Las causas de la violencia.
José J. CastellanosUn clamor creciente y generalizado recorre el país: “no más muertos” Es en muchos, el grito desgarrador de quienes han sufrido una pérdida; en otros un pretexto de desestabilización, y en algunos, lamentablemente, una manipulación política.
Sin duda es un grito justo,pero, como tal es, si no inutil, un tanto ingenuo. ¿Basta gritarlo para que se pare la violencia absurda de que, somos victimas como sociedad.? ¿Bastan las manifestaciones que hacen público el clamor con erradicar el crimen.? Está visto que no.
Se critica la estrategia gubernamental en el combate al crimen organizado, pero se conocen pocas propuestas para sustuirla y, cuando las hay, el enfoque siempre es hacia los efectos y no a las causas. Hemos visto que la detención o muerte de los cabecillas de algunas bandas, lejos de resolver el problema, parecieran acrecentarlo cuando de inmediato surge un sustituto.
Mueren y mueren jovenes sicarios y la violencia no cede. Se incrementan penas, se reforman leyes y con eso poco se avanza. ¿ Cual es la causa.? ¿ Bastarian los gritos y los ruegos para que los sicarios – cuyas acciones están llenas de saña – bajen el brazo asesino y guarden sus armas.? Sin duda siempre existe la posibilidad, si se tiene conciencia y un mínimo de respeto por la persona humana. Pero con sus actos demuestran que no tienen ni lo uno ni lo otro.
Pero no solo son las bandas de criminales quienes demuestran su poco aprecio por la dignidad de la persona y su falta de respeto por la vida humana. Hace unos unos días, el gobierno del DF, y el feminismo radical que lo acompaña, presumía ante al mundo, la muerte de 51 mil niños en el vientre materno en solo cuatro años de vigencia de la ley, que autoriza aniquilar en el vientre materno a quienes recien concebidos y hasta las 12 semanas, estorban “un proyecto de vida”, que se eliminan por un capricho de “hacer con mi cuerpo lo que yo quiera”, aún cuando eso signifique despreciar el derecho a la vida de un tercero.
Es oportuno recordar que el Beato Juan Pablo II, decia en Febrero de 1980. “No lo alvidemos : cuando se viola el derecho a la vida de una persona, se asesta un golpe al corazón mismo del orden moral y jurídico, que tiene como finalidad la tutela de los bienes inviolables del hombre”.
Cuando se rompe el orden moral, el derecho tampoco puede contener la ola de violencia, como estamos viendo y viviendo.
Sin bases morales, ni la ley ni los gritos sociales detendrán a quien menosprecia la dignidad de la persona humana, ya sea con una AK47 o con el bidturí de un médico en una clínica abortista. El mismo Beato Juan Pablo II establecia una consigna para cada una de las personas solícitas del verdadero bien social : “la de acoger la vida, defenderla, promoverla”. Acoger la vida como un don estimable, que hace más rica a toda la familia humana, trayéndole de parte de Dios una renovada invitación a la esperanza.
Defender la vida, especialmente del más débil e inerme, oponiéndose a todo ataque que intente humillarla, oprimirla, destruirla. A la colaboración generosa a toda iniciativa, que favorezca su elevación hacia metas más dignas de seres humanos, llamados en Cristo, a participar de la viada misma de Dios.
¿Acaso no podríamos equiparar a pandilleros que atentan contra la vida, con los legisladores que aprobaron y proponen expandir el aborto a toda la nación.? ¿Acaso no fueron igual de insensibles los ministros que, por una parte, reconocen la protección del derecho a la vida del recién concebido en la Constitución, pero al mismo tiempo consideran superior el derecho de la mujer a manipular su cuerpo, para dar o permitir que se diera muerte a su hijo:?
Una sociedad que se convierte jurídicamente en asesina, ¿Cómo puede clamar que no haya más muertes de un tipo mientras aplaude otras:? ¿Con qué autoridad moral o jurídica? Ya está visto que el Estado no la tiene. Pero, una sociedad ante la muerte de los más débiles tampoco la tendrá. Un derecho fundamental que brota de la ley natural, y que es un derecho humano primario, es la vida, a toda vida sin excepción, en todo momento y circunstancia.
Libertad y fuerza
Tontería económica
Libertad y fuerza
Carlos Rodríguez Braun



Criticó Luis G. Montero a Esperanza Aguirre en Público: "habla de la libertad de los padres para llevar a sus hijos a los centros escolares que deseen. Conviene aclarar que esto no significa que los colegios para niños ricos vayan a ser obligados a recibir alumnos gratuitos". Pero no hay colegios sólo para ricos sino colegios más o menos caros, y en la sociedad libre no se puede obligar a la gente a que dé cosas gratis, salvo en una sola circunstancia clave, que el señor Montero ignora.
Para él, cuando los padres pueden elegir libremente a qué colegio llevan a sus hijos, en realidad no eligen libremente: "La trampa de confundir la libertad con la falta de regulación social sólo sirve para suprimir derechos. Todo huele a programa ideológico y a estrategia para financiar con dinero público a las élites sociales, siempre incómodas con la experiencia democrática". Es notable que la mayor libertad no sea para él un derecho, sino que lo sea la coacción. La libertad es algo ideológico (como si él no tuviera ideología) y siniestro que sirve para pagar con dinero público a la elites antidemocráticas, lo que es falso, porque a las elites les encanta la democracia, precisamente porque la utilizan para usurpar el dinero del pueblo: eso es lo que hacen las elites políticas, sindicales, intelectuales, mediáticas y empresariales. A quienes nadie pregunta si quieren pagar o no es a los ciudadanos.
Esta es la visión que tiene el señor Montero sobre la libertad ciudadana: "Esperanza Aguirre es coherente con su idea de la libertad: sálvese quien pueda en la ley del más fuerte. Frente a su neoliberalismo desatado, conviene recordar la dimensión social de la palabra libertad, sus orígenes cívicos en un contrato de convivencia. Es otra idea de libertad que tiene que ver con los espacios públicos capaces de asegurar el desarrollo justo de las posibilidades individuales".
Aquí tenemos la circunstancia clave que don Luis ignora: la libertad no es la ley del más fuerte, puesto que en la sociedad libre, en el mercado libre, podemos elegir qué cosa queremos comprar, y si no compramos, no pagamos y no pasa nada. ¿Cuándo se impone esa ley del más fuerte? ¿Cuándo los ciudadanos son efectivamente obligados a pagar contra su voluntad por unos bienes y servicios independientemente de que quieran hacerlo o no? ¿Quién puede obligar a los ciudadanos a pagar e incluso meterlos en la cárcel si no pagan? Sólo el Estado, claro.
Don Luis ignora el carácter esencialmente coactivo del Estado: para él lo malo es el "neoliberalismo desatado" de "la ley del más fuerte", sin que parezca percibir que nadie es más fuerte que quien es fuerte por ley. Por eso se pierde en vaguedades como "un contrato de convivencia", que remite al viejo contrato social, y que jamás ha podido resolver un problema que los contratos resuelven por definición: siempre es posible no firmarlos. Y al final concluye con esa deliciosa apelación a los "espacios públicos capaces de asegurar el desarrollo justo de las posibilidades individuales". Con consignas abnegadas de este tenor, el socialismo en todas sus variantes lleva aplicando la ley del más fuerte y quebrantando vidas, derechos, libertades y haciendas desde hace un siglo.
Para él, cuando los padres pueden elegir libremente a qué colegio llevan a sus hijos, en realidad no eligen libremente: "La trampa de confundir la libertad con la falta de regulación social sólo sirve para suprimir derechos. Todo huele a programa ideológico y a estrategia para financiar con dinero público a las élites sociales, siempre incómodas con la experiencia democrática". Es notable que la mayor libertad no sea para él un derecho, sino que lo sea la coacción. La libertad es algo ideológico (como si él no tuviera ideología) y siniestro que sirve para pagar con dinero público a la elites antidemocráticas, lo que es falso, porque a las elites les encanta la democracia, precisamente porque la utilizan para usurpar el dinero del pueblo: eso es lo que hacen las elites políticas, sindicales, intelectuales, mediáticas y empresariales. A quienes nadie pregunta si quieren pagar o no es a los ciudadanos.
Esta es la visión que tiene el señor Montero sobre la libertad ciudadana: "Esperanza Aguirre es coherente con su idea de la libertad: sálvese quien pueda en la ley del más fuerte. Frente a su neoliberalismo desatado, conviene recordar la dimensión social de la palabra libertad, sus orígenes cívicos en un contrato de convivencia. Es otra idea de libertad que tiene que ver con los espacios públicos capaces de asegurar el desarrollo justo de las posibilidades individuales".
Aquí tenemos la circunstancia clave que don Luis ignora: la libertad no es la ley del más fuerte, puesto que en la sociedad libre, en el mercado libre, podemos elegir qué cosa queremos comprar, y si no compramos, no pagamos y no pasa nada. ¿Cuándo se impone esa ley del más fuerte? ¿Cuándo los ciudadanos son efectivamente obligados a pagar contra su voluntad por unos bienes y servicios independientemente de que quieran hacerlo o no? ¿Quién puede obligar a los ciudadanos a pagar e incluso meterlos en la cárcel si no pagan? Sólo el Estado, claro.
Don Luis ignora el carácter esencialmente coactivo del Estado: para él lo malo es el "neoliberalismo desatado" de "la ley del más fuerte", sin que parezca percibir que nadie es más fuerte que quien es fuerte por ley. Por eso se pierde en vaguedades como "un contrato de convivencia", que remite al viejo contrato social, y que jamás ha podido resolver un problema que los contratos resuelven por definición: siempre es posible no firmarlos. Y al final concluye con esa deliciosa apelación a los "espacios públicos capaces de asegurar el desarrollo justo de las posibilidades individuales". Con consignas abnegadas de este tenor, el socialismo en todas sus variantes lleva aplicando la ley del más fuerte y quebrantando vidas, derechos, libertades y haciendas desde hace un siglo.
La Reserva Federal, sin oro
se lo vendió al tesoro en 1934
La Reserva Federal, sin oro
El balance de la FED muestra más de 11.000 millones de dólares en oro. Sin embargo, el banco central admite que no posee onzas, tan sólo "certificados".
Toni Mascaró
Durante una reciente sesión del Subcomité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes sobre la Política Monetaria Nacional, presidido por el congresista republicano Ron Paul, el Abogado General de la Reserva Federal de EEUU (FED), Scott Alvarez, ha admitido que la todopoderoso banco central no posee oro, aunque aparezcan "stocks de oro" en su balance.Concretamente, el balance de la FED contabiliza más de 11.000 millones de dólares en oro, valorado a 42,22 dólares la onza. Una simple operación indica que esta cantidad equivale a algo más de un cuarto de millón de onzas o, lo que es lo mismo, más de 7.000 toneladas de oro. Una cifra muy parecida a la que supuestamente guarda el Banco de Nueva York de la Reserva Federal en su cámara subterránea o a la que se guarda en el Depósito de Lingotes de los Estados Unidos en Fort Knox.
Un problema bien conocido con esta operación es que esa valoración oficial del oro es 36 veces inferior al actual precio de mercado, que ronda los 1.500 dólares la onza. El segundo problema consiste en que hace más de medio siglo que no se audita el oro que guarda realmente la Reserva Federal. El propio Ron Paul se ha destacado en la campaña para auditar la Reserva Federal.
Pero, según ha admitido ahora la propia Reserva, a pesar de su nombre, no guarda reserva alguna en oro. Éste ha sido el intercambio (desde el minuto 1:37 a 3:55) mantenido entre Paul y Alvarez sobre esta cuestión:
Ron Paul: Durante la crisis, o durante cualquier momento del que usted sepa, ¿han participado la Reserva Federal o el Tesoro en operaciones de swaps de oro?
Scott Alvarez: Nosotros no... la Reserva Federal no posee oro en absoluto. Nosotros no hemos poseído oro desde 1934. Emm... Así que no hemos realizado ningún swap de oro.
Ron Paul: Pero en el balance de ustedes aparece que poseen oro.
Scott Alvarez: Lo que aparece en nuestro balance son certificados de oro. Cuando nosotros entregamos en... Antes de 1934 nosotros sí, la Reserva Federal sí que poseía oro. Nosotros lo entregamos, de acuerdo a la ley, al Tesoro y recibimos a cambio certificados de oro.
Ron Paul: Si el Tesoro entrase en..., porque según el Fondo de Estabilización de Cambios, yo me imagino que ellos tienen la autoridad legal para hacerlo, ¿entones ellos no podrían hacerlo porque ustedes tienen los títulos de, esencialmente, todo el oro?
Scott Alvarez: No, nosotros no tenemos ningún interés en el oro que posee el Tesoro. Nosotros tenemos, simplemente, un documento contable que se llama certificados de oro que representa el valor, a un tipo estatutario, del oro que dimos al Tesoro en 1934.
Ron Paul: Y siguen valorándolo a 42 dólares la onza...
Scott Alvarez: Así es.
Ron Paul: ...Lo cual no tiene ningún sentido. Pero, ¿sabe usted?, la opinión comúnmente aceptada hoy en día es que el oro no es realmente dinero; no queremos que sea dinero. Quiero decir, si estás a favor del patrón oro, es que te pasa algo. Y, sin embargo, guardamos el oro. Y, ¿sabe? Se ha sugerido que... y yo he animado la sugerencia de que si el oro no es dinero y es un activo y si ustedes ni siquiera lo usan porque está en su balance y ni siquiera lo usan a su valor real, ¿por qué...? ¿Acaso tendrían ustedes una posición sobre eso? ¿Por qué no debería vender el Tesoro el oro, devolvérselo a la gente? La gente lo tenía antes, dejen que la gente lo tenga. ¿Tendrían ustedes alguna objeción a eso? ¿Nos aconsejarían y nos dirían "no, eso no es bueno, debemos guardar el oro"? ¿Creen que guardar el oro es una buena idea o una mala idea?
Scott Alvarez: Yo no tengo ninguna posición al respecto en absoluto.
Ron Paul: ¡Ninguna posición! [riendo].
Scott Alvarez: Es asunto del Tesoro. No es de la incumbencia de la Reserva Federal.
Ron Paul: Señor Baxter, ¿tendría usted una opinión?
Baxter: Mi opinión es que estoy de acuerdo con el señor Alvarez.
En la sesión no participó ningún miembro de Tesoro que pudiese confirmar el oro que posee. Estas declaraciones se producen, precisamente, en un momento en el que diversos bancos centrales han ido aumentando muy significativamente sus reservas de oro, especialmente, desde el inicio de la crisis financiera internacional.Durante el primer trimestre de este año, el Banco de Méjico aumentó sus reservas un 1.311%, de 7,1 a 100,2 toneladas. Durante el mismo periodo, Tailandia adquirió 9,3 toneladas, después de haber adquirido 15 en julio de 2010, acumulando así un total de 108,9. Rusia adquirió 22,5 y tiene la octava mayor reserva con 811,1 toneladas. China adquirió 454 toneladas en abril de 2009 situándose en el sexto lugar con 1.054,1 toneladas. La FED, sin embargo, no posee oro, tan sólo "certificados".
la producción de petróleo ya no cubre la demanda
BP y 'The Economist': la producción de petróleo ya no cubre la demanda
Sólo en China, la demanda de crudo ha crecido en más de cuatro millones de barriles diarios en la última década.
Marcos Ferrer
El 26 de mayo de 2008, cuando el petróleo estaba a 135 dólares el barril ($/b), la Agencia Internacional de la Energía encargó una investigación sobre la posibilidad de que el mundo comenzara a no tener suficiente petróleo en cuatro años (es decir, en 2012), cuando la producción mundial alcanzara unos 95 millones de barriles de petróleo al día (mb/d). No ha sido necesario ni llegar al 2012 ni a los 95 mb/d. Ya en 2010, y con una producción inferior a los 85 mb/d, la demanda ha superado a la oferta en unos 5 mb/d.The Economist: la producción de petróleo ya no cubre a la demanda
Los precios del petróleo se dispararon el 8 de junio (llegando el Brent a 118,59 $/b) después de que los representantes de la OPEP reunidos en Viena no fueran capaces de llegar a un acuerdo sobre sus cuotas de producción.
Muchos esperaban que un incremento en las cuotas de los miembros con capacidad excedentaria (liderados por Arabia Saudí) evitaría que el precio se disparara empujado por la demanda a largo plazo. Pero tal como indican los números del BP Statistical Review of World Energy (pdf de 7,47 Mb, ver página 12), la producción mundial de petróleo no está consiguiendo cubrir el reciente aumento de la demanda, especialmente en lo que respecta a Asia.

El Bundesbank se distancia del BCE
Nueva guerra interna
El Bundesbank se distancia del BCE: "El euro resistiría la quiebra de Grecia"
El banco central germano señala que el euro aguantaría un default de Grecia, desmintiendo así las advertencias del organismo de Jean-Claude Trichet.
M. Llamas
Surge una nueva guerra interna en el seno del Banco Central Europeo (BCE). Esta entidad ha dejado claro en los últimos días su total rechazo a cualquier tipo de reestructuración en la deuda pública griega. El Gobierno germano defiende aplazar siete años el vencimiento de los bonos griegos para que los acreedores privados también participen en el segundo plan de rescate. El aporte de los bancos oscilaría entre los 20.000 y 35.000 millones de euros, según publicaba la revista Der Spiegel.La ampliación de plazos se haría a través de un canje de los bonos de deuda soberana por nuevos títulos con un plazo de vencimiento posterior, pero sin que cambiasen los intereses. Es decir, una especie de Plan Brady a la europea. De esa manera, los acreedores recibirían su dinero, aunque siete años más tarde, y Grecia tendría más tiempo para que los planes de ajuste dieran sus frutos.
El Bundestag (Parlamento germano) aprobó la semana pasada una resolución para apoyar nuevas ayudas a Atenas, pero sólo en caso de que participe el sector privado. Esta iniciativa está siendo ya barajada por Atenas. El Gobierno griego reconoció por primera vez el pasado viernes que estudia la posibilidad de una participación voluntaria de los acreedores privados. Al presentar el programa de nuevas medidas de 78.000 millones de euros, el ministro de Economía, Yorgos Papaconstantínu, declaró que Grecia se orienta a cubrir sus necesidades de pago con ayuda de privatizaciones por un valor de 50.000 millones de euros hasta 2015 y con la participación de los tenedores de bonos.
Según sus cálculos, Grecia necesitaría unos 90.000 millones de euros de capital hasta 2014. Una parte procedería de las nuevas medidas de austeridad, otra del nuevo plan de rescate y un tercer tramo de la participación de los acreedores. De este modo, se confirmaría la aplicación de la reestructuración "suave" avanzada por Bruselas.
Sin embargo, esta opción es rechazada por el BCE. El organismo teme que las agencias de calificación interpreten esta medida como un default (suspensión de pagos), con todo lo que ello podría suponer. El Banco Central Europeo (BCE) advirtió de que no aceptará los bonos griegos como garantía en sus operaciones de refinanciación en caso de que se produzca un impago. "No negociamos sobre ello con gobiernos, sino que aplicaremos nuestra normativa", ya que otro procedimiento dañaría la independencia del BCE, indicó el economista jefe de la entidad, Jürgen Stark.
El BCE tema la reestructuración
El presidente del organismo, Jean-Claude Trichet, dijo que "sería un enorme error aprobar una decisión que pudiera desencadenar un impago de la deuda griega". Trichet se sumó así a las alertas lanzadas por el consejero del BCE Christian Noyer, gobernador del Banco de Francia. La reestructuración, tal y como la plantea Berlín, no es una opción.
Y es que, más allá de los efectos que pudiera tener sobre Grecia y el resto de socios periféricos, cabe recordar que el BCE ha prestado mucho dinero al Gobierno griego: aunque lleva diez semanas consecutivas sin comprar deuda pública de la zona del euro, la entidad acumula en su balance bonos griegos por valor de unos 45.000 millones de euros y, además, aceptó títulos de deuda por valor superior a los 90.000 millones de euros en las operaciones de refinanciación de la banca comercial helena. Es decir, el BCE está muy expuesto a la deuda de Grecia.
Precisamente, esta compra directa de bonos soberanos, iniciada en mayo de 2010, ya fue criticada expresamente por el banco central alemán (Bundesbank), cuando estaba en manos de Axel Weber. Ahora, el Bundesbank vuelve a desmarcarse de la posición oficial del BCE. Su nuevo presidente, Jens Weidmann, desmiente a Trichet tras afirmar que el default de Grecia no desestabilizaría al euro.
Las perlas de Weidmann
Por un lado, apoya firmemente la participación de los bancos en el rescate heleno: "En principio, no tiene nada de malo que los acreedores privados compartan el coste. Por el contrario, sería conveniente porque de esa forma los acreedores asumirían la responsabilidad de sus decisiones de inversión y se reduciría la carga de los contribuyentes".
Así pues, según Weidmann, el problema no reside tanto en la participación de los acreedores sino en cómo se aplicará esta reestructuración. En este sentido, explica que una "extensión forzada del vencimiento de bonos conllevará más riesgos que oportunidades", ya que se podría disparar la desconfianza hacia otros socios comunitarios. Se decanta, pues, por una extensión voluntaria: "Una solución puramente voluntaria sería muy bienvenida".
Aún así, advierte de que los bancos griegos acumulan un gran volumen de bonos, y por eso "no debemos fijar nuestras expectativas demasiado altas". Además, insiste en que Grecia puede afrontar su crisis de deuda siempre y cuando cumpla estrictamente con las exigencias de austeridad, el programa de reformas y la privatización de activos.
En caso contrario, se anulará el paquete de ayuda a Grecia. "Esto sería decisión de Grecia, y el país tendría entonces que asumir, sin duda, las dramáticas consecuencias económicas de un default. Creo que no sería sensato y, seguramente, pondría en una situación difícil a otros socios comunitarios. Pero, incluso en este caso, el euro se mantendría estable".
De este modo, Weidmann lanza varios mensajes claros respecto a la posición que mantiene Alemania en la crisis de deuda pública: los acreedores privados de Atenas tienen que participar en el segundo rescate; lo ideal es que lo acepten voluntariamente pero, en caso contrario, lo tendrán que hacer de forma obligatoria; la quiebra pura y dura de Grecia dependerá en última instancia de Atenas; si vuelve a incumplir las condiciones impuestas se suspenderá la nueva ayuda y Grecia tendrá que afrontar las consecuencias (default); aún así, el euro resistirá.
Lo que en todo caso rechaza Weidmann es mantener el actual programa de compras de deuda pública por parte del BCE: "Rechazamos la participación de los bancos centrales en las cargas y los riesgos" de la crisis soberana. "Es decisivo que se mantenga inactivo. Ya no estamos comprando bonos soberanos".
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