El último balance estima en 4.000 los muertos en Japón
La cifra, no oficial, incluye los 2.000 cadáveres hallados ayer en Miyagi.- El Gobierno admite por el momento 3.000 fallecidos. - La televisión japonesa alerta sobre potentes réplicas
AGENCIAS - Tokio -
Sigue en Eskup el minuto a minuto del terremoto | Vídeo de la explosión en una de las plantas nucleares de Fukushima
Japón continúa con el recuento de víctimas del terremoto que el pasado viernes causó un devastador tsunami. Las cifras no paran de crecer: 3.373 muertos, 6.746 desaparecidos y 25.000 rescatados, la mayoría de estos últimos cerca de las centrales nucleares dañadas por el temblor, según la agencia local Kyodo. Sin embargo, las autoridades temen que el número de fallecidos llegue a 10.000, y que las cifras de desaparecidos y rescatados se vayan multiplicando con el paso del los días.
Las historias de pueblos borrados del mapa, núcleos de población de los que no se tienen noticias y, por suerte en algunas ocasiones, gente que vuelve a dar señales de vida cuando ya había poca esperanza de encontrarlos siguen cayendo en un goteo continuo. Por ejemplo, en Oshima, una pequeña isla frente a la costa de la provincia de Miyagi, han sido encontradas esta mañana con vida cerca de 1.300 personas. Entre 7.000 y 8.000 residentes en esta población perdieron sus casas y se han refugiado en escuelas, aunque están incomunicados y se desconoce si tienen provisiones suficientes.
Por el contrario, desde el viernes no se sabe nada sobre unos 7.500 residentes de Minami Sanriku, la mitad de la población de este pueblo de Miyagi engullido por el mar, aunque la Policía cree que podrían haberse refugiado en localidades cercanas como Tome. Un total de 2.000 residentes de Minami Sanriku fueron localizados hoy con vida, por lo que hay esperanzas sobre sus vecinos. Tampoco se conoce el paradero de otros 8.000 residentes del pueblo costero de Otsuchi, en la provincia de Iwate.
El gobernador de Miyagi, Yoshihiro Murai, indicó que en estos momentos el mayor problema es la carencia de combustible y material sanitario en los hospitales, donde están racionando las medicinas.
Los tanatorios no dan abasto para almacenar los cadáveres, se necesitan urgentemente más ataúdes y sus trabajadores se quejan de que los constantes apagones no les permiten mantener refrigerados los restos mortales.
El impacto económico
El impacto sumado del seísmo y el tsunami ha sido devastador. Más de 76.000 han sido dañados, incluidos los al menos 6.300 que han sido completamente destruidos. Algunas entidades bancarias han calculado el impacto económico. Citigroup estima entre 5 y 10 billones de yenes (44.000 y 88.000 millones de euros) en daños de viviendas e instalacionesm mientras que Barclays estima las pérdidas económicas en 15 billones de yenes (133.000 millones de euros) el 3% del PIB nipón.
Mientras tanto, la televisión japonesa alerta sobre potentes réplicas del terremoto que podrían generar nuevos tsunamis. Las réplicas alcanzarían una intensidad de 6 en la escala de 0 a 7 que manejan los japoneses.
En paralelo, los equipos de emergencia se afanan por rescatar cerca de 300 cadáveres atrapados entre los escombros en la ciudad de Sendai, capital de dicha prefectura, que tampoco han sido incluidos en el recuento oficial de víctimas. En muchos núcleos urbanos continúan apareciendo cuerpos sin vida en las playas y la labor de los equipos de rescate se ve dificultada por las constantes réplicas y la magnitud de la devastación causada por el terremoto, el mayor que ha sufrido Japón desde que comenzó a registrar datos hace 140 años. El Gobierno de Miyagi ha solicitado ayuda a otras prefecturas para comenzar con la quema de los cuerpos con el fin de evitar la propagación de enfermedades entre los supervivientes.
El G-8 evita pronunciarse por una zona de exclusión aérea
El G-8 evita pronunciarse por una zona de exclusión aérea sobre Libia
Rusia y Alemania han bloqueado la iniciativa. Los países más desarrollados se limitan a pedir al Consejo de seguridad que aumente la presión sobre Gadafi
A. JIMÉNEZ BARCA / AGENCIAS - París -
Pese a los esfuerzos de Francia y Reino Unido, el G-8, el club de los ocho países más desarrollados, no se ha pronunciado a favor de una zona de exclusión aérea sobre Libia. Así lo ha confirmado el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, anfitrión de la cita de los jefes de la diplomacia en París. Juppé ha explicado que los ministros han pedido nuevas medidas a la ONU para "aumentar la presión" sobre el líder libio, Muamar el Gadafi. Una fuente diplomática informaba poco antes de que han sido las reticencias de Rusia y Alemania las que han impedido el acuerdo para llevar al Consejo de Seguridad de la ONU una propuesta en este sentido. El comunicado emitido por los ministros de Exteriores del club se limita a advertir a Gadafi de las "graves consecuencias" de no respetar los derechos fundamentales de su pueblo, pero no menciona la vigilancia área que podría impedir que el presidente libio, Muamar el Gadafi, pudiese bombardear desde el aire a los rebeldes que luchan por derrocarle.
En la comparecencia final, Juppé ha exigido a Gadafi que cese los ataques contra la población, ya que "tiene la responsabilidad de proteger a su pueblo y deberá responder ante la Justicia" por sus acciones. La nota advierte de las "graves consecuencias" para Gadafi por violar los derechos fundamentales de los libios, pero solo recomienda al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que aumente la presión sobre Gadafi, incluyendo sanciones económicas. Del borrador se ha eliminado un párrafo sobre la zona de exclusión aérea. No traslada pues a este órgano la propuesta. El visto bueno del Consejo, así como de los países árabes, fueron los requisitos que puso la OTAN para llevar a cabo la intervención.
En una entrevista con la emisora Europe 1 a primera hora, el ministro francés de Exteriores, anfitrión de la cita, ya admitía que no había logrado convencer a sus socios -EE UU, Alemania, Rusia, Canadá, Italia y Japón, además de Reino Unido- de la necesidad de proponer la zona de exclusión aérea. Horas después, una fuente de una de las delegaciones, que ha pedido el anonimato, adelantaba que en el comunicado final del encuentro no habría mención alguna a la zona de exclusión. Ha añadido que Rusia y Alemania han bloqueado la iniciativa.
El jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, ha explicado la postura de su país. "Somos escépticos porque tememos que, al final, la intervención devenga en una guerra que debilite el movimiento de democratización del norte de África", ha explicado. Además, tiene dudas de que una zona de exclusión cumpla su objetivo de poner fin a los ataques de Gadafi sobre los insurgentes. En ese caso, el "paso siguiente sería el envío de tropas de tierra, lo cual hay que evitar por todos los medios". "No quiero que Alemania se implique en una guerra en el norte de África", ha sentenciado, abogando por aumentar la presión por parte del Consejo de Seguridad. También el representante ruso en la reunión, el ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, ha explicado que Rusia necesita más aclaraciones sobre la propuesta de la Liga Árabe de una zona de exclusión.
Francia, presidenta de turno del grupo, y Reino Unido, se esforzaron ayer por convencer al resto de que es necesario llevar al Consejo de Seguridad de la ONU la propuesta de ataques aéreos concretos encaminados a inutilizar la aviación Libia para, a partir de entonces, establecer una zona de exclusión aérea. La OTAN, la encargada de poner en marcha la zona de exclusión, pidió tres requisitos: la aprobación de los países árabes, que se obtuvo el sábado; la del Consejo de Seguridad de la ONU y pruebas de que realmente es necesaria.
Juppé se ha mostrado pesimista en cuanto a la evolución de la situación en Libia. "Gadafi marca puntos", ha resumido, admitiendo que la comunidad internacional no podrá ya impedir que el líder libio reconquiste la ciudad de Bengasi, epicentro de la revuelta y capital del embrión de Gobierno rebelde. "Ahora mismo, no tenemos los medios militares, porque la comunidad internacional no ha decidido dotarse de ellos", ha sentenciado Juppé. "Si hubiésemos utilizado la fuerza militar la semana pasada para neutralizar algunas pistas de aviación y algunas decenas de aviones de Gadafi, quizá los reveses que sufren ahora los rebeldes no se habrían producido", ha lamentado.
Fuerza Escudo de la Península
Las tropas enviadas a Bahréin por sus socios en el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) forman parte de la fuerza Escudo de la Península. Se trata de una unidad conjunta que los seis miembros de esa organización regional establecieron en 1984 con el objetico de "disuadir y responder a una eventual agresión militar" contra cualquiera de ellos. Además de Bahréin, los integrantes del CCG son Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unicos, Kuwait, Qatar y Omán.
Hasta ahora sus efectivos solo se habían desplegado en Kuwait. La primera vez en 1991, tras la invasión iraquí de ese emirato, como parte (simbólica) de la campaña internacional que EEUU dirigió para desalojar a los soldados de Sadam Husein. Y de nuevo, en 2003, antes de la invasión anglo estadounidense de Irak.
El Escudo de la Península está basado en Arabia Saudí, en la ciudad militar Rey Jaled, en Hafar al Batin, muy cerca de las fronteras de Irak y Kuwait. Cuenta con infantería, artillería, blindados y el apoyo de elementos de combate de cada uno de los países miembros. Y dispone de entre 7.000 y 10.000 hombres a las órdenes de un general saudí.
De acuerdo con las normas establecidas a su creación, las fuerzas enviadas a un país miembro pasan a estar bajo su autoridad. Corresponde por tanto a Bahréin decidir la tarea que va a encomendarle. Según la información difundida, Arabia Saudí ha enviado un millar de soldados y EAU 500 policías. En un comunicado difundido anoche, el Gobierno de Manama asegura que ha pedido su asistencia para "ayudar a proteger la seguridad de los ciudadanos, los residentes y las infraestructuras esenciales".
El Ejército y los rebeldes libios siguen los combates
El Ejército y los rebeldes libios siguen los combates en Brega y Ajdabiya
Los insurrectos aseguran que no cederán y que o Gadafi "acaba" con ellos o ellos lo harán con él
JUAN MIGUEL MUÑOZ (ENVIADO ESPECIAL) - Tobruk -
Las fuerzas del líder libio, Muamar el Gadafi, han entrado hoy en Ajdabiya, una ciudad crucial en cuanto cruce de caminos que pueden llevar tanto a Bengasi, capital de los insurrectos, hacia el norte, como a Tobruk, principal vía de suministro de los rebeldes, hacia el noreste. Según la televisión estatal "han tomado el control" de la ciudad, aunque aún no está claro si los rebeldes han abandonado completamente sus posiciones.
La entrada de las fuerzas ha seguido a una mañana de bombardeos intensos en la ciudad y sus alrededores, incluidos un puesto de control de los rebeldes y un depósito de armas. Los bombardeos han causado al menos un muerto y provocado un gran éxodo de pobladores.
También hay combates en Brega, puerto petrolero unos kilómetros más al oeste. Las tropas de Muamar el Gadafi siguen su avance hacia el este para recuperar el control total del país, aunque los rebeldes prometen resistencia: saben que Gadafi no anda sobrado de hombres -mejor equipados, eso sí- y que la lucha dentro de las ciudades no es lo mismo que los bombardeos aéreos, si es que el dictador decide entablar la lucha en el interior de grandes poblaciones controladas por los rebeldes.
A primera hora de la mañana, los soldados de Gadafi han realizado un ataque aéreo a las afueras de Ajdabiya, dejando al menos un muerto, según han relatado testigos a la agencia France Presse. Durante la mañana, se han oído detonaciones y disparos de baterías antiaéreas hacia el oeste de la ciudad, de donde proceden las tropas regulares. Ya pasado el mediodía, se ha intensificado el castigo sobre las posiciones rebeldes a la entrada de la ciudad, un puesto de control y un arsenal, informa Reuters citando a testigos. Uno de ellos asegura que el bombardeo es "intenso" y que si aciertan al arsenal, "destruirán Ajdabiya". Según otros testigos venidos de Brega, más al oeste, los tanques y los camiones de misiles de Gadafi están a unos 40 kilómetros de la ciudad. Han visto coches ardiendo con cadáveres dentro. Pobremente equipados, los rebeldes apenas pueden contener los tanques y la artillería regular, y han ido retrocediendo hacia el este en los últimos días, hasta quedar a las puertas de Ajdabiya, la última ciudad en el camino hacia Bengasi.
El ejército del dictador trata de asegurarse el control, si no de la ciudad, sí al menos de las rutas que llevan a Tobruk, ya que desde allí podría asfixiar al Gobierno insurrecto, privándole de suministros. Otra cosa es entrar. Ajdabiya es la primera ciudad de verdad que se encuentra el ejército de Gadafi en su avance hacia el este: los puertos petroleros de Ras Lanuf y Brega son meras ciudades para los trabajadores de las refinerías y del puerto, que habían abandonado sus hogares antes de que llegaran los combates.
También siguen los combates en Brega, según los residentes. El domingo por la mañana, los leales a Gadafi anunciaron su conquista, para que por la noche los rebeldes anunciaran haberla recuperado. Hoy, los soldados y los rebeldes luchan de nuevo por el control de la ciudad. "Aún va de un lado al otro. Ninguna de las partes tiene el control", ha declarado a Reuters el combatiente rebelde Adel Ibriki en Ajdabiya poco después de volver de Brega. Durante el día, el Ejército suele cobrar ventaja gracias a los bombardeos, mientras que durante la noche, los rebeldes recuperan parte de lo perdido. En cualquier caso, el saldo suele ser favorable a los militares.
No hay vuelta atrás
Los rebeldes, mientras, aseguran que no cederán. No hay vuelta atrás, no hay nada que negociar. "O acabamos con él [Gadafi] o él acaba con nosotros", vienen a decir los habitantes de Bengasi, Tobruk y las poblaciones del este del país. Residentes de Ajdabiya mostraban entre risas a un reportero de AFP octavillas lanzadas desde el aire por Gadafi: "Venimos a liberaros de terroristas y de agentes vendidos", decían, para a continuación, asegurar que las tropas buscarían a las "ratas" casa por casa. "Liberemos Ajdabiya y detengamos a todos los que estrechan la mano con el enemigo sionista", dicen los panfletos.
La gran mayoría de los habitantes están en contra del dictador y, aunque ahora ven cómo avanza en el frente, confían en factores que puedan terminar con su caída definitiva. Por un lado, no cuenta con un ejército numeroso: aunque mucho más pertrechado que los rebeldes, no cuenta con muchos más de 5.000 efectivos. Pueden bombardear posiciones, pero entrar en las ciudades y luchar casa por casa es diferente, máxime cuando en estas poblaciones, en las que el sentimiento anti-Gadafi es común, todo el mundo tiene un arma. Tampoco pueden cubrir con efectividad las zonas que van conquistando y también por eso su avance es tan lento.
También confían los rebeldes en que la comunidad internacional tome decisiones, ya sea sanciones económicas o la deseada zona de exclusión aérea que impediría los bombardeos de la aviación del dictador. Sin los aviones, en tierra, la fuerza de los opositores se acerca a la de los soldados.
Japón admite fugas radiactivas "que pueden afectar a la salud"
Japón admite fugas radiactivas "que pueden afectar a la salud" tras un incendio y una nueva explosión en Fukushima
En un perímetro de 30 kilómetros alrededor de la central no se puede salir de casa y se ha establecido una zona de exclusión aérea. -La alerta llega a Tokio porque el viento podría arrastrar las partículas. -El Gobierno reconoce que podría haber grietas en la vasija del reactor 2.- La agencia nuclear japonesa pide ayuda a la ONU y EE UU
R. MÉNDEZ / G. HIGUERAS - Madrid / Tokio
Sigue en Eskup el minuto a minuto del terremoto | Vídeo de la explosión en el reactor tres de Fukushima
La alarma de un desastre nuclear crece en torno a la central de Fukushima, afectada en cuatro de sus seis reactores por el terremoto que devastó el país el viernes. Un incendio se ha desencadenado en el reactor 4, aunque ya está controlado, mientras que en el número 2 se produjo una explosión en torno a las seis de la mañana locales (22.00 en España). Aunque el agua utilizada para rebajar la temperatura en el interior está sufriendo el efecto contrario y podría estar empezando a hervir, según informa la agencia de noticias Kyodo. Japón acaba de informar a la ONU de que los niveles de radiactividad en la puerta de la central está descendiendo: llegaron a estar en niveles muy peligrosos aunque han descendido en las últimas seis horas hasta alcanzar cifras normales, siempre según la información que el Gobierno japonés proporciona al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). La agencia de la ONU ha informado también de que se ha establecido una zona de exclusión aérea en un perímetro de 30 kilómetros de radio sobre la central. Es el mismo perímetro en el que las autoridades japonesas recomiendan a sus ciudadanos no salir de casa. Además, la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa (NISA, por sus siglas en inglés) ha confirmado que el incendio ha dejado dos agujeros de ocho metros en el muro del reactor 4. Mientras tanto, la zona continúa viviendo réplicas del temblor. Fukushima ha vivido hoy una réplica de magnitud 6,3. Desde el viernes, se han producido cientos de réplicas del grave terremoto.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, ha reprendido a varios ejecutivos de la compañía eléctrica que gestiona la central -Tokyo Electric Power Co. (Tepco)- inglés) por haber tardado demasiado tiempo en informarle de que se había producido la última explosión en un reactor de Fukushima 1. "¿Qué demonios está pasando?", les preguntó Kan, según Kyodo. "La televisión ha informado de una explosión, pero durante una hora no se ha dicho nada a la oficina del primer ministro", añadió. Kan ha ordenado, además, que Tepco no saque a sus empleados de la central. Hay 50 operarios trabajando en la central, los únicos que no han sido evacuados. Todo está en sus manos: tienen que refrigerar las piscinas de los reactores. En las centrales había 800 operarios trabajando, pero Tepco está desbordada y ha pedido que se retiren todos menos este medio centenar. Por otro lado, el gobernador de Fukushima, Yuhei Sato, ha llamado por teléfono a Kan para decirle que "el miedo y el enfado de los habitantes de la prefectura está llegando a un límite", informa EP.
El sistema de contención del reactor número 2 de la central nuclear de Fukushima "ya no es hermético", ha añadido
en París el presidente de la Autoridad de la Seguridad Nuclear de Francia (ASN, por sus siglas en francés), André-Claude Lacoste, según ha informado EFE. "Está absolutamente claro que estamos en el nivel 6 del INES (Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos, por sus siglas en inglés), aseguró Lacoste en relación con la situación de Fukushima. "No se sabe hasta qué punto el sistema de contención está dañado", pero aseguró que éste "ya no es hermético".
El Gobierno japonés admitió a primera hora que "puede haberse producido una fuga de materiales radiactivos", especialmente por causa del incendio, "que pueden afectar a la salud humana". Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud ha querido enviar un mensaje tranquilizador: "Japón está tomando las medidas de salud públicas adecuadas para proteger a la población de la radiación", ha dicho Gregory Hartl, portavoz citado por la agencia Reuters. Además, añaden que dicho organismo no ha recibido ninguna petición de ayuda por parte de este país, aunque sus expertos en radiación están alerta.
A las tres de la mañana (hora española) el primer ministro japonés, Naoto Kan, ha comparecido para hacer un llamamiento a la población y anunciar nuevas evacuaciones, la de los residentes en torno a 10 kilómetros de la central Fukushima I ya está completada; los que viven entre 10 y 20 serán rescatados en breve; y los que residen entre 20 y 30 kilómetros de la central no deben salir a la calle. El portavoz del Ejecutivo que sucedió a Naoto Kan en la tribuna de oradores pasó del mensaje de calma de los días previos a inequívocas señales de alarma. "Cuanto más lejos estén de la central, más seguros estarán", advirtió Yukio Edano, que apareció ante las cámaras con muestras evidentes de sudor en la frente.
La radiación en los alrededores de la central ha llegado a sobrepasar diez mil veces los límites legales. La situación ha generado una gran preocupación en el país; los locutores de televisión repiten mensajes que parecen salidos de una película de serie B sobre una catástrofe nuclear: "Cierren las ventanas, no utilicen sistemas de ventilación y tiendan la ropa en casa". Unas 200.000 dosis de yodo (que ayudan a proteger la glándula tiroides de los efectos de la radiación) se han repartido ya entre la población. Mientras, la Embajada francesa en Japón ha recomendado a sus nacionales que vivan en Tokio que no salgan al exterior, porque el viento que sopla hacia la capital podría arrastrar hasta allí las partículas radiactivas. Hacia las cinco de la mañana (hora española) ya se habían detectado pequeñas cantidades de radiación en Tokio, alertó Kyodo.
Incendio y una tercera explosión
Unos minutos después de la tercera explosión los niveles de radiación en los alrededores de Fukushima subieron hasta 8.217 microsieverts por hora, frente a los 1.941 que se registraban 40 minutos antes, según mediciones de la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa. Estos 8.000 microsieverts por hora serían el triple de la cantidad de radiación a la que está sometida una persona en un año. En un clima de confusión, se pensó primero que era por culpa de la explosión del reactor 2, pero posteriormente se aclaró que era consecuencia de un incendio en el reactor 4 en el que estaban ardiendo sustancias radiactivas. La buena noticia, si las hay, es que el reactor 4 estaba inoperativo en el momento del terremoto y no contenía barras de combustible.
Yukio Edano ha reconocido que "hay una alta probabilidad" de que la vasija de contención del reactor 2 se haya agrietado, pero el Ejecutivo insiste en que el edificio de contención -el último muro ante una fuga, y de cuya resistencia depende que Fukushima no sea Chernóbil- no ha quedado dañado, descartando la posibilidad de una fuga de radiactividad de grandes dimensiones.
El Gobierno admite también que puede haber daños en la cámara de despresurización, el sistema circular de refrigeración dentro del edificio de la contención. Un portavoz de Tepco explicó en una confusa rueda de prensa retransmitida y doblada al inglés por Al Yazira: "Hay una posibilidad de que haya daño", pero inmediatamente añadió que eso no tenía por qué significar una fuga o que podía tratarse simplemente de una válvula que estuviera midiendo mal la presión.
Aún con la confusión reinante, la situación parece cualitativamente distinta -más grave- que la de los días previos. La eléctrica responsable de la planta, Tepco ha constatado es que el nivel del agua ha bajado sensiblemente dentro del reactor 2, lo que denotaría daños en la piscina de condensación destinada a enfriar el reactor y controlar las condiciones en el interior del recinto. Al menos 2,7 metros de las varillas de combustible (de los cuatro que miden) no están cubiertas por el agua, y Tepco no puede confirmar si el nivel del agua está subiendo aunque haya vuelto a inyectar agua de mar. Esto implica que la mitad del uranio está sin refrigeración, el paso previo a la fusión del núcleo de la central.
Japón pide ayuda
La central de Fukushima parece un boxeador sonado: encajaba y encajaba golpes mientras la grada -en este caso el planeta entero- contemplaba con angustia deseando que no cayera a la lona ni tirara la toalla. Si una explosión en una nuclear es una imagen insólita, Fukushima suma tres en tres días, por eso desde horas antes de la última deflagración la crisis ya había desbordado a Japón, y Tokio había pedido ayuda a la agencia nuclear de EE UU (NRC, en sus siglas en inglés) y a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA), con la que debatía los detalles de cómo sería esa misión técnica.
Tras la explosión junto al reactor 1, ocurrida el pasado sábado, a las 11.01 de ayer (las 3.01 del lunes hora peninsular española) estalló el hidrógeno junto al reactor número 3 y se llevó de nuevo parte del edificio. Las autoridades insistieron en que en los dos casos había aguantado la contención.
Tepco insistió en que la explosión se debió a la salida de hidrógeno, un gas que, en contacto con el oxígeno del aire, produce una deflagración. Así que la explosión no fue nuclear pero sí reveló que las autoridades estaban dejando salir gases del interior de la planta -con la consiguiente radiactividad- para reducir la excesiva presión. Los trabajos se centraban en conseguir refrigerar esos dos reactores hasta que el problema saltó en el reactor número 2. Ese reactor puede acabar siendo el más problemático. Su explosión, ocurrida cuando Japón amanecía al martes, ha sido diferente.
Cada día que pasa el riesgo de que cedan los edificios de la contención de los dos primeros reactores afectados es menor, según coinciden todos los expertos. Aunque sea de forma precaria y a la desesperada con agua de mar, Japón estaba consiguiendo enfriar los núcleos de esos dos reactores. María Teresa Domínguez, presidenta del Foro Nuclear, el lobby de las seis nucleares españolas, afirmó que el problema en el primer reactor estaba casi solucionado. "Cuando paró la central, en el núcleo quedaba un 7% del calor residual del núcleo. Ya solo queda el 0,05%", afirmó en una concurrida rueda de prensa. El uso de agua de mar, que dejará inservibles los reactores, demuestra lo desesperado de la situación.
Domínguez defendió que Fukushima estaba resistiendo a la combinación terremoto-tsunami y defendió que esa era la prueba de la fiabilidad atómica. Ese es el argumento que usa insistentemente el lobby nuclear. Los detractores de esta energía, en cambo, ven en el accidente la prueba de que la seguridad total no existe y de que el excesivo riesgo no compensa su uso.
Japón se dirige a una catástrofe nuclear
Japón se dirige a una catástrofe nuclear, alertan en Francia
La Autoridad de la Seguridad Nuclear considera que la crisis en la central atómica de Fukushima está entre Three Mile Island y Chernobil
EFEEl presidente de la Autoridad de la Seguridad Nuclear (ASN) de Francia, André-Claude Lacoste, aseguró que el sistema de contención del reactor número 2 de la central nuclear de Fukushima "ya no es estanco".
Estas declaraciones se suman a lo sucedido esta madrugada, cuando estalló un tercer reactor y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que hay fuego en el depósito de almacenamiento de combustible usado del reactor 4 y que está saliendo radiactividad directamente a la atmósfera.
Posteriormente, los reactores 5 y 6 también han empezado a presentar problemas de refrigeración, según informa la agencia DPA.
"Está absolutamente claro que estamos en el nivel 6 del INES (Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos, INES, por sus siglas en inglés)", aseguró Lacoste a la prensa en la capital gala, en relación con la situación de esa central tras el terremoto de la semana pasada.
"Es decir, entre Three Mile Island y Chernobil", agregó el alto funcionario francés en alusión a los accidentes de esas centrales en Estados Unidos y Ucrania y afirmó: "no se sabe hasta qué punto el sistema de contención está dañado", pero aseguró que éste "ya no es estanco".
Alarma
La fuga radiactiva en Fukushima ha llevado a ampliar el perímetro de seguridad de 20 a 30 kilómetros alrededor de la central, lo que ha obligado a 140 mil personas a encerrarse en sus casas debido a los altos niveles de radiactividad que se desprenden desde la planta.
El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, que como el resto de sus homólogos del G8 ayer recibió explicaciones del responsable diplomático japonés, estimó a partir de esas informaciones en una entrevista a la emisora de radio 'Europe 1' que la situación es extremadamente grave y que el riesgo es por tanto extremadamente elevado.
Sí catástrofe, no como Chernobil
En otra entrevista a la radio 'RTL', el titular francés de Industria, Éric Besson, reconoció que "puede haber una catástrofe nuclear, pero no estamos en el escenario de Chernóbil" y que por las informaciones recibidas desde el fin de semana "parece que vamos a eso".
Besson explicó que una situación catastrófica se daría si la cobertura del núcleo del reactor se quebrara y admitió que "parece que vamos por ese camino".
Se esparce la contaminación
La Organización Meteorológica Mundial (WMO) advirtió que el viento está dispersando, tanto en Japón como hacia otros países asiáticos, las partículas radiactivas procedentes de las centrales nucleares japonesas afectadas por el terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo.
Asimismo, la agencia de la ONU precisó que, aunque los efectos se han registrado de momento solo en alta mar, las condiciones meteorológicas podrían cambiar, por lo que es necesario vigilar estrechamente la situación a través de los satélites y de otras fuentes de información.
"En este punto, todas las condiciones meteorológicas se están produciendo en alta mar, por lo que no tienen implicaciones para Japón ni para otros países próximos", declaró la responsable de la unidad de reducción de riesgos por desastres de la WMO, Maryam Golnaraghi, durante un encuentro con la prensa en Ginebra.
Más grave de lo esperado
El Gobierno japonés reconoció esta mañana que la crisis nuclear es más grave de lo previsto inicialmente.
“El nivel de radiactividad ha aumentado considerablemente”, declaró el primer ministro japonés, Naoto Kan, ante las cámaras de televisión.
A pesar de estas declaraciones, el Gobierno de Japón ha negado que haya una fuga continua y elevada de radiación en torno al reactor 4 de la central de Fukushima, después del incendio que hoy se declaró en el edificio que lo alberga.
La radiación llega a Tokio
La radiación llega a Tokio; el gobierno japonés reconoce la fractura de uno de los reactores nucleares de Fukushima
Reconocen autoridades fuga en la planta nuclear en Daiichi; hay daño en cuatro reactores. Declaran zona de exclusión aérea de 30 kilómetros y ordenan a 140 mil personas encerrarse en sus casas. Hay compras de pánico. China inicia evacuaciones
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La devastación (Reuters)
TOKIO, 15 de marzo.- Las autoridades de Japón lanzaron una alerta de un aumento de la radiación, tras un incendio y una tercera explosión en la central nuclear de Fukushima, en torno a la cual se ha declarado una zona de exclusión aérea de 30 kilómetros.
La fuga radiactiva forzó a Japón a ordenar que 140 mil residentes de zonas adyacentes se encierren en sus casas.
La nueva explosión, derivada del terremoto y tsunami que azotaron a Japón el viernes pasado, ha sacudido la central de Fukushima, esta vez en el reactor número dos, y ha elevado el nivel de alerta nuclear al 6 en una escala de 7, según la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa.
Horas después, el gobierno japonés reconoció lo alarmante de la situación en la planta nuclear. Además, dio cuenta de que otro reactor, el número 4, ha sufrido un incendio, ya controlado, y reconoció que los niveles de radiación en la zona han aumentado "considerablemente".
En un discurso televisado a nivel nacional, el primer ministro Naoto Kan, dijo que la radiación se había esparcido desde los cuatro reactores de la planta nuclear Fukushima Daiichi en la provincia de Fukushima, una de las más afectadas por el terremoto de magnitud 9 que fue seguido por un tsunami, dejando más de diez mil muertos, millones de personas en la miseria y asestó un duro golpe a la tercera economía mundial.
Aunque Kan y otros funcionarios instaron a la calma, los acontecimientos del martes provocaron un creciente pánico en Japón y en el resto del mundo en medio de una general incertidumbre sobre lo que sucederá después.
De hecho, el gobierno chino ha comenzado la evacuación de sus ciudadanos en la zona afectada por el terremoto en el noreste de Japón, al detectarse en el lugar fugas de radiactividad, informó hoy la embajada china en Tokio en un comunicado.
La Agencia Internacional de Energía Atómica dijo que las autoridades japonesas indicaron que el incendio fue en un estanque de almacenamiento, una piscina donde los desechos del combustible nuclear se mantienen fríos, y que esa "radiactividad está siendo liberada directamente a la atmósfera".
En el peor de los casos, el núcleo del reactor podría fusionarse por completo, un desastre que provocaría la liberación de una vasta cantidad de radiación en la atmósfera.
Las autoridades al sur de Fukushima informaron el martes por la mañana que el nivel de radiación era 100 veces mayor que el normal, informó la agencia de noticias Kyodo News. Indicaron que ese nivel aunque es preocupante si las personas se exponen a la radiación por un tiempo prolongado, ésta no tiene visos de ser letal.
En Tokio también se reportó un ligeramente elevado nivel de radiación pero las autoridades dijeron que el incremento era demasiado pequeño para que significara una amenaza para los 39 millones de habitantes dentro y fuera de la capital, situada a 270 kilómetros (170 millas) de distancia.
Kan y otros funcionarios advirtieron que hay peligro de que se produzcan más fugas y recomendaron a la gente que vive en un radio de 30 kilómetros (19 millas) de la planta que permanezca bajo techo. Unas 180 mil personas ya han sido evacuadas de un radio de 20 kilómetros (12 millas) y no se sabe con claridad cuántas personas viven en la nueva área señalada en la nueva advertencia.
"Por favor no salgan a la calle. Quédense en sus casas. Cierren las ventanas y sellen las rendijas de su casas. No enciendan los ventiladores. Cuelguen su ropa lavada dentro de sus viviendas", recomendó.
Los pronósticos meteorológicos para Fukushima indicaban nieve y viento desde el noreste para el martes por la noche, con dirección hacia el suroeste donde está situado Tokio, a continuación cambiaría y soplaría hacia el oeste hacia el mar. Eso es importante porque indicará en qué dirección se desplazará una posible nube nuclear.
Se trata de la peor crisis nuclear que haya afectado Japón desde las bombas atómicas arrojadas a Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, es la primera vez que ese tipo de amenaza nuclear se ha presentado en el mundo desde el desastre de la planta nuclear de Chernobyl, Rusia, en 1986.
"El nivel parece ser muy alto, y sigue existiendo un riesgo muy alto de que la radiación aumentará aún más", destacó Kan. "Estamos desplegando nuestros mayores esfuerzos a fin de impedir nuevas explosiones y nuevas fugas radiactivas", agregó.
Tres reactores de la planta nuclear quedaron en una grave situación después del terremoto del viernes, perdiendo su capacidad de refrigeración y provocando una fuga radiactiva. Un cuarto reactor que no estaba en operación se incendió el martes y la radiación ha empeorado, indicó el secretario del Gabinete Yukio Edano.
Se apagó el incendio, pero aunque no estaba en estado de operación, se prevé que el cuarto reactor sea la fuente de un elevado nivel de radiactividad debido a la cantidad de hidrógeno que liberó provocando el incendio.
"Es probable que el nivel de radiactividad aumente considerablemente debido al incendio de la Unidad 4", señaló Edano. "Ahora hablamos de niveles que pueden dañar la salud humana. Esta lectura tomada cerca del área donde se cree que están las fugas. A gran distancia los niveles podrían ser menores", agregó.
Las autoridades dijeron que 50 trabajadores trataban de arrojar agua a los reactores a fin de enfriarlos. Indicaron que otros 800 trabajadores han sido evacuados. Los incendios y las explosiones de los reactores han herido a 15 trabajadores y a personal militar y han expuesto a 190 personas a elevado nivel de radiación.
Kyodo informó que un nivel de radiación nueve veces mayor del normal fue detectado brevemente en Kanagawa cerca de Tokio y que el gobierno municipal de la capital dijo que había detectado una pequeña cantidad de material radiactivo en el aire de la ciudad.
El balance de muertos a causas del terremoto y maremoto ascendió el martes a dos mil 400, cuando la policía confirmó la cifra aunque la crisis nuclear ha opacado las penurias de la población. Las autoridades dijeron previamente que por lo menos diez mil personas han fallecido sólo en la provincia de Miyagi.
Millones de personas pasaron la cuarta noche con escasa comida, sin agua, ni calefacción bajo temperaturas casi gélidas.
Rebeldes libios pierden fortaleza
Rebeldes libios pierden fortaleza al oeste de Trípoli
TOBRUK, Libia (AP) — Las fuerzas leales a Muamar Gadafi han retomado Zuara, la última ciudad al oeste de Trípoli en manos de los grupos rebeldes que vuelve a quedar bajo el control del gobierno.
La victoria del martes solidifica el control de Gadafi sobre la costa oeste que va de la capital hasta la frontera con Túnez mientras que el mandatario libio avanza a su vez en contra de los rebeldes en su bastión del este del país.
Un traqueteo de disparos podía ser escuchado el martes vía telefónica mientras las tropas del gobierno celebraban, si bien los rebeldes prometieron reagruparse y contraatacar.
Zuara es uno de los primeros poblados que fue tomado por los rebeldes mientras tomaban fuerza al inicio de un levantamiento de un mes de duración en contra del gobierno de Gadafi.
Las fuerzas rebeldes en Zuara dijeron que las tropas leales al mandatario libio retomaron el poblado luego de atacar con tanques de guerra y artillería pesada, pero los combates esporádicos en las calles de la ciudad continúan.
Fuerte réplica de 6,3 grados en Fukushima
Fuerte réplica de 6,3 grados en Fukushima, la provincia de la central nuclear
Tokio, 15 mar (EFE).- Un sismo de 6,3 grados en la escala abierta de Richter se produjo hoy en la costa de Fukushima (noreste de Japón), provincia en la que se encuentra la central nuclear de la que se han confirmado fugas radiactivas.
La Agencia Meteorológica nipona informó de que el seísmo sucedió a las 18.50 hora local (9.50 GMT) y tuvo su epicentro en la costa a diez kilómetros de profundidad.
En Fukushima se encuentra la central nuclear donde se han detectado fugas radiactivas, que han llevado a ampliar el perímetro de seguridad de 20 a 30 kilómetros alrededor de la central.
Este seísmo en Fukushima ha sido el más fuerte en lo que va de día, con una intensidad 3 en la escala japonesa de 7, que se centra en el alcance del temblor.
Son ya más de 200 las réplicas que han sucedido al grave terremoto de 9 grados que se produjo el viernes en la zona nordeste de Japón, causando casi 6.500 muertos o desaparecidos, según el último cómputo oficialGadafi amenaza con aliarse a Al Qaeda
Gadafi amenaza con aliarse a Al Qaeda y declarar una guerra santa
Roma, 15 mar (EFE).- El líder libio Muamar el Gadafi afirma que si los gobiernos occidentales se comportan “con nosotros” como en Irak, “Libia se saldrá de la alianza internacional contra el terrorismo, nos aliamos con al Qaeda y declaramos la guerra santa”, en una entrevista concedida al diario italiano Il Giornale.
“Traicionado” por Berlusconi
El coronel Gadafi asegura que se siente “traicionado” por su hasta ahora amigo, el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, con quien no mantiene ninguna relación, y que el presidente francés, Nicolas Sarkozy tiene una especie de “desorden mental” porque “ha dicho cosas que sólo podría decirlas un loco”
“Estoy realmente sorprendido -incidió- por la actitud de mis amigos europeos. De esta forma han puesto en peligro y dañado una serie de grandes acuerdos sobre seguridad y cooperación económica que teníamos”.
No hay diálogo en Bengasi
En cuanto a Bengasi, segunda ciudad en importancia de Libia, situada al este y en poder de los rebeldes, el coronel sostiene que no hay un espacio para el diálogo con los insurrectos porque el pueblo está de su parte, es más, la gente le pide “que intervenga contra las bandas armadas” que, según Gadafi, pertenecen a Bin Laden.
“Negociar con los terroristas de Osama Bin Laden no es posible. Ellos mismos no creen en el diálogo (…) Su idea de la situación en Bengasi es equivocada. La población tiene miedo de esta gente y debemos liberarla”, subraya.
Agrega que los miembros del Consejo Nacional de la Oposición, que preside el que fuera su ministro de Justicia Mustafa Abdel Jalil, “son como si fuesen de Al Qaeda” y que muchos militares que se han pasado a los rebeldes han explicado que no tenían alternativa o aceptaban o eran degollados como hacía Al Zarqawi, líder de la rama de Al Qaeda en Irak.
La conquista de la Cirenaica, con capital en Bengasi, Gadafi la da por hecha.
Los rebeldes “no tienen esperanza, es un causa ya perdida. Hay dos posibilidades: rendirse o escapar. Estos terroristas utilizan a los civiles como escudos humanos, incluidas las mujeres”, refiere.
Asegura que sus tropas avanzas a Bengasi
Gadafi asegura que sus tropas avanzan rápidamente hacia Bengasi antes de que se produzca un baño de sangre y “para combatir el terrorismo”.
“Las órdenes a nuestras tropas son rodearlos, ponerlos bajo asedio. Si se rinden no los mataremos”, asevera.
En cuanto a la ciudad de Misurata, la tercera en importancia en el país y ya asediada, “los terroristas serán procesados, pero la gente normal será perdonada”. Habrá clemencia, bajaremos las armas”, asevera.
Preguntado si, en el caso de que supere la crisis, está dispuesto a dar un paso atrás y ser sustituido por su hijo Seif al Islam y acometer las reformas, Gadafi responde que “lo decidirán los libios a través de los Comités Populares y el Congreso del Pueblo. Si la elección viene del pueblo yo aceptaré”.
La radiación ha bajado de forma notable
OIEA: La radiación ha bajado de forma notable tras extinguirse el incendio
Viena, 15 mar (EFE).- El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) informó hoy que la radiación detectada en la planta nuclear de Fukushima, al noreste de Japón, se ha reducido de forma notable tras la extinción del incendio en el reactor 4 del complejo.
“A las 00:00 GMT del 15 de marzo se detectó una dosis de 11,9 milisievert (mSv) por hora. Seis horas más tarde, a las 6.00 GMT, se observó una tasa de 0,6 mSv por hora”, informó el OIEA.
“Estas observaciones indican que el nivel de radiactividad ha disminuido en el sitio”, agregó el organismo en un comunicado.
El OIEA explica que una persona recibe de promedio una exposición a la radiación por fuentes naturales de alrededor de 2,4 mSv por año.
La agencia nuclear de la ONU asegura que la dosis de 400 mSv por hora que se detectó con anterioridad se trata de “un nivel muy elevado”, pero es un valor que se observó en un lugar, entre los reactores 3 y 4, y un momento único.
Debido a ese valor elevado “el personal no indispensable fue evacuado de la planta, de acuerdo con el Plan de Respuesta a Emergencias”, indicó, sin precisar cuántos han quedado al cuidado de las instalaciones.
El organismo de la ONU informa también de que unas 150 personas han recibido asistencia por una exposición a altos niveles de radiación, y que se establecieron “medidas para descontaminar 23 de ellas”.
Horas antes, el OIEA aseguró que el extinto incendio afectó a combustible usado del reactor 4 de la planta de Fukushima y que se estaba liberando radiactividad “directamente a la atmósfera”.
El Gobierno japonés está evacuando a la población que vive en un perímetro de 20 kilómetros alrededor de la planta, y ha solicitado a quienes viven en 30 kilómetros a la redonda que se abstengan de abrir las ventanas o encender al aire acondicionado.
lunes 14 de marzo de 2011
En Japón siempre lloran en silencio
En Japón siempre lloran en silencio
La droguería cercana a la casa de Martina, cerrada por la restricción horaria. | akihabaraprincess.blogspot.com
- Gallegos residentes en Japón relatan a ELMUNDO.es su vida en el país nipón
- Critican que la Embajada no se pusiese en contacto con los residentes en Tokio
- 'Realmente la embajada sólo sirve para atender al Rey cuando viene aquí'
- No quieren dejar Japón pese al terremoto y a la crisis nuclear
- Cuentan a través de sus blogs personales cómo viven la situación
Miguel Magdalena | Santiago de Compostela
"¿Sabes lo peor de todo? Ver en la televisión a una japonesa buscando a sus padres... ver que encuentran a sus padres vivos y que no corre a abrazarlos, no hace nada ni los toca... Sólo coge al perro que llevaba su padre en manos, se pone a llorar y salen los tres andando. ¿Acaso no es triste?"
Una catástrofe natural cede inmediatamente el paso a sus desgraciados protagonistas. Echando la vista atrás, tragedias como las de Haití o Indonesia continúan en la retina, condimentadas por los efectos colaterales como el hambre, las enfermedades, los robos o el caos social. Las historias personales afloran y alimentan el trabajo de los enviados especiales a las llamadas 'zonas cero'.
Sin embargo, la contención en público y el carácter ultrarreservado de los japoneses mantiene sus lamentos bajo corazas similares a las de los reactores que ponen en entredicho al país nipón. Pocas imágenes de los japoneses se han visto, menos aún en esas zonas menos afectadas de las que se cuenta que viven en una falsa normalidad al día siguiente de la tragedia. El que relata el testimonio del primer párrafo de esta información es David, un lucense que reside en Tokio.
Grieta en la casa del vecino de Martina.
ELMUNDO.es se ha puesto en contacto con dos gallegos residentes en la capital japonesa. Ambos lamentan que la Embajada de España no se ha comunicado con ninguno de ellos. Tanto David, fotógrafo de temática erótica, como Martina, una joven pontevedresa, trasladan a través de sus respectivos blogs sus vidas en el país nipón y obviamente el terremoto y la crisis nuclear ocupan los últimos posts.
David señala a este medio por correo electrónico que fue este lunes cuando la embajada contactó con él después de que les escribiese criticando la incomunicación desde que se inició la crisis. "No se habían puesto en contacto con nadie de los españoles que yo conozco".
"Realmente la embajada sólo sirve para atender al Rey cuando viene aquí y para comer jamón en la fiesta española. ¿Tanto les cuesta enviar un email en una lista de correo a todos los españoles residentes aquí?", se pregunta el fotógrafo, de 34 años.
Más reflexiva con la Embajada es Martina. "Quiero pensar que no se pusieron en contacto con nosotros porque no estábamos en el área más afectada. Aún así, deberían haberlo hecho". Su situación permite que tenga relación con nacionales de otros países residentes allí, y precisamente le sabe mal que "hayan sido localizados por sus respectivas embajadas en mismo día o al siguiente del terremoto".
No quieren dejar Japón pese a la crisis nuclear
El sentimiento adquirido ante una cultura tan diferente de la occidental no conoce fisuras pese a la gravedad de los hechos que se suceden en el país del sol naciente desde el pasado viernes. David es tajante y, en su comunicación con ELMUNDO.es, inicia su relato manifestando que a casa "nunca volvería, y después de lo que Japón me ha dado a mí, tengo el deber de devolvérselo".
El lucense se casó en su tierra con una japonesa en el 2005. El enamoramiento por su mujer y por el país que lo acoge no nubla que sus occidentales ojos puedan reconocer la frialdad de un pueblo en testimonios como el que inicia este relato.
Por su parte, Martina no cierra las puertas a un regreso inesperado, en función del desarrollo de la crisis. "Es la familia la que quiere que vuelva cuando antes, pero de momento me quedo".
Las estanterías de un supermercado, vacías.
Los terribles acontecimientos que están sucediendo al seísmo elevaron todavía más la relevancia del poder de las redes sociales como fuente de información, prácticamente desde la primera hora posterior al temblor del viernes. Los blogs, Facebook o Twitter se muestran indispensables para desplazados como David o Martina. La pontevedresa recuerda la situación que vivió el viernes y el sábado, sin línea de teléfono. "La verdad es que no sé que habría hecho de no haber tenido Twitter o Hotmail".
Martina, que continúa contando el día a día en su blog, destaca a este periódico la importancia de recibir información por parte de las autoridades niponas. "Nos están dando información sobre los cortes controlados de electricidad. A fin de ahorrar energía, han dividido las zonas en grupos que se quedan sin electricidad en un intervalo de tiempo. Por ejemplo, el área donde yo vivo entra en el grupo 4, y se queda sin electricidad desde las 13.50 hasta las 17.30".
David no termina su relato, enviado en la noche japonesa del lunes, sin recordar que "llevamos una hora y media sin terremotos y aún así mi cuerpo siente que se mueve continuamente. En la televisión, cada vez que ocurre algo suena un pitido y siempre te esperas lo peor". Una conclusión que resume el día a día posterior al terremoto del viernes, sólo interrumpido por las agradecidas horas de sueño.
Otra explosión en Fukushima daña el reactor dos
Otra explosión en Fukushima daña el reactor dos y causa una fuga radiactiva
- El Gobierno japonés reconoce que la vasija, el muro más cercano al reactor, esta dañada
- Esta vasija está compuesta de acero y hormigón y está diseñada para prevenir escapes radiactivos
- La Agencia de Seguridad Nuclear confirma que se ha producido una fuga radiactiva
- Otro reactor, el número 4, esta sufriendo un incendio tal y como asegura el primer ministro
- El operador de la central confirma que los niveles de radiación han aumentado
Agencias | Tokio
La alarma nuclear en Japón crece por momentos. Una nueva explosión ha sacudido la central de Fukushima, esta vez en el reactor número dos. Horas después, el Gobierno nipón ha reconocido lo alarmante de la situación en la nuclear. Además ha informado de que otro reactor, el número 4, ha sufrido un incendio y ha reconocido que los niveles de radiación en la zona han aumentado "considerablemente".
La explosión en el reactor tres habría dañado la vasija de contención del reactor, según han admitido las autoridades. La vasija o muro de contención es la estructura más cercana al reactor. Se teme que la deflagración haya afectado a parte del sistema de control de presión del reactor y que pueda haber provocado la fuga.
En esta nueva explosión, sí se ha dañado la vasija, compuesta de acero y hormigón y con forma de bombilla. Está diseñada para prevenir posibles fugas radiactivas. En las anteriores explosiones registradas en Fukushima la vasija que protege al reactor quedó intacta.
La nueva explosión ya está teniendo consecuencias. Según la Agencia de Seguridad Nuclear, la deflagración de esta noche ha provocado una fuga de una cantidad indeterminada de material radiactivo. La agencia Kyodo informó de que los niveles de radiación "superaron el límite legal" tras la explosión.
En concreto, el operador del reactor dijo que los niveles de radiación en los alrededores se habían elevado a 8.217 microsieverts una hora después de la explosión, frente a los cerca de 1.000 que había antes del nuevo incidente. Las autoridades japonesas dicen que los niveles tendrían que llegar a 1 millón o más antes de causar enfermedades a gran escala por la radiación.
El portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, ha confirmado que se han producido "posibles daños en la vasija", que se encuentra en la parte inferior de la caja de contención que sirve para refrigerar el reactor y controlar la presión en el interior del reactor.
Un escenario 'muy desfavorable'
La empresa de la central ha descrito un "escenario muy desfavorable" en Fukushima tras los nuevos acontecimientos. Tras la explosión se procedió a la evacuación de los trabajadores de la central a un lugar seguro. Se desconoce cuántas personas están en la zona de riesgo.
El lunes el reactor dos sufrió un fallo en una de sus diez válvulas que afectó al sistema de refrigeración, algo similar a lo ocurrido antes de que explotaran los reactores 1 y 3 de la misma central.
Los operarios de la planta intentaban abrir más válvulas con la esperanza de que por una de ellas puedan introducir de nuevo agua salada para refrigerar las varas de combustible y mantener estable el núcleo del reactor.
Las autoridades en el complejo de Fukushima Daiichi están tratando de evitar la fusión del núcleo en los tres reactores nucleares de la planta, informa Reuters.
Por su parte, las autoridades nucleares de Francia aseguran que se ha producido una fusión parcial en los reactores 1, 2 y 3. El organismo de vigilancia francés había asegurado que Tokio está suavizando los efectos de la crisis nuclear.
Otros dos reactores de la planta han tenido problemas de enfriamiento, dando lugar a una explosión y la destrucción parcial o total del edificio que rodea la contención. La caja de unidades 1 y 3 han sido dañadas, según las autoridades.
El largo viaje de los camiones mexicanos .
El largo viaje de los camiones mexicanos .
Todo lo que parezca un avance, por supuesto, es bienvenido. El gobierno estadounidense, no obstante, aconsejó no hacerse grandes expectativas, adjuntando a su comunicado de prensa la siguiente calificación: "Este es un acontecimiento muy positivo, pero no se ha concretado nada". En otras palabras, los sospechosos políticos de siempre podrían enterrarlo.
Recordemos cómo llegamos aquí. En 1995, el Sindicato de Camioneros consiguió que Bill Clinton frenara la apertura de la frontera a la competencia mexicana de transporte de larga distancia. Clinton adujo problemas de seguridad. Pero esto, todavía era una clara violación de los compromisos del NAFTA asumidos por de EE.UU. Luego, en 2001, un panel del Tratado de Libre Comercio (también conocido como TLC) concedió a México el derecho a tomar represalias imponiendo aranceles sobre las exportaciones de EE.UU. México No lo hizo inmediatamente.
Las esperanzas se desataron en 2007, cuando el gobierno de Bush puso en marcha un programa piloto para controlar la seguridad de los camiones mexicanos, que después de un año habían logrado mejores informes de seguridad que sus homólogos de EE.UU. Obama puso fin a la iniciativa al llegar a la Casa Blanca.
Eso llevó a México a imponer a mediados de 2009 aranceles (legales) en represalia sobre exportaciones de US$2.400 millones de EE.UU. Las empresas estadounidenses se vieron afectadas. En el primer año de los impuestos, el gobierno mexicano dice que las importaciones de los productos de la lista cayeron 81%. Y fue el daño producido por los aranceles, y no una epifanía sobre los beneficios del libre comercio, lo que llevó a Obama a la mesa de negociaciones la semana pasada.
México y EE.UU. ahora negociarán un "programa introductorio recíproco", como lo describió la Casa Blanca, y se supone que a principios de abril habrá un documento disponible para el comentario del público. Pero si el Congreso manifiesta inquietudes (el Sindicato de Camioneros, por supuesto, ya se está quejando), Estados Unidos tendría que regresar a México para proseguir las negociaciones.
Cuando se firme un acuerdo, México dice que levantará el 50% de los gravámenes que impuso como represalia sobre las exportaciones de EE.UU. Cuando transcurran los entre dos y cuatro meses que demoraría implementar el programa, México levantará la otra mitad de los aranceles.
Si todo marcha según lo previsto, el resultado probablemente nos llevaría de nuevo al equivalente del programa piloto de 2007 de George W. Bush en 2012. Eso es lo que se conoce como un gran avance comercial durante la presidencia de Obama.
Ebrard responde a Beltrones
Ebrard responde a Beltrones: su propuesta fiscal, un “vil engaño”
El jefe de Gobierno del DF considera que la iniciativa es regresiva, electorera, de derecha y que golpeará a los pobres
Enrique SánchezCuestionado sobre las declaraciones que en su contra virtió el día de ayer el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, el mandatario capitalino dijo que obedecen a la molestia que les ha causado el que se les diga la verdad sobre esta iniciativa fiscal.
Argumentó que la propuesta es engañosa y regresiva porque el IVA seguiría igual, aunque sólo se ampliaría a una parte de los alimentos y se “inventa” una devolución cuya condicionante es tener cuenta bancaria, lo que beneficiaría sólo al 20% de la población que estaría en este supuesto.
“Es un vil engaño y lo saben”, sostuvo.
Ebrard dijo que es una propuesta de derecha porque es conservadora y además electorera, con miras al proceso electoral de este año en el Estado de México.
Entrevistado tras inaugurar la primera Feria de la Innovación Tecnológica de la Ciudad de México, el jefe de Gobierno afirmó que lo que se tiene que hacer es revisar a la baja el Impuesto Sobre la Renta y las exenciones especiales.
Por otro lado, Ebrard dijo que nota un gran miedo en el PRI de cara a la elección en la entidad mexiquense ante la posibilidad de que vayan en alianza el PRD y el PAN.
Se incendia parte de Fukushima
Se incendia parte de Fukushima; alerta el primer ministro japonés sobre 'aumento considerable' en nivel de radiación
La Secretaría de Seguridad Nuclear e Industrial anunció que el nivel del agua del reactor desciende por lo que la Compañía de Fuerza Eléctrica de Tokio, intentará neutralizar el calentamiento vertiendo agua de mar dentro del contenedor; piden a los habitantes no salir de sus casas
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CIUDAD DE MÉXICO, 14 de marzo.-El nivel de las radiaciones "aumentó considerablemente" en la central nuclear de Fukushima 1 en donde se produjo un incendio en el reactor 4, tras la explosión registrada a 6.10 hora local (21.10 GMT del lunes), declaró el martes el primer ministro japonés Naoto Kan.
Asimismo, solicitó a las personas que están en un radio de 30 km a la redonda de la central nuclear de Fukushima 1, que se encierren y se protejan.
Tokyo Electric Power (TEPCO) admitió que puede haberse emitido radiación después de quedar dañada la estructura que envuelve al reactor número 2 mientras los niveles de radiactividad en la zona marcaron los ocho mil 217 microsievert por hora, frente a los 500 permitidos.
El estallido ocurrió a las 6.10 hora local (21.10 GMT del lunes), poco después de que el Gobierno admitiera que el reactor continuaba inestable, según la agencia Kyodo.
La Secretaría de Seguridad Nuclear e Industrial dijo que un reactor en una central nuclear en Fukushima, perdiendo toda su capacidad de enfriamiento por lo que los temores de una nueva explosión incrementan a medida que el nivel del agua del reactor desciende, lo que podría provocar serios escapes radioactivos.
La dependencia dijo que la Compañía de Fuerza Eléctrica de Tokio le había notificado de una emergencia en el reactor número 2 en su central energética número uno en Fukushima, informó NHK World.
Este es el segundo aviso de emergencia para el mencionado reactor. La Compañía de Fuerza Eléctrica le comunicó el viernes a la secretaría después del potente terremoto que había fallado el sistema de refrigeración de emergencia del reactor, agregó.
La compañía había tratado de enfriar el reactor circulando agua a través de fuerza de vapor, en lugar de electricidad. Sin embargo, el intento de bajar la temperatura dentro del contenedor que protege al reactor no funcionó.
El portavoz del Gobierno Yukio Edano indicó que la compañía de electricidad se está preparando para verter agua de mar dentro del contenedor.
La debacle árabe
ORIENTE MEDIO
La debacle árabe y tres lecciones importantes
Por Carlos Alberto Montaner
Hay por lo menos tres lecciones que extraer del reñidero árabe. La primera es que los regímenes caudillistas y sin instituciones legítimas tienden a desembocar en la violencia cuando llegan a su agotamiento. El reemplazo se produce a cañonazos porque no hay modos pacíficos de transmitir la autoridad. Eso ha ocurrido en Túnez, en Egipto y luego en Libia. |
Quienes desprecian el Estado de Derecho a la manera de las democracias estables y prósperas de Occidente no entienden que la gran virtud del sistema radica, precisamente, en la sustitución y renovación pacífica de los gobernantes, seleccionados de un abanico de opciones diferentes. Es posible que elijamos a un cretino o a un inepto, incluso a un canalla (ocurre con frecuencia), pero a estos indeseables se les puede reemplazar sin dificultades en los próximos comicios. (Raúl Castro debería estudiar cuidadosamente lo que ocurre en el norte de Africa y sacar las conclusiones adecuadas).
La segunda lección tiene que ver con el petróleo. ¿Hasta cuándo las naciones importadoras de petróleo van a seguir aplazando el desarrollo masivo de fuentes alternas de energía? Recuerdo un vibrante discurso de Richard Nixon en 1973, hace casi cuarenta años, en el que juraba que Estados Unidos pondría fin a las importaciones petroleras. En ese año, los países árabes productores de energía castigaron a Occidente por el apoyo dado a Israel durante la guerra de Yom Kippur. El costo del petróleo se multiplicó por cinco, y medio planeta cayó en recesión. Desde entonces, todos los ocupantes de la Casa Blanca han repetido la patriótica cháchara de Nixon, con más o menos énfasis, pero el país, irresponsablemente, continúa dependiendo de las importaciones de crudo.
¿Por qué ese fracaso? Porque a la hora de valorar la factura del petróleo los norteamericanos se limitan a abonar el precio que indica el mercado al barril, sin tomar en cuenta los costos ocultos de un oligopolio controlado por unas veinte compañías –trece de ellas estatales–, establecido en regiones inestables e impredecibles y parcialmente regulado por un cártel de productores que mantiene artificialmente los precios del combustible, práctica que en cualquier otra actividad es un delito severamente penado por las leyes.
¿Cuál es el gasto militar de proteger las instalaciones en el Medio Oriente? ¿Cuánto cuestan las recesiones provocadas por estos vaivenes del precio del petróleo? Cada vez que se produce una catástrofe petrolera y el mundo entra en recesión se destruyen billones de dólares de capital acumulado, y todos nos empobrecemos súbitamente. Si esa suma fantástica pero real fuera agregada al costo de la factura del petróleo, veríamos que no es cierto que sea la fuente más barata de energía. Es la más costosa.
La tercera lección tiene que ver con el cinismo infinito de los amigos de Gadafi. Los tres líderes que más descaradamente han salido a defender a este extraño dictador son Hugo Chávez, Daniel Ortega y Fidel Castro. El trío, mientras condena, conmovido, las muertes de inocentes provocadas por Estados Unidos en las guerras de Irak y Afganistán, respalda con entusiasmo los bombardeos de Gadafi contra civiles desarmados, efectuados por la aviación libia sin otro objetivo que sembrar el terror por medio de una masacre.
Chávez, además, ha dedicado a los países de ALBA a tratar de salvar a su colega libio. El coronel venezolano, hoy bajo la tutela de Fidel Castro, no olvida que en los años noventa estaba bajo la influencia intelectual y política de Norberto Ceresole, un peronista-fascista argentino, muerto en 2003, tan descaradamente colocado al servicio de Libia y de Irán que hasta negaba la existencia del Holocausto.
Chávez, de la mano de Ceresole, había leído con fascinación las tonterías escritas por Gadafi en El libro verde y defendía con ardor la "tercera teoría universal", como pomposamente llamaba el libio a unas autoritarias maquinaciones ideológicas en las que prescribía un modelo de Estado basado en la existencia de un caudillo iluminado, ligado a una sabia masa por medio de un ejército popular.
El resto de los países integrados en ALBA –Ecuador, Bolivia y un par de risueños islotes caribeños–, más los observadores (Granada, Haití, Paraguay, Uruguay, acompañados por la satrapía siria), deben tomar nota de que aquélla es mucho más que una organización dedicada a estimular el comercio: es un instrumento diplomático de Chávez, Castro y Ortega para respaldar las peores tiranías. Es muy grave prestarse a esas componendas.
Algo está cambiando en Irán y el mundo árabe
ORIENTE MEDIO
Algo está cambiando en Irán y el mundo árabe
Por Daniel Pipes
Las inauditas convulsiones que están sacudiendo el Medio Oriente, de Marruecos a Irán, suscitan tres reflexiones. En primer lugar, ha de decirse que estas rebeliones se enmarcan en una suerte de ajedrez regional que yo suelo denominar "la Guerra Fría del Medio Oriente". |
Por un lado tenemos el bloque resistente, encabezado por Irán y en el que encontramos a Turquía, Siria, el Líbano, Gaza y Qatar: todos ellos buscan sustituir el orden existente por uno mucho más islamizado y hostil a Occidente. Por el otro tenemos el bloque del statu quo, comandado por Arabia Saudí y que engloba a la mayor parte del resto de la región (incluido, implícitamente, Israel), que prefiere que las cosas sigan más o menos como hasta ahora.
El primer bloque tiene (salvo Siria) un programa, mientras que el segundo (salvo Israel) lo que quiere, principalmente, es gozar de las mieles del poder (¿a alguien le gustan los tigres enjaulados? ¿Quizá un concierto privado de Mariah Carey?). Los primeros tienen una cosmovisión que ofrecer y defender, mientras que los segundos cuentan con ingentes cantidades de armamento.
Segunda reflexión. Aunque los sucesos de Túnez, Libia, Egipto, Yemen y Bahréin tienen una gran importancia, lo cierto es que la región sólo tiene dos gigantes geoestratégicos, Irán y Arabia Saudí, y ambos son potencialmente vulnerables. El descontento en la República Islámica de Irán se hizo evidente en junio de 2009, cuando la gente se echó a la calle para protestar por el fraude electoral perpetrado por los ayatolás. Aunque las autoridades lograron reprimir el Movimiento Verde, no pudieron sofocarlo por completo y sigue ahí, semioculto. Y aunque Teherán ha hecho ímprobos esfuerzos por capitalizar las revueltas regionales y vincularlas con la revolución de 1978-1979, lo cierto es que es mucho más probable que las protestas inspiren a los iraníes a renovar su asalto al orden jomeinista.
Si esa contrarrevolución llegara a tener éxito, las implicaciones sobrepasarían completamente las fronteras iraníes y repercutirían en el Tratado de No Proliferación Nuclear, la seguridad israelí, el futuro de Irak, el mercado energético mundial y –probablemente el punto más conflictivo– el movimiento islamista, pues, privado éste de la ayuda del más importante miembro del bloque resistente, muy probablemente iniciaría su decadencia.
El Reino de Arabia Saudí no es un Estado ordinario. Su poderío se explica por una combinación única de wahabismo, influjo religioso (controla los santos lugares de La Meca y Medina) y músculo financiero, por sus descomunales reservas de petróleo y gas. Además, sus líderes suelen poner en práctica políticas absolutamente fuera de lo común. Aun así, las discordias internas podrían provocar su colapso. La pregunta, entonces, sería: ¿en beneficio de quién? ¿De la resentida minoría chií, que podría acercar Riad a Teherán? ¿De los wahabíes más puristas, que desprecian las adaptaciones monárquicas a la modernidad y gustosamente copiarían el modo de gobernar de los talibanes afganos? ¿De ambas tendencias, en caso de fragmentación del país? ¿O tal vez de las hasta la fecha insignificantes fuerzas progresistas, que están encontrando su voz y quisieran derrocar un régimen anticuado, corrupto y fundamentalista?
Esta última idea me conduce a la tercera reflexión, la más inesperada: las revueltas de estos últimos dos meses han sido en gran medida constructivas, patrióticas y aperturistas. El extremismo político, islamista o izquierdista, ha brillado por su ausencia en las calles. Las teorías conspirativas han sido cosa de los dictadores en apuros, no de las multitudes: Gadafi ha llegado a decir que los disturbios libios han sido cosa de Al Qaeda, que habría distribuido drogas alucinógenas entre sus súbditos. Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel apenas han figurado en las pancartas.
Uno tiene la impresión de que el extremismo del siglo pasado, vinculado a figuras como Haj Amin al Huseini, Gamal Abdel Naser, Ruholá Jomeini, Yaser Arafat o Sadam Husein, ha cumplido su ciclo; que la población busca algo más mundano y fungible que la retórica incendiaria y el inmovilismo reaccionario.
En los estudios sobre el Medio Oriente el pesimismo está bien visto, sirve para hacerse un hueco, y yo soy un conocido agorero. Pero, con toda la precaución que se quiera, lo cierto es que percibo cambios que podrían augurar una nueva era, en la que los infantilizados voceros árabes alcancen de una vez por todas la madurez. No doy crédito a mis ojos, y estoy permanentemente a la espera de la vuelta a las andadas. Pero lo cierto es que aún no han vuelto...
Quizá el más fabuloso signo de esta madurez lo encontremos en los manifestantes que limpian las calles luego de dar por concluidas sus protestas. Ya no están bajo la tutela del Estado, del que dependen para acceder a servicios como el de limpieza: de pronto son ciudadanos con un acusado sentido de la responsabilidad cívica.
Aunque contemplo con precaución la idea de basar la política exterior en esta mejora súbita, sería un error despreciarla. Los movimientos rebeldes necesitan tener una oportunidad de actuar con madurez. Ha llegado el momento de descartar la intolerancia light de las bajas expectativas: hablar árabe o persa no hace a la gente incapaz de levantar edificios democráticos para alcanzar sus fines en libertad.
No intervengan en Libia
No intervengan en Libia
por Malou Innocent
Malou Innocent es analista de política exterior del Cato Institute.
Al testificar la semana pasada ante el Comité del Senado para Relaciones Exteriores sobre los disturbios en Libia, la Secretaria de Estado Hillary Clinton insistió en que “se están considerando todas las opciones”. En otras palabras, la intervención militar estadounidense todavía es posible. Al igual que la mayoría de estadounidenses, yo también quiero ver que el sufrimiento del pueblo libio sea aliviado. La brutalización sistemática que caracteriza al gobierno de Muammar Gaddafi, como ordenar a sus militares registrar todas las casas en busca de los manifestantes y cazarlos como “ratas” y “cucarachas”, es detestable. Nuestro deseo de ayudar, sin embargo, debe ir acompañado de evaluaciones prácticas sobre cuáles son los métodos más eficaces.
En primer lugar, debemos establecer una relación significativa entre los intereses y los resultados. Los estudiosos de la sórdida historia de EE.UU. durante la Guerra Fría en el mundo musulmán están plenamente conscientes de un pasado repleto de intervenciones militares, golpes de estado fallidos y programas de acción encubierta que abarcan Irán (1953), Egipto (1956), Siria (1957), Líbano (1958), y otros países. Incluso si algunas de las intervenciones de EE.UU. tuvieron éxito, fue difícil predecir o anticipar bajo qué condiciones surgirían resultados perjudiciales.
Ayudar a los necesitados sigue siendo, en principio, moralmente justificable. La cuestión principal, sin embargo, es si la acción militar es lo más adecuado para esa tarea. El récord histórico muestra claramente que las buenas intenciones no siempre son suficiente. No se puede moldear y diseñar la realidad a nuestro antojo. Nuestros valores liberales nos dicen poco acerca de los medios más eficaces para avanzar hacia ellos, especialmente teniendo en cuenta las limitaciones en la práctica y las consecuencias imprevistas que surgen en el curso de la intervención humanitaria armada.
Asimismo, la intervención en Libia puede ser psicológicamente satisfactoria para muchos activistas políticos bienintencionados y para los patrioteros estadounidenses, pero necesitamos desesperadamente tener una conversación de adultos sobre los intereses de EE.UU. y su relación con el uso legítimo del poder estadounidense. No hemos aprendido nada de los ataques terroristas del 11 de septiembre si ignoramos el hecho de que le conviene a EE.UU. reducir la cantidad de radicalismo anti-estadounidense que alimenta al terrorismo. Para reducir el radicalismo anti-americano debemos: reconocer que existe, entender qué lo alimenta y entender cómo son percibidas nuestras acciones en el contexto extranjero.
Por ejemplo, a pesar de la ilusión patriótica de que los libios nos recibirían como sus libertadores, el éxito de EE.UU. en Libia sería difícil. EE.UU. tendría que superar la percepción generalizada de que busca debilitar y dividir al mundo musulmán invadiendo una vez más su tierra y bombardeando a su pueblo, así como la abrumadora percepción de que la intervención en Irak —a pesar de la brutalidad de Saddam— era profundamente ilegítima. Por otra parte, a pesar de nuestra invocación constante de que somos la mejor democracia del mundo, sigue siendo cierto que tenemos varias colonias penales en el extranjero, donde los prisioneros musulmanes no gozan de las pregonadas protecciones de nuestras libertades civiles. Dadas estas creencias —reales o no— ¿será que los musulmanes —no sólo los libios— verán nuestra intervención como algo completamente altruista?
Por último, los políticos estadounidenses parecen estar confundiendo al involucramiento con la aprobación. Por ejemplo, contrastando la situación en Libia con los disturbios en Egipto, es evidente que EE.UU. no está dispuesto a arriesgar una ruptura con el régimen egipcio, pero aquel compromiso no nos obliga a proporcionarle al irresponsable Estado policíaco de El Cairo recursos masivos mientras que encarcelan, torturan y matan a disidentes políticos, algunos de los cuales son liberales y pro-Occidente. Después de todo, parte del problema con la percepción de EE.UU. en el mundo musulmán es la doble moral de Washington cuando pide más libertades civiles sin apoyarlas verdaderamente en Egipto, donde las leyes anti-terroristas a menudo son utilizadas como una cubierta para suprimir las amenazas al régimen gobernante.
A diferencia de Egipto, EE.UU. ha limitado severamente las opciones con Libia. EE.UU. tiene menos cartas bajo la manga qué utilizar para sacar suavemente a Gaddafi del poder. Irónicamente, el respaldo de 30 años de EE.UU. al régimen de Mubarak —con una suma de casi $60.000 millones— es lo que produjo el apalancamiento para ayudar a sacarlo del poder. Hoy en día, el régimen de El Cairo es un complejo conjunto de instituciones que giran en torno a su ejército y permanece firmemente intacto a pesar de la salida de Mubarak. El tiempo dirá si se dará una auténtica revolución.
EE.UU. puede y debe estar del lado de las decenas de millones de personas alrededor del mundo que anhelan libertad política y económica. Una de las maneras más fáciles de hacerlo es no malgastar el dinero de los contribuyentes en esquemas infructuosos que le brindan apoyo a dictadores en el tercer mundo.
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