domingo, 27 de febrero de 2011

EE UU arresta 400 narcos mexicanos y decomisa nueve millones de doláres en una gran operación

El operativo comenzó el miércoles en grandes ciudades estadounidenses y se espera que finalice hoy viernes

EL PAÍS

EE UU ha arrestado a más de 400 personas y han decomisado unos nueve millones de dólares en una amplia operación contra distribuidores de droga. En el operativo policial participaron agentes de la Administración Federal Antidrogas (DEA), la Oficina de Servicios Migratorios y Aduanas (ICE), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y el FBI.

    Estados Unidos

    Estados Unidos

    A FONDO

    Capital:
    Washington.
    Gobierno:
    República Federal.
    Población:
    303,824,640 (est. 2008)
    México

    México

    A FONDO

    Capital:
    Ciudad de México.
    Gobierno:
    República Federal.
    Población:
    109,955,400 (est. 2008)

"Estamos sacudiendo el árbol para obtener información buena y dura", afirmó el portavoz de la DEA, Michael Sanders, sobre la operación que se llevó a cabo en varias ciudades de EE UU. "La razón subyacente de las redadas fue ver si podíamos obtener cualquier tipo de información que ayude al FBI en su investigación del asesinato del agente Zapata", reconoció Sanders.

El agente especial de EE UU Jaime Zapata, de 32 años, fue asesinado el 15 de febrero en el central estado mexicano de San Luis Potosí, al intentar huir de dos vehículos que se cree eran conducidos por miembros del grupo criminal de Los Zetas (formado por exmilitares de élite). Su compañero del ICE Victor Avila resultó herido en la persecución.

Uno de los objetivos de las redadas era la obtención de información sobre el paradero de Miguel Treviño, un presunto comandante de Los Zetas con vínculos en el área de Texas, según informó el diario texano The Dallas Morning News.

La operación, que se inició el miércoles pasado, se centró en un principio en grandes ciudades estadounidenses. El operativo se extendió a lo largo del jueves y se espera que continúen continúen las detenciones a lo largo del viernes en ciudades más pequeñas del país.

EE UU veía al actual jefe de las FARC como el hombre más dispuesto

EE UU veía al actual jefe de las FARC como el hombre más dispuesto a firmar la paz

Consideraba a Alfonso Cano "un consumado diplomático, que nunca pierde el control de sí mismo", según uno de los cables del Departamento de Estado

FRANCISCO PEREGIL - Madrid -

Alfonso Cano, el jefe de las guerrillas de las FARC, el hombre más buscado de Colombia, anda estos días con el Ejército pisándole los talones. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, declaró el jueves 17 de febrero que los militares andan "respirándole en la nuca". Poco tiene que ver ahora este Alfonso Cano con el que ingresó en la guerrilla a finales de los setenta y se hizo un hueco entre sus dirigentes cuando Manuel Marulanda, alias Tirofijo, ejercía de jefe indiscutible en la montaña. En aquella época Alfonso Cano era la persona en la que Estados Unidos depositaba sus esperanzas de paz, según confirman los documentos del Departamento de Estado filtrados por Wikileaks. "Algunas fuentes nos han informado de que Cano es un consumado diplomático, que nunca pierde el control de sí mismo, siempre elige sus palabras cuidadosamente", explicaba un cable emitido en julio de 1992. "Todo el mundo está de acuerdo en que Cano es el catalizador más activo para lograr un fin negociado de la insurgencia. Cano comprende que la insurgencia está derrotada políticamente, aunque aún no lo esté militarmente. Él sabe que la lucha armada no tiene futuro, ni él tampoco lo tiene en la lucha armada", indicaba el documento.

Aquel telegrama de hace 19 años se atrevía a leer en el interior de la mente del guerrillero: "Cano puede estar sufriendo la crisis de los cuarenta y tal vez teme que se pueda pasar el resto de su vida como un guerrillero. A él le gustaría hacer algo más antes de que sea demasiado tarde. (...) Le gustaría probar su suerte en política, pero está atrapado en la insurgencia. Sabe que la única forma de salir vivo de ahí es arrastrar consigo al resto de las FARC con él. El Gobierno preferiría negociar con Cano antes que con cualquier otro miembro de la guerrilla".

Guillermo León Sánchez Vargas, alias Alfonso Cano, nacido el 22 de julio de 1948 en la capital del país, era retratado en el telegrama como un líder ideológico proveniente de la Universidad de Antropología de Bogotá, "de donde salieron los mejores cerebros de la izquierda colombiana". "Cano nunca había comandado un frente guerrillero. De hecho, no tiene experiencia militar. Desde el primer día, su trabajo consistió en aportar liderazgo político a los campesinos armados. Era el mejor y más brillante de las juventudes del Partido Comunista que el partido envió a las FARC en los ochentas para proporcionar a la guerrilla asesoramiento político. (...) Sin embargo, su intelecto superior, combinado con su falta de capacitación militar y con el hecho de que es un educado chico de ciudad en una guerrilla campesina, lo ha llevado a convertirse en un portavoz/negociador/diplomático de la insurgencia, antes que en un líder".

El telegrama se titulaba Blanca Nieves y los cuatro enanitos. Blanca Nieves era Manuel Marulanda y los cuatro restantes eran sus lugartenientes: Alfonso Cano, Raúl Reyes ("el hombre del Partido Comunista"), Timoleón Jiménez ("el más apegado a Tirofijo"), Iván Márquez ("más ambición que cerebro"). A Marulanda se le describía como un guerrillero que ya a la edad de 64 años en 1992 llevaba 43 combatiendo. "Marulanda tiene muchas caras. Es un campesino, un guerrillero, un comunista, soldado, político, todo envuelto en uno. Sin embargo, en primer lugar es un líder campesino y después, un comunista. Es más un Zapata o Pacho Villa que Leni o Stalin. (...) Es un campesino sin formación, respetado fuera y dentro de la insurgencia por sus habilidades militares, pero nunca ha demostrado grandes conocimientos políticos. No tiene ambiciones políticas ni ninguna ambición política para después de la insurgencia. No tiene ni una gran visión de Colombia ni una agenda específica. El no sabría precisar para qué está luchando. Su motivación es el bienestar de 'su gente', o sea, de los campesinos. Cuando el Gobierno habla de terminar con la insurgencia, el interés de Marulanda es saber qué pasará con los campesinos si su ejército de defensa, las FARC, desapareciera".

Al actual líder de las FARC, por el contrario, se le describía con una visión más completa del mundo. Sin embargo, la embajada de Estados Unidos creía que ninguno de los cuatro comandantes podría reemplazar a medio plazo a Marulanda. En eso no se equivocaron. Pero los diplomáticos estadounidenses erraron en la conclusión de su informe: "En una guerrilla con un general y varios coroneles, probablemente los coroneles vayan por diferentes caminos una vez que el general desaparezca de la escena". Alfonso Cano ha sabido mantener unido el legado que recibió de Marulanda.

Ocho años después de aquel informe, la embajada emitió otro donde se seguía viendo a Cano como una figura de marcado perfil ideológico en la guerrilla, frente a otros comandantes. "Mientras Cano habla de política, Jorge Briceño, alias el Mono Jojoy, habla de guerra", comentaba el cable. Sin embargo, en junio de 2008, un mes después de la muerte de Marulanda, en otro despacho enviado desde Bogotá se aportaban comentarios sobre Alfonso Cano mucho más próximos a la realidad actual: "El encargado del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, nos dijo el 30 de mayo que la muerte de Marulanda no llevaría a ningún proceso de paz en el futuro cercano. Cano es un 'ideólogo lenilista' que fundó el Partido Comunista Colombiano Clandestino y el Movimiento Bolivariano. A corto plazo, necesitará consolidar su posición y no le será posible mostrar ningún signo de debilidad. De hecho, Restrepo dijo que Cano puede provocar una ofensiva militar para mostrar que él está al mando".

Ni Facebook, ni Twitter: son los fusiles

MOISÉS NAÍM Ola de cambio en el mundo árabe - La diplomacia

Ni Facebook, ni Twitter: son los fusiles

MOISÉS NAÍM

La de Túnez fue la Revolución de Wikileaks y la de Egipto fue la Revolución Facebook. Gracias a Wikileaks, los tunecinos conocieron el cable donde el embajador estadounidense revelaba la extraordinaria corrupción del dictador y su familia. En Egipto, fueron los jóvenes hartos de Hosni Mubarak y su régimen quienes se encontraron y organizaron a través de Internet. Facebook y Twitter hicieron posible que, por fin, el pueblo se lanzara a las calles. El resto es historia.

    Libia

    Libia

    A FONDO

    Capital:
    Trípoli.
    Gobierno:
    República Popular Socialista.
    Población:
    6,173,579 (est. 2008)

Quitar los privilegios al Ejército egipcio exigirá mucho más que el uso de las redes sociales

Pues no. Esta no fue ni es la historia. Esta incompleta visión de lo que allí sucedió no ayuda a entender la marea árabe y su posible evolución de aquí en adelante.

No hay duda de que las redes sociales, en especial Facebook y los mensajes a través de Twitter, o las filtraciones de Wikileaks, tienen algo que ver con los alzamientos populares en el mundo árabe. Algo. Pero explicar lo que sucedió en Túnez, Egipto o Libia primordialmente en términos del impacto que allí han tenido las nuevas tecnologías de información es una exageración.

Esta perspectiva no nos explica, por ejemplo, por qué Libia, un país con una bajísima penetración de Internet (cerca de 350.000 usuarios en una población de más de seis millones) o en Yemen, con índices aún más bajos, han sido de los países más sacudidos por las revueltas populares. Una de las sorpresas de las protestas callejeras en Egipto ha sido su diversidad social, religiosa, generacional y regional. Y aunque en Egipto hay proporcionalmente más usuarios de Internet que en el resto de la región, cabe suponer que un porcentaje importante de quienes participaron en las revueltas no tiene una cuenta en Facebook ni tuitea; muy probablemente ni siquiera usa regularmente Internet.

Claro que, una vez que surge un grupo de líderes coordinados por Internet y que logra movilizar a un número mayor de seguidores, muchos otros que comparten sus exigencias y deseos de cambio se les unen, habiéndose enterado a través de canales distintos a Internet. Aquí, la frase más importante es "que comparten sus exigencias y deseos de cambio". Es esta frustración generalizada, producto de décadas de malas políticas económicas, combinadas con vasta corrupción, creciente desigualdad y una amplia desesperanza, lo que crea la motivación para tomar las plazas. Y ver por televisión que en otros países esto da resultados y que el pueblo en la calle logra derrocar a un dictador que hasta hace poco era intocable también es una potente fuerza movilizadora. Y en esto los canales de noticias en árabe que llegan vía satélite han sido una fuerza mucho más poderosa que Internet.

Pero, quizás, lo más relevante es que la fascinación con el papel de las nuevas tecnologías en los cambios políticos en el mundo árabe ha opacado la importancia que en todo esto ha tenido una vieja tecnología: los fusiles. El papel de las Fuerzas Armadas en lo que sucedió en Túnez o Egipto ha sido tanto o más determinante que Facebook. En estos países, los militares les quitaron el apoyo a los dictadores, y a estos no les quedo más opción que irse. Si bien inicialmente fueron los grupos en Facebook quienes convocaron a los egipcios a la plaza de Tahrir, fue el Ejército el que hizo posible que la plaza se transformara en el lugar donde las familias podían ir sin miedo a manifestar su repudio al régimen. Afortunadamente, los militares egipcios no tuvieron la propensión genocida de algunos de sus colegas libios. En Libia, las Fuerzas Armadas se han fragmentado y algunas unidades y los mercenarios de Gadafi han estado dispuestos a liquidar a sus opositores. Otros uniformados están luchando al lado del pueblo. Si los militares no se hubiesen dividido y todos hubiesen acatado las órdenes de Gadafi de "matar como ratas" a quienes protestan en las calles, el futuro del régimen libio no estaría en duda.

Como ya he escrito en otras columnas, al final los que definen cuándo y cómo muere una dictadura son los militares. ¿Y qué tiene que ver Internet con todo esto? Mucho menos de lo que estamos leyendo y oyendo en las noticias de estos días.

Reconocer esta realidad ayuda a vislumbrar mejor el futuro político de los países sacudidos por estas revueltas populares. En Egipto, por ejemplo, a menos que la presión popular continúe, obligando a las Fuerzas Armadas a aceptar reformas más profundas, la revolución solo habrá servido para reemplazar una pequeña élite corrupta por otra. Los militares egipcios son un importante factor económico y obtienen enormes beneficios de las malas políticas que tienen a miles de jóvenes egipcios sin empleo y sin futuro. Y quitar los privilegios al estamento castrense seguramente exigirá mucho más que montar una página en Facebook o denunciarlos en Twitter.

VIOLENCIA GLOBAL

VIOLENCIA GLOBAL

Pbro. Hesiquio Trevizo

No cabe duda que la violencia es el veneno que atosiga nuestra sociedad, que de diversas maneras y con diferente intensidad sacude el mundo entero. Nadie podemos prever, por ejemplo, exactamente dónde terminará ese tsunami político social que golpea al mundo árabe. ¿Por qué llegan los pueblos a ese extremo? Es fácil descubrirlo. Las que están cayendo son dictaduras autocráticas con más de treinta años en el poder absoluto, y que llegan al extremo de Gadafi de creerse dioses y que están dispuestos a los peores crímenes contra la humanidad por sostenerse en el poder. El “gobierno de las masas populares” es él. Gadafi acapara todo el poder en un país sin Constitución, Parlamento ni partidos políticos y su endiosamiento carece de límites. En ese ambiente tienen lugar las peores crueldades, las injusticias y la corrupción en sus peores expresiones. Comienzan a ventilarse las cuentas bancarias de Gadafi, todas en bancos extranjeros. La violencia tiene mil rostros, infinitas formas de opresión que determinan el sufrimiento y la muerte de pueblos enteros, que toman formas de sistemas políticos o sociales con resultados, casi siempre, mortales.

En este mundo global nada sucede sin repercusiones globales. El petróleo se convierte en el fantasma de la opera. La amenaza del petróleo, titula El País su editorial de este jueves. En plena convalecencia de una recesión, Europa se enfrenta al impacto de los vientos de cambio político en el norte de África y en Bahrein. Las Bolsas han sufrido dos días de pérdidas, pero el choque más peligroso procede del petróleo. La matanza perpetrada en Libia por Gadafi y el cierre de al menos una cuarta parte de la producción de crudo del país, han empujado el precio del barril por encima de los 110 dólares. La escalada de precios resiste incluso el bienintencionado mensaje de la OPEP, dispuesta a producir más para compensar el colapso libio. El problema es que los mercados ya descuentan que los efectos de la revuelta no acabarán en Libia, cuya producción de 1,6 millones de barriles diarios, puede sustituirse con relativa comodidad; de ahí que muchos países europeos hayan anunciado que no peligra su abastecimiento energético a corto plazo. Lo que inquieta a los inversores es que la rebelión puede extenderse a otras zonas árabes con una producción mayor. Pero no sólo Europa; si acostumbra poner gasolina en El Paso, resentirá el alza de precios. Y entre nosotros el alza al combustible continúa con los efectos inflacionarios anexos. Estamos ante otra desestabilización global. España ha tomado la medida de reducir, por ley, el máximo de velocidad en las carreteras, de 120 a 110 Km/ph., con el fin de ahorrar combustible. Lo paradójico en México es que el alza en los precios del petróleo no nos beneficia tanto dado que somos más consumidores que productores, según lo demuestra Sarmiento en su columna este viernes. Pero, ¿qué es lo que está a la base de la estabilización global?

Sería un iluso quien pretenda tener una respuesta a lo que sucede en el mundo árabe. “Realmente no sé qué pensar de todo esto, y quienquiera que se arrogue conocer de modo indiscutible el futuro del mundo es un charlatán; como dijo George Bernard Shaw, pon tu mano en la billetera, ya que estás a punto de ser estafado”, escribe este jueves, nada menos que Paul Kennedy. (El País. 24.02 2011. Paul Kennedy ocupa la cátedra Dilworth de Historia y es director de Estudios de Seguridad Internacional en la Universidad de Yale).

Pero podemos avanzar una hipótesis que presenta una sustrato común: la pobreza infame en el pueblo, el cansancio del pueblo, la corrupción y la avaricia de los gobernantes, su afán de perpetuarse en el poder, su desprecio y altanería, su insensibilidad, su lejanía, sus millones en el extranjero, el nepotismo, los lujos y excesos insultantes, y un largo etcétera; y esto, también, es una realidad global. De tal forma que el fenómeno puede presentarse donde quiera que tales condiciones se den. La violencia en México, ¿no tendrá ese origen, manteniendo determinados matices propios? En realidad, las revueltas en el mundo árabe reportan menos muertes que México en su lucha contra el crimen, cualquiera que sea. Es algo muy grave sobre lo que tenemos que reflexionar. Hay, pues, en el fondo, una miopía política que no es capaz de ver el material combustible que se va acumulando y que, con un chispa, hace volar por los aires una nación, una región.

Una chispa encendió el tsunami en el Norte de África. La chispa la encendió el pasado 4 de enero Mohamed Bouazizi, joven tunecino de 27 años, cuando decidió quemarse “a lo bonzo” públicamente, en protesta por una actuación injusta de la policía al incautarle su único medio de vida.

Las protestas, que pasarán a la historia con el nombre de “Revolución de los jazmines” provocaron el final del régimen de Zine El Abidine Ben Ali, quien tuvo que abandonar el país.

Rápidamente, el movimiento se extendió a Egipto, donde un millón de personas manifestándose durante días en la plaza Tharir de El Cairo (la “Revolución de los jóvenes”), forzaba el pasado 11 de febrero la dimisión de Hosni Mubarak.

En estos últimos días se suceden las protestas, con represiones más o menos violentas, en Marruecos, Argelia, Yemen, Irán y Libia, país este último donde el régimen de Gaddafi ha llegado a utilizar armas militares para sofocar las manifestaciones.

Comparto con usted lo que el padre Samir Khalil Samir, jesuita natural de Egipto, profesor de teología e islamología en el Pontificio Instituto Oriental, y uno de los mayores expertos del mundo en diálogo entre cristianos y musulmanes, ha dicho al respecto a la agencia Zenit.

- ¿Qué lectura hace de las recientes manifestaciones en Egipto, que han derrocado el régimen de Mubarak, pero también de las de Túnez, Argelia, Irán y en las últimas horas en Libia, pidiendo el final de los viejos regímenes?

P. Samir Khalil Samir: Estos movimientos han nacido más o menos de forma espontánea, se observa que hay una mayoría más bien de jóvenes, no hay ni partidos políticos ni grupos organizados. Es una reacción masiva, del pueblo.

Un segundo punto común a todos estos movimientos es que se dirigen contra regímenes que duran desde hace décadas, como es el caso de Túnez (21 años), Egipto (casi 30 años), Libia (42 años), Yemen (21 años), etc... Todo esto casi por todas partes, quiere decir que la gente está harta, quiere un cambio y se manifiesta así: “¡Vete”. Los lemas en árabe dicen irhal, que significa “¡Vete”, como diciendo “¡Basta ya”. Incluso el movimiento de oposición a Mubarak se llama en árabe “Basta”, ¡Kefaya

El tercer aspecto que me impresiona, también común a todos estos países, es la motivación, que es esencialmente la de poder encontrar un trabajo, fundar una familia, y vivir con un mínimo de decencia. En el caso de Túnez todo partió de este joven tunecino que había estudiado y no encontraba trabajo, al final decide, con los pocos recursos que tenía, comprar un poco de verdura para venderla por la calle. Y he ahí que la policía llega y le dice: “Tú no tienes un permiso” y se lleva toda la mercancía. Su vida trunca de un golpe, así, cuando estaba luchando para vivir, y entonces se quemó vivo. Y esto es lo que ha suscitado un movimiento tal en Túnez.

En Egipto nos encontramos con casi 30 millones de egipcios que viven con menos de dos dólares al día, lo que no permite vivir ni siquiera con sencillez. Y esta situación se encuentra por todas partes.

Entretanto, está el fortísimo contraste con los responsables, con los gobernantes, que no es que no tengan problemas de vida, sino que llevan una vida lujosa, hemos sabido que son riquísimos, que tienen no millones de dólares, sino miles de millones. Hasta ahora se ha aceptado todo, pero ahora ha llegado la reacción: no se puede, no es justo.

Una cuarta característica que me ha sorprendido es que no ha habido agresividad, como habitualmente sucedía, contra nadie. Quiero decir que no se ha atacado a América, no se ha pisado la bandera americana o la israelí, simplemente la gente se preocupaba por su suerte concreta. Y no se ha intentado matar o encarcelar a los jefes del Gobierno: se les condena pero se les deja irse. Queda como un movimiento que no es contra alguien, sino por la vida, por una vida más decente, más digna.

Todo esto me hace decir que es una verdadera primavera que se anuncia en el mundo árabe y que esperamos que desemboque en algo positivo. (fuente: Zenit).

Esperamos que desemboque en algo positivo. Y los esperamos de todo corazón, aunque no desaparece una sombra de duda. Y es que en esas aguas revueltas puede haber pescadores. El petróleo y sus exponenciales ganancias no andan lejos; la proverbial codicia de los países occidentales puede malograr los anhelos justos y nobles de esos pueblos. No sería la primera vez que sucede. Libia es rica en petróleo y gas, Repsol y otras muchas compañías de todo el mundo están asentadas en la zona. Ellas hicieron de Gadafi el ultra millonario que es, lo mantuvieron en el poder y le vendieron mucho armamento, lo hicieron fuerte y propiciaron la corrupción. Esa conjunción de circunstancias puede convertir la zona en un problema largo y penoso. Por de pronto, el caso Libia toma sesgos de gravedad extrema. Este viernes, el secretario general de la OTAN, Rasmussen, ha convocado para esta tarde una reunión de emergencia en Bruselas para analizar la situación en Libia porque “lo que está ocurriendo es de gran preocupación y es una crisis en nuestra vecindad inmediata”. El Consejo de Seguridad de la ONU hace otro tanto y la Unión Europea se muestra muy preocupada. Estados Unidos, ni qué decir. Libia es una de las grandes reservas petrolíferas, no cabe duda, y esto puede complicar todo.

Pero, bueno, quedamos que lo señalado por el P. Samir Khalil Samir es muy cierto y que esas mismas condiciones están presentes en muchos países del mundo, (¿También en México?). Así, el citado Paul Kennedy termina su artículo afirmando, en tono de advertencia al mundo: “Ese día podría llegar, pero si yo fuera jugador (y lo soy), apostaría claramente en contra. La región árabe está sumida en un periodo de turbulencias y Occidente puede que no escape a sus muchas y no planeadas consecuencias. No preguntes por quién doblan las campanas... pues podrían estar doblando por ti”.

Y las campanas están doblando. México está atravesando uno de los peores momentos, tal vez, desde la Revolución. Enfrenta una guerra sin banderas y sin enemigo fijo, una especie de guerra de guerrillas, con saldos de vidas que rebasa a los países oficialmente en guerra. Asesinar en México es, ya, cuestión de mimetismo, se trata de algo fácil, sin mayores consecuencias; se asesina por nada. A veces me imagino un filme de ciencia ficción en el que toda una población ha enloquecido, al estilo de las novelas de Saramago. O tal vez, más a fondo, la novela de Camus, La Peste. Algo grave.

En la célebre entrevista concedida por el presidente Calderón a El Universal, al hablar de la violencia afirma lo siguiente: La gente que sufre la criminalidad en el país es a la que le roban la cartera en el transporte público, es a la que se le metieron a su casa, a la que asaltan en la calle, esa criminalidad poco o nada tiene que ver con el crimen organizado, pero tampoco se combate. Esto lo afirma luego de denunciar la falta de corresponsabilidad de alcaldes y gobernadores en la solución del problema de la violencia. De esa violencia cotidiana que todos los mexicanos conocemos, que tiene intensidades diferentes, mercados diversos, expresiones particulares. Robo de vehículos y autopartes, robos domiciliarios, extorsiones a grandes y pequeños comercios y, por sobre todo esto, una de las expresiones más desconcertantes de ineficiencia en los sistemas de procuración e impartición de justicia que se echa de ver en los delincuentes que quedan libres, en los menores que saben que no pueden ser castigados y que ha determinado el arribo masivo de ellos a formas cada vez violentas de delincuencia. Todo esto constituye un trabuco casi imposible de solucionar.

El presidente usa el fatídico tiempo verbal “hubiéramos”. Y el hubiéramos, dice el refrán, no existe. Todo lo que el presidente afirma en su entrevista, amén de la legitimidad y lo impostergable de la lucha contra el crimen organizado, debió estar precedida por una gran tarea de investigación. ¿Cómo responderían los estados? ¿Qué podrían hacer los municipios? ¿Cuáles serían las posibilidades reales y las posibles penetraciones del crimen en las instituciones estatales, municipales y federales? ¿Con quién se podría contar realmente? ¿Cuál era el potencial del enemigo? ¿Cuál sería la reacción de los países productores que usan a México y los mexicanos para el trasiego de la droga?, y, sobre todo, ¿cómo reaccionaria, cómo podría cooperar Estados Unidos? ¿Que importancia tienen más de dos mil kilómetros de frontera con el país destinatario de la mayor parte de la droga del mundo y el mayor fabricante de armas? He aquí las preguntas que debieron preceder a una lucha impostergable.

En la entrevista se oye la queja que viene de la sensación de soledad, de no sentirse respaldado ni comprendido; como una triste resignación y con la convicción que se debe continuar. Y el tiempo se agota y el hervidero de la sucesión se desata. Recuerdo que en el 2004, en actos electorales en Sinaloa y Tamaulipas, alerté sobre el problema. Dije en Tamaulipas, que si no había un gobierno que se hiciera responsable de la tarea elemental de la seguridad de los tamaulipecos, en el futuro, quien iba a gobernar, no serían ni el PAN ni el PRI, van a ser los zetas.

Tristeza en sus palabras: La política es miope y la historia injusta. ¡Vaya cosa Mientras en Juárez completaremos en los dos primeros meses del año, unos 500 seres humanos asesinados, culpables e inocentes, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, niños y niñas.

De antología. El Secretario Cordero, por decoro, cordura y decencia, debería renunciar. ¿Sabe el señor Secretario cuántos mexicanos viven con un dólar al día? ¿Cuántos ganan $6,500? No la política, ciertos políticos están miopes.

Otra: las sabias palabras de Sócrates Rizzo a los chavos de Saltillo sobre los gobiernos fuertes que marcaban la ruta a los narcos para obviar conflictos de intereses.

Otra: Si la valentina limpia estatuas, ¿qué no hará con el estómago y anexas? y es la preferida de los chavales para tragar la comida chatarra. Se me antoja que hasta a los ínclitos varones Escobar les hizo daño. Esto dio pábulo a los incorregibles del PM para que se refirieran al evento de los 105 años de la Fundación de la ESAHE, como un ensalzamiento.

Ve Ejército solución a la violencia si impulsa 'narcopacto'

Ve Ejército solución a la violencia si impulsa 'narcopacto'

Jesusa Cervantes

Distrito Federal
— De acuerdo con el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, “es previsible” que la “presión permanente” del Estado mexicano contra los cárteles de la droga no solamente podría ocasionar más violencia contra funcionarios, cuerpos de seguridad y Fuerzas Armadas, sino que los grupos criminales también podrían incrementar sus acciones de “cooptación” de las autoridades.

“Tras un repunte en la violencia –manifestó–, es factible que ésta disminuya considerablemente si la unión de los cárteles del Pacífico, del Golfo y La Familia Michoacana se consolida para eliminar al grupo de Los Zetas”.

Es igualmente viable, señaló Galván Galván, que la intensidad de la acción gubernamental obligue a la “unificación pactada” de los grupos criminales y que realicen sus actividades como antes, “sin violencia, en forma soterrada”.

Sin embargo, advirtió a los legisladores:

“Con base en la información que procesamos resultaría temerario establecer una fecha en la que sea perceptible el punto de inflexión de las acciones criminales”.

De acuerdo con esta expresión, estaría lejano el momento en que las actividades criminales empiecen a disminuir.

Tales son algunos de los aspectos del análisis de la Secretaría de la Defensa Nacional que, bajo el título de Reporte confidencial (una copia del cual tiene Proceso), expuso el general Galván ante diputados federales en la segunda semana de septiembre del año pasado luego de haber realizado con ellos otros dos encuentros para analizar la situación del crimen organizado.

A diputados de todos los partidos políticos (PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, Convergencia y Panal) les pidió aprobar la Ley de Seguridad Nacional y les explicó cuáles son los grupos del crimen organizado en México, describió su perfil y expuso las alianzas y pugnas que existen entre ellos.

Perfiles

Los encuentros del actual secretario de la Defensa Nacional con los diputados se han realizado desde 2009: el primero fue con integrantes de la Legislatura pasada, el segundo se efectuó el 7 de abril de 2010 en las instalaciones de la Sedena, y el tercero tuvo lugar en septiembre pasado en el Heroico Colegio Militar.

Las dos últimas reuniones del general Galván con los miembros de la Comisión de la Defensa Nacional de la Cámara de Diputados se realizaron cuando ésta era presidida por Ardelio Vargas Fosado, actual secretario de Seguridad Pública de Puebla (a partir del jueves 24 el presidente de dicha comisión es el también priista Rogelio Cerda).

Fue justamente en el tercer encuentro con los legisladores cuando el general Galván les explicó que en la actualidad operan en México siete grandes organizaciones criminales relacionadas con el narcotráfico: los Arellano Félix, los Beltrán Leyva, los Carrillo Fuentes, Los Zetas, La Familia Michoacana y los cárteles del Golfo y del Pacífico.

Además han surgido otros grupos de “carácter local” producto de las escisiones, reacomodos y alianzas de miembros de diferentes cárteles: Milenio, Pacífico Sur, Díaz Parada, Unidos de Jalisco o Los Torcidos, La Resistencia y La Sierra de Guerrero.

El secretario de la Defensa no sólo detalló las zonas del país donde opera cada grupo, sino que también destacó que mientras el cártel del Pacífico (conocido más como el cártel de Sinaloa), que dirige Joaquín El Chapo Guzmán, cuenta con una estructura bien definida y se dedica únicamente al negocio de la droga, Los Zetas van mucho más allá y emprenden cualquier negocio ilícito, como el secuestro y el cobro de piso, además de que son los más violentos y tienen presencia en todo el territorio nacional.

Antes de definir cada perfil de las organizaciones, el general Galván hizo una breve introducción para que los diputados entendieran cómo evolucionaron las bandas del narcotráfico en los últimos años y cómo se conectaron con las FARC, guerrilla colombiana, hasta extenderse por cuatro países centroamericanos y de Sudamérica.

“A finales de los noventa, tras el debilitamiento de las grandes organizaciones de narcotraficantes colombianas, las FARC asumieron el papel de ‘gran cártel colombiano’, continuando hasta la fecha con la coordinación para el tráfico de cocaína entre organizaciones mexicanas”, les dijo.

Y continuó: “Desde el año 2003, los cárteles mexicanos redimensionaron su rol en el contexto regional, fortaleciendo su participación e influencia en países de centro y Sudamérica, revirtiendo los papeles de ‘subordinación’ al de ‘dirección’”.

Por lo menos así lo confirma “su presencia en áreas de producción de cocaína en Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Centroamérica para coordinar y controlar el transporte del estupefaciente”, precisó.

Lo que diferencia a cada uno de los siete cárteles “nacionales” -por llamarlos de alguna manera- y a los seis locales está en función de los “objetivos y la ambición de sus líderes por expandir sus áreas de influencia, inclusive aceptando alianzas de conveniencia”, planteó el general Galván.

Durante el encuentro, el secretario de la Defensa se apoyó en gráficas y mapas que mostraban las zonas de influencia de cada grupo, y expresó a los legisladores:

“La heterogeneidad de intereses y la superposición de espacios en que operan, propicia desacuerdos entre sus principales integrantes, originando índices de violencia que han rebasado el ámbito de la seguridad pública, generando afectaciones serias a la seguridad interior.”

En este punto, el secretario de la Defensa emprendió ante los legisladores la lectura de una parte del Reporte confidencial que se refiere a los liderazgos y a las características de los grandes cárteles. Lo hizo en los siguientes términos:

Cártel del Pacífico

•Líderes: Ismael Zambada García (a) El Mayo, Juan José Esparragoza Moreno (a) El Azul y Joaquín Guzmán Loera (a) El Chapo Guzmán.

•Única organización que cuenta con un liderazgo lineal, regionalizado y estructura de mando abiertamente identificada de corte tradicional.

•No realiza actividades de extorsión y secuestro.

•Por sistema evita la confrontación con las Fuerzas Armadas.

•Se inserta en la sociedad como benefactor, generando la llamada narcocultura.

Los Zetas

•Líderes: Heriberto Lazcano Lazcano (a) El Lazca y Miguel Ángel Treviño Morales (a) El 40.

•Esta organización delictiva se ha convertido en el mayor riesgo a la seguridad interior por la radicalidad y alcance de las acciones que ha implementado en contra de las instituciones del Estado que no le son afines y la falta de respeto a la vida de las personas.

•Es el cártel con mayor presencia en el territorio nacional y el responsable del mayor número de hechos violentos y de gran impacto social.

•De 805 agresiones registradas contra personal militar, 264 han sido por parte de sicarios de este grupo delictivo, lo cual representa el 33 por ciento.

•El despliegue de sus principales integrantes como jefes de plaza le permite mantener presencia en gran parte del país, teniendo como objetivo la expansión en todo el territorio nacional, donde controlan toda actividad ilícita que les reditúe recursos económicos.

•Cuenta con una organización tipo militar que hace respetar la disciplina a su interior por la violencia. Constantemente somete a sus integrantes a periodos de adiestramiento básico, los dota de armamento de gran poder y volumen de fuego.

Beltrán Leyva

•Líderes: Héctor Beltrán Leyva (a) El H y Édgar Valdez Villarreal (a) La Barbie (detenido el 30 de agosto de 2010).

•Organización carente de una estructura sólida de liderazgo.

•Sus lugartenientes recurren a la violencia extrema para conservar su disciplina interna.

•Como medio alterno de financiamiento realizan actividades de secuestro, extorsión y robo.

Carrillo Fuentes

•Líder: Vicente Carrillo Fuentes (a) El Viceroy, de personalidad extremadamente violenta e intransigente y escasa capacidad de negociación.

•Utiliza como sicarios en Ciudad Juárez, además de miembros de su organización, pandillas locales a las que proporciona armamento numerario y vehículos.

•La personalidad de su líder se caracteriza por su extremada violencia, tanto para imponer disciplina al interior de la organización como para amedrentar a sus enemigos.

Cártel del Golfo

•Líderes: Jorge Eduardo Costilla Sánchez (a) El Cos y Ezequiel Cárdenas Guillén (a) Tony Tormenta (muerto después por las Fuerzas Armadas, el 5 de noviembre de 2010).

•Organización de corte tradicional que mantiene el control del estado de Tamaulipas.

•Para identificarse entre ellos emplean distintivos de carácter militar en su persona y medios de transporte.

•Evitan enfrentarse en lo general con las Fuerzas Armadas.

Familia Michoacana

•Líderes: Nazario Moreno González (a) El Chayo (muerto el 9 de diciembre del 2010 por las Fuerzas Armadas) y Jesús Méndez Vargas (a) El Chango.

•Organización de corte radical, fundamentalista; emplea el factor religioso para reclutar y adoctrinar a sus miembros.

•En varios municipios ha logrado desplazar a la autoridad legalmente constituida, estableciendo cuotas por los supuestos servicios que brinda a la colectividad.

•Se ha convertido en la principal empresa productora de drogas sintéticas.

Arellano Félix

•Líder: Fernando Sánchez Arellano (a) El Ingeniero.

•Estructura empresarial familiar; parte de su fuente de financiamiento es producto de recursos provenientes por cobro de derecho de piso.

•De las siete organizaciones criminales se considera la más débil.”

Mientras el general Galván iba detallando las características de los grupos, se apoyaba en mapas que establecían su área de penetración y luego puntualizó las rivalidades entre ellos:

-El cártel del Pacífico se enfrenta con los Carrillo Fuentes y los Beltrán Leyva (en la escisión que encabeza Héctor Beltrán Leyva.)

-La Familia Michoacana mantiene una lucha contra el cártel Beltrán Leyva (escisión que tenía a la cabeza a Édgar Valdez Villarreal).

-Los Zetas están confrontados con el cártel del Golfo y el del Pacífico.

-El cártel de Beltrán Leyva (escisión La Barbie) tenía pleito con la escisión que representaba Héctor Beltrán Leyva.

Finalmente, el general Galván dijo que los Arellano Félix no están permanentemente confrontados con ningún grupo.

Las alianzas

Respecto a las alianzas, el secretario de la Defensa manifestó a los legisladores que el cártel del Pacífico y los Arellano Félix tienen un acuerdo con el cártel del Golfo, en tanto que el grupo de Carrillo Fuentes está aliado con los Beltrán Leyva y Los Zetas.

Y para “ilustrar” la afirmación de que las acciones violentas afectan ya la seguridad interior del país, el general Galván dijo que, por lo que se refiere a la autoridad civil, estos grupos criminales han cometido ataques contra tres funcionarios federales, 18 estatales, 18 alcaldes y otros 26 ediles, además de realizar dos agresiones contra instalaciones diplomáticas (Monterrey y Nuevo Laredo) y otras dos contra personal consular de Estados Unidos (esto, antes de que se registrara el ataque a dos oficiales de Aduanas de Estados Unidos en San Luis Potosí, en donde Jaime Zapata murió y Víctor Ávila resultó herido).

El general Galván precisó también que hasta septiembre de 2010 se habían producido mil 343 ataques contra personal de seguridad pública, con un saldo de mil 481 muertos y mil 46 heridos.

En cuanto al personal militar, el general mencionó 805 agresiones, principalmente en los estados de Tamaulipas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Sinaloa y Sonora. El resultado: 81 militares muertos y 370 heridos, contra 870 muertos y 190 heridos de los cárteles, además de 25 mil 279 detenidos y 66 mil 72 armas aseguradas.

En su exposición, el titular de la Sedena externó algo que fue considerado “terrible” por los legisladores: “Actualmente no existe una entidad de la República Mexicana exenta de manifestaciones delictivas derivadas del narcotráfico”.

Les explicó que el control del territorio se convirtió en el primer gran objetivo de los cárteles para mantener la hegemonía en áreas de producción, almacenamiento, distribución y rutas de trasiego hacia centros de consumo de México y otros países.

La disputa por el territorio y la negativa a pagar derecho de piso o a subordinarse entre ellos “fue el detonador de la actual violencia”, principalmente en Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Durango, Guerrero, Morelos y Michoacán, les dijo el general.

“Existen estados como Coahuila, San Luis Potosí, Zacatecas, Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, Veracruz, Tabasco y Quintana Roo, que no son escenarios de un escalamiento de actos violentos”, lo que se debe a que en tales estados “tiene pleno dominio una sola organización delictiva, reflejando una falsa imagen de estabilidad, toda vez que es donde la sociedad soporta en silencio las exigencias y la presencia de los narcos con la complicidad de la autoridad”.

El secretario sostuvo que ante las acciones del Estado, los cárteles “recurrieron a la penetración de las estructuras política, económica, de seguridad y a un manejo activo o pasivo de los medios de comunicación, mediante sobornos o amenazas”.

En la sección analítica de su diagnóstico, bajo el título de “Prospectiva”, el documento del secretario de la Defensa expone:

“Ante la aplicación de la presión permanente que ejerce el Estado sobre las estructuras operativa y logística de la delincuencia organizada, es previsible que ésta incremente gradualmente acciones de:

• Cooptación a miembros de instituciones de seguridad pública.

• Violencia contra funcionarios gubernamentales de seguridad locales, federales y fuerzas armadas.

• Posicionamiento de áreas donde existe una reducida presencia de autoridades federales en búsqueda de libertad para continuar sus actividades ilícitas.

• Tras un repunte de la violencia, es factible que ésta disminuya considerablemente si la unión de los cárteles del Pacifico, el Golfo y Familia Michoacana se consolida para eliminar al grupo de los Zetas.

• De igual manera podría resultar viable que la intensidad de la acción gubernamental obligue a su unificación pactada y que realicen sus actividades sin violencia en forma soterrada.

• Con base en la información que procesamos resultaría temerario establecer una fecha en la que sea perceptible el punto de inflexión de las acciones criminales”.

El documento establece que tal circunstancia podría producirse a mediano plazo, sólo si se concretan una serie de medidas y proyectos, como las reformas a la ley de seguridad nacional, la ley contra el terrorismo y el lavado de dinero, la iniciativa de policía única, entre otros.

Esto, además de concretar y poner en práctica el Acuerdo Nacional por la Seguridad, Justicia y Legalidad que se firmó el 21 de agosto de 2008.

Afán de lucro

Afán de lucro

“¿Usted, lector, que opinaría de la persona que confesara que su objetivo es ganar dinero? ¿Y qué opinaría de aquella otra que confesara que todo lo que hace lo hace por afán de lucro?”

Arturo Damm

¿Usted, lector, que opinaría de la persona que confesara que su objetivo es ganar dinero? ¿Y qué opinaría de aquella otra que confesara que todo lo que hace lo hace por afán de lucro? ¿Opinaría que tales objetivos no están a la altura de las más nobles aspiraciones del ser humano, motivo por el cual hay que considerarlos moralmente cuestionables o éticamente reprobables?

Si su respuesta es que esos objetivos - ganar dinero, y ganarlo por afán de lucro -, son, en el mejor de los casos, moralmente cuestionables, y en el peor éticamente reprobables, entonces le pregunto si el incentivo debería ser el afán de pérdida y el objetivo la pérdida de dinero. ¿Deberían serlo?

Lo anterior viene a cuento porque no hace mucho una empresa privada me invitó a dar una conferencia, y digo me invitó porque, tal y como me lo dejaron saber desde el principio, no contaban con presupuesto para pagarme, motivo por el cual me invitaron y no me contrataron. Yo, por principio, no trabajo gratis, y así se los hice saber, a lo cual ellos me respondieron, con la intención de convencerme de que les regalara la conferencia, lo siguiente: “¡Pero señor Damm, no todo en la vida es ganar dinero, ni todo en la vida es afán de lucro!” Para no hacer el cuento largo, yo, que sí creo en el respeto a los principios, y teniendo como tal el no trabajar gratis, no impartí la conferencia, algo que, ante los ejecutivos de la mentada empresa, seguramente me dejó mal parado por aquello de que no todo en la vida es ganar dinero ni afán de lucro, afirmaciones que, sobre todo la segunda, no es cierta: todo en la vida es afán de lucro, lo cual no quiere decir que todo lucro tenga que ser pecuniario, lo cual no significa que el afán de lucro pecuniario sea malo.

Que todo en la vida sea afán de lucro quiere decir que cada vez que el ser humano actúa, actuación que puede ser desde donar sangre hasta vender relojes, lo hace con la intención de mejorar su situación, de obtener un beneficio, de elevar su bienestar, todo lo cual implica desde la satisfacción moral por haber donado sangre hasta la ganancia pecuniaria obtenida por la venta de relojes. En ambos casos hay afán de lucro, moral en el primero, pecuniario en el segundo, pero lucro, ganancia, utilidad, beneficio, provecho en ambos. Cada vez que el ser humano actúa lo hace con la intención de mejorar su situación, y en esa mejora consiste el lucro.

En el ámbito laboral el afán de lucro se traduce en la intención de ganar dinero a cambio de lo que uno hace, única manera de saber cuánto vale realmente nuestro trabajo. Lo que importa, para tal fin, no es saber cuánto quiero yo cobrar por mi trabajo sino cuánto están dispuestos a pagar por él los demás, lo cual refleja cuánto lo valoran.

El afán de lucro, ¿es moralmente reprobable?

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