los rasgos que caracterizan un régimen totalitario.
Para el “socialismo del siglo XXI” no sólo no existe de su parte disposición consensual alguna sino ni siquiera con sus propios partidarios considera necesario debatirlo.
La manera como el Presidente hizo aprobar las leyes por las focas, a las cuales tomó completamente por sorpresa, revela que el “socialismo del siglo XXI” es concebido por él como fruto de una imposición a la brava sobre la sociedad y hasta sobre sus propios seguidores, en parte de los cuales siente ya bullir el descontento.
Chacumbele ha ensanchado el camino que conduce al ejercicio dictatorial del poder, pero como ha venido sucediendo con todos sus actos, estos poseen una naturaleza ambivalente. Por un lado, proyectan la imagen de un mandatario todopoderoso, que hace lo que le da la gana, pero por el otro generan cada vez más rechazo y repudio hacia sus políticas y conductas.
El 26 de septiembre marcó un punto de inflexión en la tendencia hacia la baja en su sostén popular, que ya desde 2007 comenzaba a abrirse paso, pero que en las elecciones parlamentarias alcanzó el punto de no retorno.
Desde ese momento en adelante, el proceso de erosión en la antigua base popular de Chacumbele ha adquirido un carácter sostenido y permanente, literalmente irreversible, a menos que la oposición cometa improbables errores garrafales.El Presidente lo sabe. Sabe que limpiamente no podría ganar la elección de 2012 y de allí que esté tomando todas las medidas para crear un ambiente políticamente asfixiante, dirigido a desmoralizar y desmovilizar a esa mayoría a la cual ya sabe contraria a sus designios. Quiere ganar por forfait. Sin embargo, no podrá.
Su propia acción está generando los factores que impulsan la reacción de un país que siente ya inaguantables los extremos de abuso y atropello alcanzados por el gobierno y ve con activa preocupación las señales de un empeoramiento generalizado de la vida nacional, en general, y de la económica en particular.
La reciente devaluación no sólo agrava la indetenible inflación que corroe sueldos y salarios sino que pone de bulto las graves dificultades que confronta el propio gobierno en el manejo de la economía y del fisco.
El país sabe que este gobierno alcanzó su nivel de incompetencia y no está dispuesto a pagar los platos rotos por un grupo de incapaces y corruptos, encabezado por Chacumbele, que ahora, para colmo, pretende cruzar el umbral de la dictadura.
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