domingo, 6 de marzo de 2011

Argentina y la violencia subsidiada

M adrid -- La Feria del Libro de Buenos Aires, la mayor de todo el ámbito cultural en lengua española, invitó a Mario Vargas Llosa, reciente Premio Nobel de Literatura, a inaugurar el evento el próximo 20 de abril. Inmediatamente, un grupo de intelectuales argentinos, encabezados por el Director de la Biblioteca Nacional, se opuso mediante una carta pública, porque, supuestamente, la presencia del escritor peruano ``ofende a un gran sector de la cultura argentina'', es decir, a la facción peronista. Con bastante sentido común, la presidente argentina, Cristina Fernández, llamó al fanático que la defendía con tanto ardor y le pidió que depusiera su actitud. Era contraproducente.

Vargas Llosa, en el pasado reciente, cuando vivía D. Néstor, fue un crítico acerbo del matrimonio Kirchner, especialmente por la asombrosa capacidad que tenían los esposos para multiplicar el patrimonio familiar de manera poco ortodoxa. El artículo que irritó hasta el cólico hepático a los peronistas se tituló Flor de pareja, y explicaba, en un tono irónico, con un toque de humor negro, basándose en información pública, cómo este dúo de políticos compraba grandes terrenos al costo (aproximado) de un dólar por metro cuadrado, para venderlos, un año más tarde, a setenta. De esa manera, en muy poco tiempo, los Kirchner multiplicaron por diez la fortuna familiar conocida, hasta convertirse en multimillonarios.

Uno de los rasgos más enigmáticos del peronismo, y en cierta medida de una parte sustancial de la sociedad argentina, es la indiferencia cómplice ante la manifiesta deshonestidad de muchos de sus políticos. No les importa que saqueen el erario público, que reciban cuantiosas coimas o que vulneren medio código penal constantemente. Cuando llegan las elecciones, los candidatos peronistas que tienen ese comportamiento (no todos, afortunadamente) son respaldados por unos electores que no parecen entender que las riquezas que amasan estos ladrones, directa o indirectamente salen del bolsillo de la totalidad de los argentinos.

¿Por qué una parte, quizás mayoritaria, del electorado argentino es insensible ante estas violaciones de la ley y de las normas morales? A mi juicio, por tres razones:

Porque el peronismo introdujo en el país, desde hace sesenta años, una práctica política clientelista, mediante la cual el militante otorga su apoyo a cambio de algún privilegio o de alguna dádiva que le concede el político. Votan con el estómago, no con el corazón ni con la cabeza.

Porque prevalece una actitud cínica hacia el sistema democrático, forjada en la falsa premisa de que ``todos los políticos son igualmente corruptos''. (No es verdad: en Argentina hay políticos y funcionarios honrados).

Porque muchos argentinos, tras varias generaciones de anomia continuada, están dispuestos a incumplir las leyes si obtienen de ello algún beneficio, lo que convierte en una quimera el ideal republicano de contar con una sociedad de ciudadanos responsables, voluntariamente colocados bajo la autoridad de la ley. Esa actitud, sencillamente, no es la que prevalece en un país en el que un sector notable de la población se ufana de romper las normas.

o es de extrañar, pues, que en este lamentable clima cívico, tan propicio para el surgimiento del fascismo y tan alejado de las virtudes republicanas, haya arraigado la costumbre de utilizar algún grado de violencia contra quienes denuncien las violaciones de la ley o, simplemente, manifiesten criterios contrarios a la corriente oficialista.

Aunque, a pedido de la presidente, se suspendió el movimiento de quienes pretendían impedir que Mario Vargas Llosa inaugurara la Feria, lo probable es que los sectores oficialistas del peronismo, ante la presencia del famoso novelista, monten lo que en Argentina llaman un ``escrache'', extraña palabra que describe una especie de violento pogromo orquestado para callar a los conferenciantes o intimidar a los asistentes que desean oírlo.

¿Quiénes serán los escrachadores? Los hay de sobra. Argentina es uno de los pocos países del mundo cuyo gobierno subsidia a grupos violentos para que metódicamente destrocen la paz social y crispen las relaciones entre sectores de distintas vertientes. Son profesionales de la bronca, patoteros sostenidos con el dinero de los contribuyentes. Viven de eso y para eso. Son los agentes de la intolerancia tarifada.

El declive de América del Norte

El declive de América del Norte

ANDRES OPPENHEIMER

Cando el presidente Barack Obama recibió en la Casa Blanca al presidente mexicano Felipe Calderón días atrás, el mandatario estadounidense celebró el inicio de ``una nueva era de respeto y cooperación y asociación entre nuestros dos países''. Desafortunadamente, nada de lo anterior es cierto.

Por el contrario, casi dos décadas después del acuerdo de libre comercio de 1994 entre Estados Unidos, México y Canadá, el proyecto de integración de América del Norte está perdiendo vigor. China ha tomado el lugar de México como el segundo socio comercial más importante de Estados Unidos, y el comercio entre los tres países norteamericanos está disminuyendo como porcentaje de su comercio global.

Un informe reciente de la Fundación Canadiense para las Américas, Focal, reveló que las exportaciones entre los tres países norteamericanos han disminuido significativamente en el curso de los últimos diez años: mientras las exportaciones mutuas alcanzaban el 55 por ciento de las exportaciones globales de los tres países en 2001, el porcentaje cayó al 46 por ciento en 2009.

El comercio total entre los tres países --exportaciones más importaciones-- disminuyó desde el 46 por ciento de su comercio total hace diez años al 40 por ciento en 2009.

En cuanto a las inversiones estadounidenses en México, han subido enormemente en los últimos años en volumen, pero su porcentaje del total de las inversiones extranjeras en México ha disminuido desde el 40 por ciento en 1987 al 32 por ciento en 2008.

Aunque el éxito comercial de China y los controles fronterizos de Estados Unidos tras los ataques terroristas del 2001 han sido algunos de los motivos de la decadencia de la integración norteamericana, ``el motivo mucho más importante es la ausencia de liderazgo'' por parte de los mandatarios de los tres países, afirma el informe.

De hecho, los líderes de los tres países celebraron una cumbre en Guadalajara, México, en agosto de 2009, donde los tres jefes de estado se comprometieron a volver a reunirse en Canadá en 2010 para seguir avanzando con la agenda de integración. Pero la cumbre de Canadá nunca se llevó a cabo, y fue reemplazada por un encuentro de cancilleres para hablar sobre Haití y sobre otros problemas regionales.

``Los tres gobiernos nos han recordado por qué America del Norte está en decadencia: porque carecen de imaginación y de liderazgo'', escribió Robert Pastor, codirector del Centro de Estudios Norteamericanos de American University, que escribió el informe de Focal y es autor del libro de próxima aparición La idea de América del Norte.

``Necesitamos volver a impulsar la idea de una Norteamérica grande, basada en la simple premisa de que los tres países se benefician cuando a uno de ellos le va bien, y que todos nos perjudicamos cuando uno fracasa'', agregó.

¿Qué habría que hacer?, le pregunté a Pastor en una entrevista telefónica. El primer paso sería adoptar un arancel externo común para las importaciones de otros países fuera de la región, dijo. Eso permitiría a las empresas estadounidenses fabricar productos a un costo mucho menor, y ser mucho más competitivas a nivel global, agregó.

Otras medidas incluirían la creación de reglas comunes para reducir los controles fronterizos --un camionero canadiense necesita diez credenciales para pasar desde Canadá a México-- y establecer un plan de infraestructura destinado a conectar caminos desde el sur de México hasta el resto del continente, dijo.

``Estados Unidos exporta seis veces más a México que a Brasil'', añadió. ``Necesitamos profundizar nuestra integración para hacernos más competitivos con Asia''.

¿Pero es factible eso con un presidente de EEUU que necesita el apoyo de sindicatos opuestos al libre comercio, y un nuevo Congreso controlado por los republicanos y colmado de legisladores antiinmigrantes?, le pregunté a Pastor.

``Sí'', respondió. ``Es más, una de las pocas cosas que podría unir a demócratas y republicanos son la competitividad económica y la seguridad''.

Mi opinión: Estoy de acuerdo. Fue muy sintomático ver en conferencia de prensa conjunta de Obama y Calderón el 3 de marzo en que, mientras el presidente mexicano abogó por una ``perspectiva regional'' para ``convertir a América del Norte en la región más competitiva del mundo'', Obama esquivó el tema regional por completo.

Estados Unidos necesita urgentemente profundizar la integración económica con México y con el resto de Latinoamérica, si realmente quiere convertirse en un país mucho más competitivo a nivel global.

China está formando un poderoso bloque comercial con los diez países de la Asociación de Países del Sudeste Asiático, y la Unión Europea se ha ampliado hasta constituir un mercado común de 27 países.

¿Acaso puede EEUU seguir solo? No, no puede, pero el gobierno de Obama y los republicanos en el Congreso no se han dado cuenta.

Caudal incontenible de armas fluye de EEUU

Caudal incontenible de armas fluye de EEUU hacia México

BROWNSVILLE, Texas

Los agentes federales apenas pueden frenar un poco el río de armas que fluye hacia México.

En dos años, una nueva iniciativa para reforzar las inspecciones de viajantes que cruzan la frontera sur ha interceptado apenas 386 armas, una parte casi infinitesimal respecto de las aproximadamente 2,000 que se introducen a México cada día.

El problema volvió a salir a colación el mes pasado, cuando un agente del Servicio Federal de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) fue asesinado en una autopista de México, con un arma adquirida a las afueras de Fort Worth, Texas.

Detener el traslado de armas, municiones y dinero de Estados Unidos a México ha resultado una labor muy complicada para las autoridades en ambos lados de la frontera.

En marzo del 2009, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, se unió al presidente Barack Obama para anunciar planes con los que Washington ayudaría mejor a que México lidiara con la violencia relacionada con el narcotráfico que ha dejado más de 34,000 muertos desde el 2006.

``Hay que interceptar las armas. Hay que impedir que lleguen a México'', dijo Napolitano en aquella ocasión.

Desde entonces, los agentes de la dirección de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), quienes suelen dedicarse a revisar las personas y los vehículos que entran a Estados Unidos, han formado equipo con integrantes de la Patrulla Fronteriza y, a veces, con policías bajo las órdenes de los alguaciles en las comunidades limítrofes con México, para inspeccionar también a los viajantes que dejan el territorio estadounidense.

Pero sus progresos son pocos.

En el año fiscal 2009, los agentes de la CBP en todos los cruces a lo largo de la frontera de 3,200 kilómetros (2,000 millas), entre Brownsville, Texas, y San Diego, se incautaron de 107 armas.

Durante el año fiscal siguiente, que concluyó el 30 de septiembre, interceptaron 279 armas. Se trata de las cifras más recientes disponibles en la frontera.

La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), reportó haber decomisado 2,633 armas en el 2009 en sus oficinas en los cuatro estados del suroeste que colindan con México. También esas son las estadísticas disponibles más recientes.

Sin embargo, esas armas fueron incautadas antes de que se intentara transportarlas a través de la frontera. Aun si ese número se sumara al total, seguiría representando poco más de lo que, se estima, pasa hacia México en un solo día.

Un estudio realizado en noviembre del 2008 por The Brookings Institution, centro de investigaciones en Washington, declaró que 2,000 armas estadounidenses se introducen a México cada día. El reporte, compilado por una comisión que incluye al ex presidente mexicano Ernesto Zedillo y a Thomas Pickering, ex embajador en Rusia y prominente funcionario del Departamento de Estado bajo la admini stración del ex mandatario Bill Clinton, representa el cálculo más amplio sobre el tema, aunque no incluye información sobre cómo se llegó a esa cifra.

Los esfuerzos por detener el paso de municiones no han sido más exitosos. Las inspecciones al tráfico que sale de Estados Unidos lograron decomisar 93,141 cartuchos útiles en el último año fiscal, más de cuatro veces el monto incautado durante el año previo.

Las incautaciones de efectivo que iba hacia México cayeron de más de $37 millones en el año fiscal 2009 a cerca de $27.4 millones el año pasado.

La ATF enfrenta ahora críticas, después de que tanto el noticiero CBS como el Centro para la Integridad Pública --un organismo sin fines de lucro-- reportaron que los agentes federales que investigaban el tráfico de armamento por parte de los carteles de la droga permitieron que cientos de armas compradas en Estados Unidos llegaran a México.

La agencia y los fiscales permitieron que las armas cruzaran la frontera, para investigar el caso y buscar la detención de los traficantes, reportó el centro.

De septiembre del 2009 al 31 de julio del 2010, el gobierno mexicano se incautó de más de 32,000 armas ilegales. En México se requiere un permiso de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para adquirir un arma, e incluso entonces, los compradores sólo pueden hacerse de pistolas de un calibre máximo de .38.

No todas las armas de fuego provienen de Estados Unidos. Las autoridades mexicanas han investigado reportes de que algunas fueron proporcionadas por traficantes en Israel y Bélgica.

Muchas armas usadas para perpetrar asesinatos en México nunca fueron objeto de una investigación para rastrear su origen. Sin embargo, la ATF ha estimado que, de las armas descubiertas en escenas de crímenes en México, y de las que sí se hace un rastreo por parte de las autoridades, casi 90 por ciento fueron adquiridas en Estados Unidos.

Eso ocurrió con la pistola encontrada en el lugar donde se llevó a cabo la emboscada que mató al agente especial del ICE, Jaime Zapata, el 15 de febrero, en una autopista en el estado mexicano de San Luis Potosí. El compañero de Zapata recibió dos disparos en una pierna.

Las autoridades dicen que la pistola de 7.62 milímetros fue comprada en Joshua, Texas.

``Cuando un agente estadounidense es asesinado con un arma adquirida ilegalmente en Estados Unidos, esto realmente ilustra la ironía de nuestra política actual'', dijo David Shirk, director del Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego.

¿Y AHORA POR DONDE?

REFLEXIONES LIBERTARIAS
¿Y AHORA POR DONDE?
Ricardo Valenzuela

En Noviembre de 1993 los mexicanos iniciamos un vía crucis totalmente desconocido. Después que la mano divina favoreciera a Luis Donaldo Colosio con la candidatura a la Presidencia, por primera vez emanaban agresivos borbotones de inconformidad en la otrora disciplinada familia tomando a todo país por sorpresa, pero en especial al mismo ejecutor de el celestial dedazo—el Presidente.

Durante los siguientes meses explotaría un volcán de pasiones políticas que pondría a prueba nuestras temblorosas instituciones, el poder omnipotente del mandatario, la frágil estructura económica que se pretendía reformar y, con la muerte de Colosio, llegaría luego el doloroso corolario. Diciembre nos servía una devaluación como tiro de gracia para una enfermiza banca, para millones de raquíticos negocios lo que le costarían al país más de 500,000 millones de dólares.

Moría una época, pero lo grave era que el intestado difunto no dejaba instrucciones en un país en el cual la estructura total dependía de eso; de la línea. Entre los empujones el dedo ahora ungía a un oscuro funcionario ubicado en las finanzas nacionales; Ernesto Zedillo. Los conspiradores nunca imaginaron que, con sus acciones, finalmente le abrían el zaguán de los Pinos a la sedienta oposición. El Pacto de Calles presentaba profundas grietas y los priistas tradicionales, “todos con el Presidente,” se sumaban a una manada sin caponera.

La bitácora presidencial listaba el plan iniciado por Salinas cinco años atrás con la tercera versión del Liberalismo. La primera fue de Juárez, pero se corrompía cuando se transformó en una visceral persecución de la Iglesia. La segunda emergía con el sello de Porfirio Díaz para darle su tono muy personal con un liberalismo económico—encabezado por los científicos y como religión el positivismo de Comte— pero con una tremenda autocracia política que lo atornillara en la silla casi 40 años. Salinas zarpaba con una tercera pero, para no dejar sentidos, le daba también su tono personal para convertirlo en el Neoliberalismo.

En Diciembre de 1994 Salinas entregaba el poder en medio de una seria crisis. Era claro el que su gestión “liberadora” había producido el destete de la familia revolucionaria, pero con 70 años de retraso. Por ello, en lugar de presentar un desahíje de becerros dos añeros listos para invadir los mercados mundiales, mostraba una partida de novillones centenarios portando cornamentas que no les permitían abordar el tren de la modernidad. Ante tal dilema, esos prehistóricos torunos simplemente buscaron los copiosos mezquitales para amogotarse en los ramajes del partido esperando tiempos mejores.

En Diciembre de 1994 Zedillo se aferraba al timón de un barco a punto de naufragar. Los novillones celebraban su anticipada victoria y emergían de los mogotes. Nunca imaginaron que Zedillo, ante la crisis, crecería a nivel de estadista enfrentando los problemas con galanura. Los libertarios formados en las filas del priismo, eran ahora los apestados y con histeria renegaban de su filiación. Pero Zedillo nivelaba el barco para al final de su ruta anclarlo en puerto seguro y entregando el timón, con claridad confesaba su filiación liberal.

El mando de la nave recaía en el nuevo Rey de la mercadotecnia quien, con un guión de primera, lograba seducir a esa avalancha de votantes desesperados por el cambio. Fox era elegido Presidente en acto histórico y, la noche de su victoria, el pueblo embriagado de esperanza le gritaba: “No nos falles Vicente.” Los escasos liberales en las filas del PRI, se retiraban en silencio luego de una humillante derrota cuando presentaran un insípido candidato de presencia e ideas nebulosas.

Pero a casi once años de distancia del arribo del ruidoso Capitán y su chiquillada, los cambios prometidos no se han hecho realidad y ya nadie apuesta a que se harán. Los panistas no encuentran como justificar el grave estado de inmovilidad. Los más fieles se consuelan enviando remembranzas de las pasadas barrabasadas del PRI, para luego invitar a conformarse con lo mediocre novedoso para no regresar a lo malo conocido.

Pareciera que el PAN de Clouthier en el poder ha dejado de ser aquel partido de luchadores idealistas, de los barbaros del norte gritando: “Síganme o hágase a un lado”. Pero si dirigimos la mirada al nuevo PRI el panorama es aun más preocupante. Los novillones no sólo han emergido de los mogotes, de nuevo se han adueñado del partido y se alistan para tomar el campo luego de que Fox dejara desierta su trinchera.

Ante las elecciones del año entrante, se inicia el dibujo de un nuevo y preocupante mapa político. El born again PRI en boca de Don Beltrone, asegura haber aprendido de sus errores encontrando la luz, la verdad, la ética, la moral, el secreto de gobernar con visión de estadistas simplemente pidiendo borrón y cuenta nueva. Olvidar los más de 70 años de mercantilismo, robos, estafas, agrarismo, populismo, devaluaciones, expropiaciones porque, como ellos mismos afirman, seremos todo eso pero sabemos gobernar y ahí tienen a Sócrates Rizzo presentando nuestro caso.

“El petróleo es nuestro,” grita el presidente legítimo cuando se reporta una pérdida de Pemex de casi $3,000 millones de dólares cuando los precios llegan a niveles record. Alguien lo inquiere preguntando. “Siendo usted el presidente legítimo, ¿cómo es posible que se quiera reelegir sin respetar el mandato constitucional?” El Peje se esconde entre esa nebulosidad cantinflesca siempre acudiendo a su chupacabras como el demonio de los mexicanos. Salta luego su posible Secretario de Relaciones Exteriores, Gerardo Fernandez la Roña, definiendo su plan de trabajo al vestir el manto de guerra de Moctezuma y el cuchillo de Tetabiate.

El PAN parece inhabilitado para lavar el mal sabor de boca en los mexicanos por tantas promesas incumplidas. El honorable congreso de la unión, se ha estacionado para ser la línea defensiva de los vaqueros de Dallas saboteando al ejecutivo y anclando las reformas que son las que pueden salvar al país.

Los verdaderos problemas de México continúan ocultos representados por deudas impagables incluyendo el heredero de FOBAPROA, los fondos ausentes del Seguro Social, los del Infonavit, innumerables pensiones y algo muy grave: La bancarrota en que se encuentran todos los estados de la república ahora en manos de reyecitos regionales. México continúa ocupando el sitio número 60 en la escala mundial de libertades económicas, frenado por la actitud del congreso para implementar reformas.

¿Y ahora por donde nos vamos? Hace cinco años nos espantaba la posibilidad de un país en manos de la demencia perredista. Ahora nos debe de espantar la posibilidad de regresar al priismo tan elocuentemente descrito por Sócrates Rizzo. ¿Podemos pensar en que el PAN salga de su modorra? Porque si no desciframos el crucigrama, como afirma Zabludovtansky ante las rebeliones del medio oriente, vale más poner las barbas a remojar.

Nos hemos propuesto terminar con la pobreza

ENTREVISTA: ENTREVISTA Sebastián Piñera PRESIDENTE DE CHILE

"Nos hemos propuesto terminar con la pobreza extrema en cuatro años"

JAVIER MORENO

1EL PERSONAJE POLÉMICO. Estuvo claro desde el principio, sin necesidad de esperar a concluir una conversación que finalmente se alargó más de una hora en uno de los salones que el presidente de Chile ocupaba en el Hotel Excelsior en la lujosa Via Veneto de Roma el miércoles pasado, cuajado de muebles estilo Biedermeier e Imperio, sea el imperio que sea, y adornado con cuatro severos retratos de damas de la nobleza de la Italia del XVII, que la impresión de los observadores más atentos a la realidad en América Latina resulta acertada: Sebastián Piñera se ha convertido en una de las figuras más interesantes, pero también más controvertidas, en el tablero político del continente.

Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique

Sebastián Piñera Echenique

A FONDO

Nacimiento:
01-12-1949
Lugar:
Santiago de Chile
Chile

Chile

A FONDO

Capital:
Santiago de Chile.
Gobierno:
República.
Población:
16,454,143 (est. 2008)

"El modelo que estamos siguiendo en Chile es el mejor para Chile y el modelo de Venezuela no va por el camino correcto"

"La Concertación fue una coalición muy exitosa y fecunda, decisiva para lograr el retorno a la democracia" "La palabra dicha, la flecha lanzada no vuelven. Por eso cada día pienso más en la prudencia. Y me gusta más la calma"

"Soy un hombre que vive con un cierto sentido de urgencia, me doy cuenta de que la vida es corta y las metas son muchas"

"La mejor forma de libertad económica es la economía social de mercado abierta, libre, competitiva""Nos hemos propuesto terminar con la pobreza extrema en cuatro años"

"Entre el año 2009 y 2010, el crecimiento económico pasó de -1,5% a +5,2% y el empleo de menos 45.000 a más 420.000"

"La palabra dicha, la flecha lanzada no vuelven. Por eso cada día pienso más en la prudencia. Y me gusta más la calma"

"En América Latina basta ver la calidad de la cuna para predecir cómo va a ser la calidad de la tumba"

"Nunca se logró aprobar una ley que regule la actividad privada de los que tenemos vocación de servicio público"

"Una familia débil significa menos oportunidades, menos educación, más delincuencias, más droga"

"El Estado va a transferir subsidios a las familias que viven en la pobreza, pero no de forma incondicional"

Cuando le conocí hace dos años, en Santiago de Chile, en un ambiente informal de compartir charla y copas, Piñera tenía, para ser francos, casi todo en contra en su intento de conseguir la imagen en la historia a la que sin duda aspira. Todo excepto, claro está, los sondeos electorales, que le colocaban ya en posición de desalojar del poder a la Concertación, una conjunción inimaginable en cualquier otro país latinoamericano de socialistas y democratacristianos, explicable sólo por el trauma que supuso la dictadura de Pinochet y que no sólo había dirigido con gran éxito la transición desde el detestado régimen de los espadones a una de las democracias más estables de América Latina, sino que había asegurado 20 años de prosperidad y avances sociales.

Casi todo en contra significa, para empezar, que optaba a la presidencia con una coalición cuyos personajes más conspicuos no sólo defendieron la dictadura de Pinochet sino que propugnaron abiertamente su permanencia en La Moneda, cuando él, Sebastián Piñera, doctorado en Harvard, profesor de economía, emprendedor de éxito, se había mostrado abiertamente antipinochetista e incluso había ayudado en la campaña por el no en el referéndum que finalmente supuso la expulsión del poder del tirano.

Pero además era empresario. Y no uno cualquiera, sino uno rico e influyente, con una larga carrera salpicada de no pocos escándalos. Controlaba o disponía de participaciones importantes en LAN Chile, una de las líneas aéreas más importantes de la región, en la cadena de televisión Chilevisión, en un popular equipo de fútbol, hospitales privados y así una larga lista que elevaba su fortuna personal, a falta de un dato oficial, a cualquier cifra por encima de los 2.000 millones de dólares según las fuentes, la imaginación o la malquerencia de cada uno. El cliché resultaba tan inevitable como verosímil: Sebastián Piñera era el nuevo Silvio Berlusconi de Chile, dispuesto a cimentar sus negocios desde el poder político, a ignorar los conflictos de intereses que inevitablemente se iban a derivar de su doble condición de hombre de negocios y presidente del país y sí, de creer a sus enemigos, a utilizar las palancas del poder para aumentar su patrimonio.

La comparación le irritó siempre, y poco dado a la contención verbal, al menos mientras no fue presidente, zanjó la polémica sin contemplaciones ni finuras diplomáticas en una entrevista de 2004: "La comparación con Berlusconi no me gusta nada. Además de las razones obvias, que insinúan una utilización de los medios para una carrera política, hay otras más: Berlusconi es pelao y yo todavía tengo mi cabellera. Y él ha pasado varias veces por el quirófano para cirugía plástica y yo todavía ninguna". Berlusconi es el primer ministro con el que precisamente se vio este miércoles horas antes de esta entrevista. Antes de comenzar la conversación, Piñera quiere repasar con una ayudante las imágenes del encuentro con el primer ministro italiano.

-A ver, muéstreme más fotos. ¿sólo hay estas?

-Hay más de 80, señor presidente. Pero estas tres son las mejores.

-Muéstremelas de nuevo. La anterior. Está bien.

Es ejecutivo, imperioso y aparentemente no le importa mostrarlo en público. "Más que ansioso", me explicará luego, "soy un hombre que vive con un cierto sentido de urgencia, me doy cuenta de que la vida es corta, que las metas son muchas, y por tanto, detesto perder el tiempo, y me gusta avanzar a la mayor velocidad posible. Y eso es un estilo que he tratado de imprimir a nuestro Gobierno, a los ministros, a todas las autoridades públicas". Consulta de pie algún documento en un ordenador portátil que alguien le acerca. Contesta de pie un mensaje en el teléfono móvil. Se sienta. Encargamos té y coca-cola. Se disculpa por quitarse la chaqueta, se queda en mangas de camisa y se dispone a contestar mis preguntas.

Gobernar es elegir, le espeto. Elegir con quien se quiere estar en el poder. Elegir los socios. Elegir para quién se va a gobernar. ¿Por qué entonces ir de la mano con la derecha pinochetista, él, muy de derechas, pero que no fue partidario del dictador? ¿Por qué no otros socios?

-Le cuento: durante el Gobierno militar estuvimos en trincheras opuestas, porque yo era partidario de recuperar la democracia lo antes posible y muchos en la Alianza eran partidarios de prorrogar el mandato del general Pinochet. Pero una vez que recuperamos la democracia, la recuperamos ¿para qué? Para que cada uno pudiera seguir libremente su camino. Y todos nos comprometimos con esa democracia. Yo pensé que el sector más afín a esa trilogía de la libertad - política, económica y social - era la Coalición a la cual me incorporé.

-Se lo tuvo que pensar usted mucho.

- Por supuesto que lo tuve que pensar, porque habíamos tenido muchas diferencias en relación al Gobierno militar, pero hoy día, dentro de la Coalición por el Cambio, el compromiso con la democracia, con los derechos humanos, es algo que no se discute, es tan natural como el aire que respiramos.

Siendo su fortuna personal y los posibles conflictos de interés que esta pudiese suscitar el otro foco de atención si alcanzaba la presidencia de la República, Piñera anunció su disposición a desactivarlos. "He vendido todo", explicó, una decisión que no debe resultar fácil para quien ha construido ese todo, lo que es en los negocios, lo que era en la vida, a lo largo de las décadas que cubren su juventud y madurez. Piñera tiene ahora 61 años.

-Antes de ser elegido presidente yo puse una parte muy importante de mis inversiones en un fideicomiso ciego, en instituciones financieras chilenas, y eso está siendo administrado por ellos sin ningún conocimiento mío. Y sin embargo, yo decidí vender algunas empresas, como una línea aérea, un canal de televisión, un equipo de fútbol. Y esa fue una decisión que yo tomé voluntariamente, porque pese a todo lo que prometió la Concertación nunca logró aprobar una ley que regule la legítima actividad privada de aquellos que tenemos una legítima vocación de servicio público.

2 UNA APUESTA ANTE LA HISTORIA. A lo largo de la entrevista Piñera detallará las líneas maestras por las que discurre su proyecto político para Chile, "la mejor forma de libertad política es la democracia, la mejor forma de libertad económica es la economía social de mercado abierta, libre, competitiva; y la mejor forma de libertad social es derrotar la pobreza y crear una sociedad con igualdad de oportunidades", un discurso que en sí mismo podría no diferir en demasía de tantos otros que los latinoamericanos han escuchado durante décadas sólo para descubrir, finalmente, como la retórica se disolvía ante la impotencia, aunque ella sea de buena voluntad, o peor, ante la demagogia y aun la corrupción o el engaño. Pero a mí me sorprende la fijación con la lucha contra la miseria. Me sorprende su insistencia, su fijación. ¿Y si esta vez es diferente? Brasil, desde la izquierda, ha dado pasos de gigante con Lula. ¿Está cambiando el patrón histórico en la región, o al menos en algunas partes de ella, con la llegada de una nueva generación de líderes políticos? ¿Se puede hacer lo mismo desde la derecha? ¿Cuál es la razón de que un presidente tan conservador elija la pobreza como el objetivo por el que será juzgado?

-La pobreza es un verdadero cáncer en las sociedades, no solamente porque significa condenar, en nuestro país, a casi tres millones de chilenos a vivir por debajo de la línea de la dignidad, que es lo que nosotros llamamos la línea de la pobreza. Además, genera problemas de fondo en el desarrollo de las sociedades, en la calidad de la democracia y la paz social, incluso en el potencial de desarrollo. Por eso nos hemos propuesto terminar con la pobreza extrema durante nuestro Gobierno, cuatro años, insertar las bases para que Chile logre, antes que termine esta década, dejar atrás el subdesarrollo y derrotar la pobreza. No es una meta imposible; es ambiciosa, pero absolutamente factible. Le voy a dar un sólo dato: la brecha de la pobreza en Chile, es decir, el porcentaje del ingreso nacional que deberíamos transferir, si pudiéramos transferirlo, directamente a cada una de las familias que viven en pobreza, es aproximadamente un 1,5% de nuestro producto nacional bruto. Este año Chile va a crecer un 6% y por tanto, cómo no va a ser razonable, posible, y ética y moralmente un imperativo hacer lo que sea necesario para que un pequeño porcentaje del crecimiento económico vaya a esos tres millones de chilenos que viven en condiciones de pobreza. Chile es un país que puede hacerlo. Tal vez a otro país de América Latina le va a tomar más tiempo, y por eso la gran misión de nuestra generación, que es la generación del bicentenario, es derrotar la pobreza y superar el subdesarrollo.

- ¿Y cómo piensa hacerlo? Porque los gobiernos conservadores, por lo general, desconfían de los instrumentos del Estado y tienden a pensar que basta con crecimiento económico para que algo de esa riqueza acabe llegando de una forma u otra a los más desfavorecidos. Lo que casi nunca sucede.

-La economía de mercado y el crecimiento son grandes generadores de riquezas y de oportunidades, pero no son mecanismos que permitan distribuir esa riqueza y esas oportunidades en forma justa. Por eso, se requiere la acción del Estado, porque en ese error el Estado no solamente es insustituible, sino que es el único que puede cumplir esa tarea. ¿Cómo queremos atacarlo nosotros? Primero es erradicar las causas, las verdaderas causas de la pobreza y de las desigualdades excesivas, que yo pienso que son básicamente tres: la mala calidad de la educación. En esta sociedad del conocimiento y de la información; que la educación sea un elemento tan discriminatorio, lo que hace es perpetuar las diferencias, y por eso muchas veces en América Latina basta ver la calidad de la cuna para poder predecir cómo va a ser la calidad de la tumba. Segundo: crear trabajos, buenos trabajos. Y por tanto nuestro propósito es crear un millón de nuevos empleos, equivale a que España creara seis millones de nuevos empleos. Y la tercera medida a la causa es fortalecer la familia, porque está muy demostrado que una familia débil significa menos oportunidades, menos educación, más delincuencia, más droga de sus niños. Y como esto toma tiempo, estamos implementando otro tipo de medidas, mucho más rápidas: crear un ingreso ético-familiar, y va a consistir en que el Estado, usando los recursos de todos los chilenos, les va a transferir a esas familias que viven en la pobreza, ingresos a través de subsidios, pero no de forma incondicional, sino que condicionado a que la familia se comprometa con su propio futuro. Y en cosas muy concretas: para que la familia sea beneficiaria de este ingreso ético-familiar va a tener que asumir un compromiso y esto parte del mes de abril de este año, que sus niños van a la escuela, y no desertan, que sus niños tengan sus controles de salud al día, que los que están en edad de trabajar trabajen o busquen trabajo, o se capaciten. Y hay un mecanismo de medición en Chile, muy conocido por todos, que mide qué es lo que es la pobreza extrema y qué es lo que es la pobreza, y por tanto la gente nos va a poder medir.

-¿Es consciente de que se juega su papel en la historia con promesas tan concretas sobre la pobreza?

-Feliz de jugarme mi papel en la historia con una promesa tan noble y tan digna y tan factible como es que nuestro país logre ser o tal vez el primer país de América Latina, porque es el que está más cerca de lograr derrotar la pobreza y superar el subdesarrollo.

3 EL PROYECTO POLÍTICO. A estas alturas de la conversación resulta necesario reconocer, con todo, que el discurso de Piñera, a expensas de que la realidad lo valide o no en los próximos meses y años, supone una aparente ruptura con las prácticas tradicionales de descalificación del contrario, de alineamiento incondicional con los propios y de ninguneo más o menos diplomático de los vecinos.

En un país sobre el que todavía gravita y mucho, a izquierda y derecha, la moral católica, Piñera ha prometido una legislación para reconocer los derechos de las parejas no casadas, incluidas las del mismo sexo. Ha aceptado la píldora del día después tras un razonamiento interior un tanto extraño -"después de estudiar muy a fondo el tema llegué a la conclusión de que la píldora no es abortiva porque lo que hace es evitar la concepción, y en consecuencia, creo que no hay ninguna razón para prohibir la distribución de la píldora del día después en Chile", que no ha sentado muy bien a sus socios de gobierno, aún más a la derecha que él y, por encima de todo, mantiene un discurso crítico pero no apocalíptico sobre la oposición.

De Brasil acepta el liderazgo regional -"nosotros reconocemos eso como un hecho, y esperamos que Brasil pueda representar cada vez con más fuerza no sólo su propia voz sino que también juntos representemos la voz de América Latina en este mundo nuevo que está emergiendo". Y hasta de Hugo Chávez, en las antípodas ideológicas, matiza que suponga peligro alguno, excepto para sus propios ciudadanos: "Mire, mucha gente pensó eso hace diez, cinco años atrás. Yo pienso que la difícil situación que está viviendo Venezuela dentro de ella misma ha disminuido notablemente la intención que en algún momento apareció de exportar ese modelo e intervenir en otros países. Y por tanto, no quisiera calificar a mis colegas presidentes, solamente decir que el modelo que estamos siguiendo en Chile es el mejor para Chile, y que el modelo que está siguiendo Venezuela no va por el camino correcto".

Once días antes de tomar posesión, en marzo del año pasado, el peor terremoto de la historia de Chile no sólo supuso una tragedia en términos de vidas humanas, de destrucción de infraestructuras, de escuelas, hospitales, viviendas, sino que pareció por un momento hipotecar de un golpe brutal toda la acción de gobierno del entonces presidente electo.

Daños por 30.000 millones de dólares, un 17% del PIB nacional borrado de un mazazo. Todas las promesas de la campaña en el aire. Todos los proyectos, en suspenso. Y con todo, justo un año después, y pese a las críticas por la lentitud en la reconstrucción, Piñera recita a toda velocidad sin titubear un instante, como una hoja de Excel, los logros de su gobierno: "Nuestra economía duplicó la tasa de crecimiento del Gobierno anterior; creó más del doble de los empleos que se habían creado año a año en el Gobierno anterior; aumentó la inversión a un ritmo de más del 20%, aumentó la exportación; le voy a hacer una breve comparación entre el año 2009 y el año 2010: crecimiento económico: de -1,5% a +5,2%; creación de empleo: de menos 45.000 a más 420.000; inversión: de menos 15% a más 20%; exportaciones: de estancadas a más del 27%".

Escuchándole, le digo, da la impresión que Chile haya pasado los últimos 20 años de su historia dormido o abotargado, cuando existe un cierto consenso entre observadores internacionales de que, durante las dos décadas de gobierno de la Concertación el país registró avances enormes hasta el punto de que se ha convertido, por supuesto antes de la llegada de Piñera a la presidencia, en ejemplo y modelo admirado en toda América Latina.

-Mire, cuando uno evalúa un país, la pregunta es con qué vara lo mide, con quién se compara. Si uno lo compara con América Latina, tal vez los resultados son favorables, pero si uno lo compara a Chile con los líderes del mundo, la verdad es que nos empezamos a quedar atrás. Yo acepto y reconozco que durante la Concertación se hicieron muchos avances, veinte años de Gobierno, pero también quiero que tomemos conciencia de la verdad y de los hechos. La tasa de crecimiento de nuestra economía empezó a caer: de ser un país líder en materia de crecimiento, 7% al año, en el último Gobierno de la presidenta Bachelet la tasa de crecimiento fue menos del 3%, que para un país como Chile no es suficiente. A eso apunta nuestro Gobierno, a recoger lo bueno de Gobiernos anteriores, pero no seguir cayendo en esa tentación de dormirse en los laureles, y vivir de las glorias pasadas.

-Aceptar los logros de gobiernos anteriores no es un discurso que se oiga con frecuencia en otras partes, desde luego no en España, por ejemplo. Ni en casi ninguna otra parte en América Latina.

-La Concertación fue una coalición política muy exitosa y fecunda en Chile. En primer lugar, porque fue decisiva en lograr un retorno a la democracia anticipado con el triunfo del no en el plebiscito del año 1988. Y yo participé de esa cruzada y de esa causa; y activamente, comprometidamente. Y después logró hacer que la transición fuera muy exitosa. Por lo tanto, yo aprecio mucho lo que la Concertación significó para Chile en la recuperación de la democracia y en la transición hacia la democracia en sus primeros Gobiernos, pero poco a poco fue llevando a Chile por un camino que significaba menos crecimiento, menos empleo, menos inversión, no logró corregir las desigualdades, no hizo grandes reformas para poder entrar a este mundo nuevo de la sociedad del conocimiento y la información con pilares sólidos. Y por tanto, yo creo que el cambio era absolutamente necesario.

-Perdone que insista, pero en esto Chile vuelve a ser una excepción a la polarización absoluta de la política en casi todas partes, de blanco o negro, de todo o nada, de negar al adversario sin matices.

-Eso es verdad, es verdad porque en Chile, después de haber vivido periodos de confrontaciones ideológicas brutales, como fue el periodo del Gobierno del presidente Allende, que quiso seguir un camino de socialismo marxista para Chile, que llevó a una confrontación total, o el periodo del Gobierno militar, que también llevó a una confrontación total. Afortunadamente, los chilenos logramos un acuerdo en las grandes líneas: el compromiso con la democracia occidental, que ya no es descalificada como lo era en los sesenta, los setenta, como una democracia burguesa sin ningún valor, como lo hacía la izquierda; el compromiso con la economía social de mercado, libre, abierta, competitiva, y no esta pretensión de establecer un sistema socialista o estatista, y el compromiso con lograr mayores igualdades, y luchar con mayor eficacia contra la pobreza, son compromisos que cruzaron toda la sociedad chilena, y eso le dio una gran estabilidad al modelo y a Chile. Por tanto, yo no estoy hablando de una confrontación ideológica total, de dos sectores del país quieran llevar al país en direcciones totalmente opuestas.

-Cuatro años parecen pocos para su proyecto político, tal como lo ha esbozado hasta ahora. En Chile, como en tantos otros países latinoamericanos no existe la reelección en el cargo, fruto de la perpetuación en el poder de tantas tiranías. Mantener esa política se ha convertido de alguna manera en un indicador de la calidad de la democracia.

-En Chile existe la posibilidad de reelección, pero no de forma inmediata, y no tengo ninguna intención de cambiar la Constitución en esa materia.

- No de forma inmediata...

-Está permitido. Cualquier expresidente de Chile, como lo intentó el expresidente Frei, puede aspirar a ser presidente nuevamente.

- ¿Aspirará usted?

-Mire, cada día tiene su afán. Yo estoy hoy día comprometido con hacer un gran Gobierno durante estos cuatro años y, por supuesto, quisiera, me gustaría, y voy a trabajar para traspasarle el mando a un Gobierno que continúe nuestra obra.

La entrevista termina y antes de que el presidente se levante rumbo al siguiente acto oficial, ya noche cerrada en Roma, mientras diluvia sobre Via Veneto, le leo lo que declaró en 2004 de Berlusconi, sobre cuyo encuentro de esa tarde La Repubblica dirá al día siguiente que fue inusitadamente breve, pese a las declaraciones oficiales de cordialidad, y sin la acostumbrada conferencia de prensa conjunta posterior. El jueves Piñera, de fuertes convicciones católicas, tiene previsto ver al Papa. Le pregunto si alguna vez se arrepiente de sus declaraciones. Al oír en voz alta sus propias palabras parece sorprenderse, se queda en silencio unos segundos por primera vez en una hora de conversación, duda, no recuerda, alarga la mano para darle la vuelta al papel en el que las he anotado, las lee, reflexiona otro instante y responde lentamente, como no lo ha hecho hasta ese momento.

-Mire, hay una canción maravillosa de Edith Piaff, que dice "No me arrepiento de nada". Yo no soy de los que no se arrepienten de nada, me arrepiento de muchas cosas, y con los años uno pierde fuerza en los músculos, flexibilidad en las articulaciones, se pone más blanco el pelo, pero gana en sabiduría, comprensión y prudencia. Y yo creo que he ido ganando en esos factores y por supuesto que me arrepiento de muchas cosas. Desgraciadamente, existe eso de que la palabra dicha, la flecha lanzada, no vuelven. Y por eso cada día pienso más en la prudencia. Y me gusta más la calma.

capturados por rebeldes en Libia

Soldados británicos son capturados por rebeldes en Libia

HERRAMIENTAS
Foto:EFE/STRINGER/ Archivo

Londres, 6 mar (dpa) - Una unidad especial del Ejército de Reino Unido fue capturada por rebeldes en Libia cuando acompañaba a un diplomático británico por un territorio en el este del país controlado por los grupos antigubernamentales, según informó hoy el “Sunday Times”.

Portavoces de los ministerios del Exterior y de Defensa en Londres no quisieron ni confirmar ni desmentir la información, según indicó en la madrugada de hoy la agencia de noticias PA.

Según “Sunday Times”, los ocho soldados que conformaban la unidad fueron llevados al bastión rebelde de Bengasi. El medio indicó asimismo que el diplomático que debían resguardar quería entrar en contacto con opositores al régimen del líder libio Muamar al Gadafi. Sin embargo, la misión de los soldados británicos en territorio libio habría generado el enojo de los rebeldes.

En tanto, tres pilotos de la Marina holandesa se encuentran detenidos en manos del régimen de Gadafi. Los militares habían intentado a mediados de la semana sacar a dos holandeses de la ciudad de Sirte y fueron capturados por tropas del gobierno. Ahora son acusados de espionaje.

El contraataque de Gadafi detiene el avance rebelde

El contraataque de Gadafi detiene el avance rebelde y la UE envía una misión

HERRAMIENTAS
Foto: REUTERS/Goran Tomasevic

TRIPOLI, mar 6 (Reuters) – Las tropas leales al líder libio Muammar Gaddafi lanzaron ofensivas el domingo para intentar recuperar ciudades clave en manos de fuerzas rebeldes, mientras el fuego de armas automáticas resonaba en la capital.

En tanto, en Bengasi, los rebeldes dijeron que capturaron a soldados de las fuerzas especiales británicas pero que la situación se resolverá en breve. Según un diario británico, las tropas acompañaban a un diplomático que intentaba establecer contacto con los opositores.

La resistencia de las fuerzas de Gaddafi frente a una extendida insurrección y su habilidad para contraatacar aumentará el temor de que Libia se esté encaminando a una prolongada guerra civil.

Las tropas de Gaddafi, apoyadas por tanques, artillería, aviones de combate y helicópteros, atacaron las ciudades de Zawiyah y Misrata, al oeste y este de Trípoli, y la localidad portuaria de Ras Lanuf, 660 kilómetros al este de la capital.

Un portavoz del Gobierno reivindicó una serie de rápidas victorias, pero muchas de las localidades permanecían en manos rebeldes, dijeron reporteros de Reuters y testigos en el lugar.

Foto: REUTERS/Goran Tomasevic

Los disparos comenzaron a escucharse en Trípoli antes del amanecer, con descargas de ametralladoras, algunas de ellas de alto calibre, resonando en la ciudad de dos millones de habitantes, seguidos de sirenas de ambulancias, gritos en favor de Gaddafi y bocinas.

“Estas son celebraciones porque las fuerzas del Gobierno han tomado el control de todas las zonas hasta Bengasi y están en proceso de recuperar el control de Bengasi”, dijo Mussa Ibrahim, refiriéndose a la segunda ciudad más grande de Libia, en el occidente del país.

“Todo está seguro. Trípoli está 100 por ciento bajo control. (Aunque) Le recomendaría no ir al lugar por su seguridad”, añadió refiriéndose al lugar de las celebraciones.

Mientras Bengasi permanecía en manos de los rebeldes, las tropas del Gobierno obligaron a los opositores a abandonar la localidad de Bin Jawad, que habían capturado el sábado, y dirigirse hacia la ciudad portuaria de Ras Lanuf.

Un combatiente que regresaba herido de los enfrentamientos en Ras Lanuf fue consultado sobre lo que había visto. Contestó: “Muerte”.

Rebeldes rodeados por las tropas de Gaddafi cerca del centro de Zawiyah, 50 kilómetros al oeste de Trípoli, se enfrentaron a otra ofensiva el domingo luego de repeler dos grandes ataques con tanques e infantería el día anterior.

COMBATES

Foto: REUTERS/Goran Tomasevic

En el hospital de Ras Lanuf, el doctor Heitham Gheriani dijo que llegaron dos muertos y 22 heridos de enfrentamientos cerca de Bin Jawad. Un periodista francés recibió un disparo en una pierna, comentó, en tanto que cuatro rebeldes fueron heridos de gravedad y posiblemente no sobrevivan.

Los rebeldes dijeron que habían derribado un helicóptero durante los enfrentamientos. Tres combatientes en Ras Lanuf afirmaron que lo habían visto caer en el mar.

Un residente en Misrata insistió en que la ciudad estaba aún bajo control de los rebeldes, y otro dijo por teléfono que las fuerzas oficiales lanzaron un nuevo asalto contra la localidad, a 200 kilómetros al este de la capital, con tanques y artillería.

“Enfrentamientos muy fuertes se están dando en la entrada occidental de la ciudad (…) Las brigadas de (hijo de Gaddafi) Khamis están destruyendo todo lo que encuentran. Están usando artillería y tanques. Los revolucionarios están haciendo lo que pueden para evitar que lleguen al centro de la ciudad”, dijo Mohammed, un residente en Misrata.

Varios testigos en Bin Jawad dijeron que habían muchos muertos y heridos a los que no se podía llegar. Un hombre dijo que vio a un edificio alcanzado por una bomba.

“Los heridos nos gritaban que sacáramos a sus hijos. Dejamos a los muertos”, dijo el combatiente Khaled Abdul Karim.

SOLDADOS BRITANICOS CAPTURADOS

Foto: REUTERS/Goran Tomasevic

El diario británico Sunday Times informó que rebeldes habían capturado a una unidad de las fuerzas especiales SAS con hasta ocho soldados que escoltaban a un diplomático en una misión secreta para hacer contacto con los líderes de la oposición.

El ministro de Defensa británico, Liam Fox, dijo a la cadena BBC que había una pequeña misión diplomática en Bengasi pero rechazó comentar sobre el reporte de los soldados.

Los rebeldes en Libia confirmaron que habían capturado a los soldados pero dijeron que eran bien tratados y que el tema se resolvería en breve.

“Ellos (los rebeldes) capturaron a fuerzas especiales británicas. No estaban seguros si eran amigos o enemigos. Por nuestra seguridad los estamos reteniendo y esperamos que esta situación se resuelva pronto”, dijo una fuente del movimiento.

En tanto, un activista de derechos humanos dijo que Gran Bretaña negociaba la liberación de los soldados.

Jiumma Elomami, del grupo Human Rights Solidarity, con sede en Ginebra, dijo que los soldados “están bajo arresto pero tenemos información de que las autoridades británicas están ahora negociando su liberación con el nuevo consejo opositor”.

La insurrección en Libia fue inspirada por alzamientos mayoritariamente pacíficos que derrocaron a gobernantes déspotas en los vecinos Egipto y Túnez, los que se han propagado a otros países árabes con líderes aferrado al poder y deficiencias en democracia, empleos y buen gobierno.

Los líderes occidentales han denunciado lo que llaman la brutal respuesta de Gadafi contra la revuelta, y la Corte Penal Internacional dijo que el líder y su círculo íntimo enfrentan una investigación por la violencia contra civiles.

En tanto, la Unión Europea dijo que el domingo envió una misión diplomática para analizar las necesidades humanitarias y de evacuación que podrían surgir en el país.

sábado 5 de marzo de 2011

Esta revolución es por dignidad

Esta revolución es por dignidad

La épca del miedo ha terminado. Las sociedades árabes aspiran a la libertad que se les ha negado son La el fin del miedo a unos dictadores ajenos a las aspiraciones de libertad de unas sociedades mayoritariamente jóvenes

ENRIC GONZÁLEZ - El Cairo

Estamos en el principio. Pero afecta a tal volumen de personas y territorio, entraña tantos posibles cambios políticos y geoestratégicos, tanto impacto potencial en la economía mundial, tanto desconcierto en las diplomacias, que cuesta imaginar que el siglo XXI depare muchos acontecimientos de este calado. Llamar a lo que está ocurriendo "revolución árabe" resulta reductivo, porque puede acabar afectando a países no árabes como Irán. También es reductivo explicar la revolución por factores económicos, aunque existan. Las revoluciones se hacen por ideas y sentimientos, y la de ahora se alza como emblema la dignidad humana..

Un factor esencial de la revolución está siendo Internet y las redes sociales

Otro elemento es que la propia sociedad se sentía humillada

El 68% de los árabes tiene menos de 30 años y conoce la cultura occidental

Los generales se colocaron al lado del pueblo y dejaron caer a los tiranos

En Tahrir a nadie se le ocurrió quemar una bandera de EE UU

La caída de Mubarak fue la señal de que los pueblos podían alzar la cabeza

No es casual que el detonante fuera un suceso poderosamente metafórico. La historia de Mohamed Buaziz y su carrito de frutas ha dado la vuelta al mundo. El carrito de Buaziz, un joven de 26 años residente en Sidi Buzid (Túnez), fue confiscado por la policía. Ya le había ocurrido otras veces y con un pequeño soborno podía resolverlo. Pero cuando fue a quejarse, una funcionaria, Fadia Hamdi, le escupió a la cara. Eso, la humillación, fue lo que Buaziz no pudo soportar. Ese mismo día, 17 de diciembre de 2010, se prendió fuego.

La desgracia de Buaziz conmovió a sus vecinos y provocó una primera manifestación. La indignación se extendió rápidamente al país entero. Conviene resaltar aquí otro factor esencial e innovador de la revolución: Internet y las redes sociales. Cuando casi ningún medio informativo internacional había recogido aún la inmolación del frutero y las incipientes revueltas tunecinas, muchos jóvenes en un país tan lejano como Jordania habían adoptado ya la foto de Buaziz como avatar. La cadena de televisión catarí Al Yazira recogió el suceso porque uno de sus periodistas se enteró a través de Facebook.

Gracias al ciberespacio, los jóvenes árabes ignoraban las fronteras nacionales. El caso de Buaziz fue de inmediato asumido como propio por los vecinos argelinos. Y por los egipcios, muy sensibles desde el verano anterior. El 6 de junio de 2010, Jaled Said, de 28 años, fue detenido en Alejandría por dos policías de paisano que le golpearon hasta matarle, ante testigos. Varios jóvenes profesionales, bajo la cobertura del Premio Nobel de la Paz y dirigente opositor Mohamed el Baradei, crearon en Facebook un grupo llamado "Todos somos Jaled Said". En pocos días, el grupo congregó a cientos de miles de personas y se convirtió en el principal foco de oposición al régimen de Hosni Mubarak.

La llama prendió de forma fulminante. A principios de enero, grandes manifestaciones agitaban las principales ciudades de Túnez y Argelia. En Egipto, mientras, la revolución se preparaba con minuciosidad. Wael Ghoneim, ejecutivo comercial de Google y uno de los creadores de "Todos somos Jaled Said", contó semanas más tarde que él y sus compañeros dedicaron las primeras semanas de enero a ensayar manifestaciones en barrios periféricos, estudiando convocatorias inmediatas y formas de despistar a la policía.

Las revueltas magrebíes fueron generalmente interpretadas como protestas económicas. El presidente tunecino Zine El Abidine Ben Ali creyó que con una visita al hospital donde yacía el agonizante Buaziz (fallecido el 5 de enero) y con algunos subsidios para abaratar los alimentos bastaría para calmar los ánimos. Llevaba 24 años en el poder, había saqueado impunemente el país y estaba habituado a las llamadas revueltas del pan. Como el resto de los dictadores de la región, como los dirigentes y la opinión pública de los países más desarrollados, creía que la represión y el pan barato constituían formas infalibles de someter a las poblaciones árabes, ajenas a otra aspiración que ir sobreviviendo y sin capacidad para vivir en democracia.

Ese es otro elemento importantísimo: la propia sociedad árabe se sentía indigna y humillada. Tras la descolonización, no había conocido otra cosa que derrotas frente a Israel, dictaduras bochornosas, represión, atraso social, miedo. Y desprecio, mucho desprecio por parte del resto del mundo. Aparentemente, lo único que importaba de los árabes era el petróleo, el gas y la "estabilidad" bajo regímenes tan infames como mimados por Europa y Estados Unidos. Aunque resulte obvio, hay que recordar además que la islamofobia existe. Especialmente tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, los musulmanes quedaron bajo sospecha permanente. Un árabe medio no es más religioso que un estadounidense medio, pero su religión se asocia con el integrismo y el terrorismo. En la ecuación occidental, lo que no era una dictadura "moderada" (eufemismo de sumisión a Washington), era Al Qaeda o subversión proiraní. El cóctel de humillaciones, internas y externas, contenía todos los ingredientes.

Ahora, en 2011, el 68% de los árabes tienen menos de 30 años. Esta inmensa generación de muchachos y muchachas no conoció acontecimientos como la descolonización o la Guerra de los Seis Días, pero gracias a la televisión por satélite siempre estuvo en contacto con la cultura occidental. Vivieron el desastre de la invasión de Irak pero, además de sentir una intensa solidaridad con el sufrimiento de los iraquíes, quedaron marcados por una imagen de 2003: la de Sadam Husein, dictador todopoderoso, detenido en el sótano donde se ocultaba de forma miserable. Ese impacto visual les enseñó lo frágil que puede ser un tirano.

"No tenemos miedo", gritaban los manifestantes en Túnez. Ben Ali no logró que el Ejército asumiera tareas represivas. En sociedades tan estáticas como las árabes, donde la educación y el trabajo raramente sirven para prosperar porque lo que cuenta es pertenecer a la élite del poder o arrimarse a ella, el Ejército constituye el principal ascensor social. Entre los mandos militares abunda la gente de procedencia humilde. Eso, unido al servicio militar obligatorio, por el que cada familia tiene a alguien de uniforme, explica en gran medida el respeto mutuo entre Ejército y sociedad civil. También es cierto que los generales suelen optar por despedir a un dictador acabado antes que arriesgar sus privilegios en batallas inciertas. Por eso algunos dictadores prefieren tropas mercenarias, caso de Libia, o ejércitos pequeños e ineficientes, caso de Arabia Saudí.

Después de poner limitaciones adicionales al uso de Internet, después de cerrar escuelas y universidades, después de prometer que bajaría el pan y que no se presentaría a la reelección como presidente, Ben Ali no consiguió otra cosa que el recrudecimiento de las protestas y una inequívoca señal de despedida por parte de los militares. El 14 de enero cargó todo el dinero que cupo en las maletas y escapó a Arabia Saudí.

Para entonces, los jóvenes egipcios ya habían fijado la fecha de la insurrección: el martes 25 de enero, festivo porque era, irónicamente, el Día de la Policía. La magnitud de las manifestaciones del 25 de enero en El Cairo, Alejandría y otras ciudades sorprendió a los propios organizadores. Mientras la televisión pública emitía películas y programas sobre gloriosas hazañas policiales, la policía cargaba contra la multitud. Hubo cuatro muertos y más de 500 detenidos.

La espita de la furia estaba abierta. Para el viernes 28 se convocó una Jornada de la Ira que resultó asombrosa. Ese 28 de enero quedó claro que la caída de Mubarak era sólo cuestión de tiempo. Quizá nunca, en tiempos modernos, se registró una batalla tan dura y multitudinaria entre policía y manifestantes. Al caer la tarde, la policía había agotado ya los gases lacrimógenos y las balas de goma y empezaba a disparar fuego real. Mubarak ordenó al Ejército que interviniera y el jefe supremo de los militares, su viejo amigo el mariscal Mohamed Tantaui, respondió negativamente. La policía se retiró y las ciudades, bajo nubes de gas y sacudidas por tiroteos ocasionales, quedaron en manos de la gente.

Mubarak recurrió a los trucos clásicos del manual del dictador árabe. Bloqueó los teléfonos móviles e Internet. Prometió que su hijo Gamal, multimillonario y heredero designado, no se presentaría a las elecciones presidenciales. Prometió que tampoco se presentaría él. Subió el sueldo de los funcionarios. Delegó "poderes de negociación" en un nuevo vicepresidente, Omar Suleimán, jefe de los servicios secretos, y cambió al primer ministro. Bajo mano, reconvirtió a la policía política en bandas de saqueadores y matones, con la esperanza de que los egipcios se horrorizaran ante el caos y le aceptaran como mal menor.

El 11 de febrero, Hosni Mubarak, el hombre que desde 1981 garantizaba la "estabilidad" en Oriente Próximo y cooperaba en lo que hiciera falta con Israel, el presidente que en 2004 prometió que seguiría en el cargo mientras respirara, el gran amigo de Occidente, dimitió y escapó a escondidas a su residencia de Sharm el Sheij, junto al mar Rojo. Dejó a sus espaldas más de 300 cadáveres. El Ejército asumió el poder y garantizó que organizaría una rápida transición a la democracia. Hasta ahora, aunque mantiene el estado de excepción, no ha defraudado a los egipcios.

Lo que más sorprendió a la opinión pública internacional fue que en la plaza de Tahrir se mezclaran hombres y mujeres, laicos y religiosos, jóvenes y ancianos, en una convivencia armónica. Que a nadie se le ocurriera quemar una bandera estadounidense. Que apostaran por la resistencia pacífica. Que pidieran cosas como libertad, democracia y justicia. Los tópicos fallaban uno a uno.

Muchos siguen queriendo ver tras la revolución egipcia la amenaza de los Hermanos Musulmanes, la más influyente organización islámica en el planeta. Puede ser que acaben asumiendo el poder, pero su partido, Libertad y Justicia, ya está amenazado por dos escisiones, una juvenil y otra progresista, y su ideología básica es más conservadora y tolerante de lo que piensan los recelosos.

La caída de Mubarak fue la señal definitiva: los árabes podían alzar la cabeza, conquistar la dignidad y asumir su propio destino. Para desmentir que el despertar árabe tuviera raíces exclusivamente económicas, el 14 de febrero, a través de Facebook, chiíes y suníes del rico emirato de Bahréin convirtieron céntrica la plaza de la Perla en símbolo de su rechazo al absoluto control de la dinastía Al Jalifa sobre la política del emirato. Son de la familia Al Jalifa: el rey, el jefe del Gobierno (40 años en el poder) y 11 ministros.

El 24 de febrero, el Gobierno argelino dio el primer paso atrás ante la presión popular y acabó con 19 años de estado de excepción. El 26 de febrero comenzaron las manifestaciones en Omán, un pequeño reino que junto al vecino de enfrente, Irán, domina el vital estrecho de Ormuz. El mismo día, bautizado como Jornada de la Ira panárabe, hubo manifestaciones en Jordania, donde el rey Abdalá ya había tomado medidas preventivas (cambio de Gobierno, subvenciones a alimentos y gasolina), y en Irak, donde la policía mató a 12 personas.

En Yemen, un país pobre, dividido y al borde del abismo, las protestas contra el dictador prooccidental Ali Abdalá Saleh (32 años en el poder) habían comenzado ya el 27 de enero.

En Siria, paradigma de régimen represivo, en Arabia Saudí y en Irán, los conatos de revuelta han sido sofocados por el momento.

Queda Libia, donde otro dictador anciano, decidido a que el país entero le acompañe en su caída, pelea contra la Historia. De los sucesos de Libia, los más violentos hasta ahora en la cadena de "intifadas", se informa en otras páginas. La gran revolución por la dignidad árabe no ha hecho más que empezar.

Gadafi se muestra dispuesto a que una comisión internacional analice

Gadafi se muestra dispuesto a que una comisión internacional analice la situación en Libia

El dirigente libio asegura que está combatiendo contra el terrorismo de Al Qaeda y lamenta el poco apoyo internacional.- Confirma que hay tres holandeses detenidos, y habría otros ocho soldados ingleses presos

AGENCIAS - París / Londres / Bengasi

Muamar el Gadafi asegura que está dispuesto a que un equipo de investigación de Naciones Unidas o de la Unión Africana se desplace hasta Libia para analizar la situación que vive el país. "Vamos a permitir que la coisión vaya a investigar sobre el terreno sin poner ningún obstáculo", asegura en una entrevista que publica hoy el diario francés Journal du Dimanche. A pesar de que los tanques de Gadafi golpearon ayer dos veces la ciudad clave de Zauiya -50 kilómetros al oeste de Trípoli- causando decenas de muertes, el líder libio asegura que se Gobierno está combatiendo contra el terrorismo islámico de Al Qaeda. "Es o yo o AlQaeda", asegura en la entrevista en la que también ha lamentado el poco apoyo de la comunidad internacional.

"Estoy sorprendido de que ninguno comprenda que esto es una lucha contra el terrorismo". "Nuestros servicios de seguridad cooperan. Os hemos ayudado (a Occidente) mucho en los últimos años. ¿Por qué cuando estamos en lucha contra el terrorismo en Libia no nos ayuda nadie a cambio?", se pregunta Gadafi. Libia ha sido expulsada del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas por la violenta represión de Gadafi contra los rebeldes y tampoco participó en la última reunión de los ministros de Exteriores de la Liga Árabe -en la que no descartaron establecer una zon a de exclusión aérea-. Aún así, Gadafi asegura tajante: "Aquí, en Libia, no se ha disparado a nadie". Algo que se demostrará cuando la Corte Penal Internacional le juzgue por crímenes contra la humanidad, tal y como anunció el organismo.

En concreto, Gadafi apela al Gobierno de Nicolas Sarkozy, con quien asegura que ha trabajado "en varias causas". "Espero que (Francia) cambie su actitud hacia nosotros y que rápidamente se ponga a la cabeza de la investigación, que bloquee la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU -una decisión adoptada por unanimidad de sus 15 miembros y que bloqueaba los activos de Gadafi y su entorno, las transacciones y le prohíbe viajar- y haga que se detenga la intervención extranjera en región de Bengasi", ha expresado.

Como ya hiciera en una de sus apariciones en televisión desde que empezaron las revueltas en el país, Gadafi vuelve a asegurar que los rebeldes son jóvenes a los que la organización terrorista de Bin Laden ha convertido en drogadictos. "(...) Los niños no saben nada de Al Qaeda o de la ideología de esta organización, pero miembros de estas células les han dado pastillas alucinógenas. Hoy en día, estos jóvenes han cogido gusto a estas pastillas y creen que las armas son una especie de fuegos artificiales".

Jugando con el miedo de Europa a la llegada masiva de inmigrantes, síntoma de lo sucedido en la isla de Lampedusa con la llegada de tunecinos tras el derrocamiento de Ben Ali, Gadafi también afirma en la entrevista que "miles de personas invadirán Europa desde Libia y no habrá nadie para detenerlos". De hecho vaticina que una guerra islámica va a engullir el Mediterráneo si la evolución en Libia, inspirada en las manifestaciones en Túnez y Egipto, triunfa y le sacan del poder.

Prisioneros extranjeros

En la misma entrevista, asegura que tres pilotos de un helicóptero holandés fueron detenidos y que siguen encarcelados. Algo que considera "normal". Una confirmación que coincide con una información publicada Sunday Times a cerca de la detención de al menos ocho soldados británicos.

Según el medio británico, rebeldes libios habrían capturado en el este del país a una unidad de las fuerzas especiales que se encontraban en una misión secreta para contactar con los líderes de la oposición. El grupo, que según el periódico ha sido trasladado a Bengasi -principal bastión controlado por la insurrección- habría sido interceptado mientras escoltaban a un diplomático por la zona controlada por los contrarios al régimen libio que preparaba el terreno para la visita de un diplomático más arriba en el escalafón político. Unos datos que ni el Foreing Office ni el Ministerio de Defensa no han querido ni confirmar ni desmentir.

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